𝐋𖤐𝐕𝐄 𝐅𖤐𖤐𝐋

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el me miró en blanco, como si miles de posibilidades pudieran responder esa pregunta simple. yo miré atrás mío, entendiendo que él tiempo no se habia detenido por su belleza, solo estaba sin saber que decir.

─que me vino a dejar esto...─le dije levantando la cajita de cafe con leche, el chasqueó la lengua asintiendo con la cabeza, mientras se reía nervioso.

─¿eh? kai me lo dijo.─se rió una vez más, mientras volvía a caminar a la cafetería.

quería preguntar cuales eran todas las otras cosas que no sabía de jeno, pero a la vez prefería no saberlo en absoluto.

─¿uh?─preguntó él y yo levanté la cabeza algo distraída, el tiro de mi brazo dándose la vuelta rápidamente─ ah, sabes, hay algo que quería decirte a solas.─ni siquiera tuve tiempo de reaccionar mientras era arrastrada por él a un aula vacía.

la imágen frente a mi no era clara, por lo que no tuve tiempo a volver a ver que era lo que sucedía, dejándome con la intriga. que rápidamente se me pasó al ver a soobin inclinado sobre mi, tragando saliva con nervios.

yo fruncí el ceño, queriendo preguntar por lo de antes, pero el cubrió mis labios con su mano, haciéndome ponerme incluso más nerviosa. desde esta distancia podia oler claramente su perfume, tuve que quitar su mano de mis labios una vez las voces se ahogaban en el pasillo, alejándose.

─¿que es todo esto?─susurré mirándolo molesta, el arregló su camiseta como si nada, alejándose de mí

─lo siento yo...─yo lo interrumpí resoplando

─¿también eres de esa clase de chicos, no es así?─el me miró en blanco, mientras yo me acercaba y el retrocedía, hasta chocar con un banco. él se sostuvo de este como si quisiera deslizarse por este y salir corriendo, pero estuviera conteniendose─ ¿que querías hacer en ese momento?

el me miró conflictuado, y se sentó en el banco, parpadeando rápidamente.

─¿qu-que-de que hablas?─murmuró, acomodandose el cabello, evitando de mirarme por completo

─ese día... en tu casa.─murmuré, parándome a centímetros de él─ ¿que ibas a hacer?

el dejo escapar una risa a medias, mientras volteaba a mirarme.

─¿hacer? ¿que iba a hacer?─preguntó, cómo si no entendiese del todo, yo rodé los ojos, tal vez realmente era la única que lo recordaba después de todo.

─nada, olvídalo.─murmuré, volviendo sobre mis pasos─ ya comí, solo quería salir de el aula.

abrí la puerta, saliendo del aula vacía, con molestia arrastrando mis pies. estúpidos chicos lindos, ¿¡cómo...?! no podía haber imaginado todo eso... ¿el no estaba interesado? ¿qué era lo más cliché que podía pensar? ¿una apuesta con jeno? negué con la cabeza dándome golpecitos para callar mi voz interior de una buena vez.

─hey... oh, ¿todo bien? te ves molesta.─mark me tomó del brazo, yo lo mire con los mismos ojos molestos que estaba arrastrando desde que salí del aula vacía

─no quiero hablar con hombres.─murmuré y el se rió tirandome mas cerca de él─ ¿qué?

─uhm, no sé si deba decírtelo si no quieres hablar con hombres...─murmuró el, con una sonrisa traviesa, yo le di un golpe para que me suelte el brazo y este se rió soltandome en el acto.─ jimin dijo que ya tiene novio.

yo lo miré consternada.

─¿quién?─pregunté y este negó con la cabeza

─no sé quien, solo sé que jeno esta tirando humo por las orejas, le están quitando a su jimin tiempo-completo─se burló mark, inclinándose hasta mí, yo rodé los ojos

─muy bien, hablaré con ella de condones si eso es lo que estas implicando.─murmuré y el se carcajeó

─quiero ver cuando lo hagas.─admitió, abrazándome por los hombros─ uh, ¿y porque estas...?

recibió un golpe que lo hizo callar, cuando pude ver a soobin por el pasillo, luego me reí de él de forma tonta.

─¿enojada? ¿no puedo estar seria?─le pregunté y el rodó los ojos

─no conmigo, ¿eh?─me dijo, picando mi costilla─ ¿vamos abajo? quiero una soda de la máquina.

ahí me di cuenta, ¡mi cafe con leche! lo habia dejado sobre la mesa en el aula con soobin, volteé a mirarlo, el estaba en el pasillo con la pobre caja de leche y cafe entre las manos, me estaba mirando con ojos de perrito mojado. yo volteé los ojos, volviendo mi vista al frente sin culpa.

BLANK SPACE | © SOOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora