Mi fecha de caducidad

Capitulo 4: Compañerismo

- Te presentó a tú nueva compañera de trabajo, ella se hará cargo de la administración material y de la recepción ante el público general, por favor no la ahuyentes cómo los demás está vez - la voz de aquel hombre resonó

El moreno examinó con la mirada a aquella muchacha, resaltando su cabellera blanca, nunca había visto a alguien con el cabello blanco siendo tan joven, no se supone que los ancianos tenían esa peculiaridad?

- Necesito que la guíes hasta que ella se pueda adaptar, si no tienen alguna duda los dejaré para que comiencen con sus labores - sin mucha emoción se retiro dejando a ambos solos, solo esperaba que no renunciará al día cómo los demás

Al voltear a mirar la peliblanca noto que había realizado contacto visual con aquel muchacho respondiendo con una sonrisa pero el solo desvío su mirada con bufido mientras en su rostro se le denotaba cansancio.

- ehm.. mi nombre es colette smith, espero que podamos llevarnos bien - le extendió su manga donde era alcanzable ver la silueta de su mano mientras sonreía

El pelinegro solo se apartó con un tono de irritabilidad, comenzó a caminar para ir detrás del mostrador.
Esto decepciono un poco a colette por la actitud de el contrario, apenas era su primer día, aún no debía juzgar por su primera impresión, tal vez solo por su notorio cansancio reaccionó de esa forma, que tan pesado puede ser un trabajo como esté? Tal vez no mucho...
Se dirigió a la caja aún sonriendo esperando ser del agradó del joven, se sentó junto a la caja, antes de poder dirigir de nuevo la palabra el muchacho se levantó con desgane para estirarse, escuchando en el proceso cómo tronaban algunos de sus huesos, este se retiraba a lo que sería el almacén, veía como se colocaba unos audífonos junto con su teléfono.

Tal vez el llevarse bien con el sea más difícil de lo que penso, aunque no dudaba de que tal vez podrían llevarse bien.
El día comenzaría con algo de movimiento en el local, la gente llegaba, lo primero en lo que se fijaban era en la apariencia de la muchacha aún que lo dejaban de lado al notar que los atendía de la manera más atenta y sonriente posible sin ser forzada, e incluso les ayudaba con sugerencias si estaban indecisos de que producto llevar.
Claro que había uno que otro que se espantaba en un inicio por su sonrisa con sus colmillos sobresalientes pero lo dejaban pasar.

La mayoría salía con una sonrisa en sus rostros, el moreno por su parte seguía con su rutina diaria al acomodar las cosas, tal vez con la nueva recepción le llame más la atención a la gente comprar mercancía y así le den un bono. Por otra parte aún le extrañaba que alguien haya querido trabajar en la tienda de regalos después de que varios renunciarán, porque? Simplemente no toleraban la actitud del joven o bien, no les pagaban lo suficiente, aún que uno que otro intento quedarse más tiempo, pero poco duraron.
Al salir del almacén noto que todo estaba bastante tranquilo, al mirar al mostrador noto a la chica bastante animada mientras reposaba en una silla, la joven volteó a mirar encontrándose con el azebache en el marco de la puerta.

El silencio era algo incómodo y un poco tensó, aunque cada uno estaba con sus respectivas tareas, a pesar de ser el primer el día a la muchacha parecía agradarle el trabajo, principalmente porque podía conocer caras nuevas, aún que claro, aún estaba el tema de su compañero, si quería que hubiera por lo menos una "convivencia", intentar al menos saber que es lo que le disgusta ayuda en algunos casos a evitar conflictos a futuro.

El transcurso del tiempo en la mayoría de los casos no se suele sentir, ese era el caso de ambos, la gente entraba y salía, la hora de descanso era lo más esperado para el moreno, aún faltaba media hora para que fuese así. Por más que quisiera no entablar conversación con su nueva acompañante debía aún explicarle ciertas reglas, las horas de descanso, los permisos, al igual que las incapacidades por cuestiones de salud entre otras cosas...