CAPÍTULO DOS.

30 7 0
                                    

Los chicos, al ver mi cara debieron imaginarse en lo que estaba pensando. A lo que el moreno se apresuró en aclarar la situación.

-Nonono, no es lo que parece. No hicimos nada- parecía que estaba tratando de convencer a un juez que ya había firmado su sentencia.

-Ella estaba muy borracha, estaba conmigo y la traje aquí. Empezó a nombrar a "titi" por lo que pensé que era su novio. Entramos y ella empezó a desvestirse, yo le dije que no. Que estaba muy mal. Ella protestó pero al final se metió en la cama y no se ha movido desde entonces.

-¿Y por qué no llevas camiseta?- algo no me cuadraba, se cómo es mi amiga y sé que no hará nada después de recibir un "no" como respuesta, pero a él no lo conocía.

El chico se sonrojó un poco.

Parece que trataba de evitar el tema pero yo no se lo iba a dejar pasar.

-No quería decirlo para no avergonzar a tu amiga, pero, cuando estábamos subiendo las escaleras se detuvo de golpe y empezó a llorar...

Oh no, ya sabía lo que seguía.

-Dijo que se sentía muy mal y que buscara a "titi" y cuando estábamos entrando el baño, ella vomitó y me ensucio un poco. No le di importancia y deje que se acostara. Luego llame a Jay y ya, eso es todo.

Dudé un poco pero luego asentí lentamente.

Me acerque a Kim y trate de despertarla para que se vistiera y poder irnos, pero no tuve respuesta.

Suspire y le dije a los chicos si podían esperar afuera para que pudiera ponerle la ropa.

Salieron y le quité las sabanas de encima. El frió repentino debió incomodarla ya que empezó a quejarse en sueños.

-Vamos Kim, tenemos que irnos.

-Mhmm ¿por qué?

Habló con la voz un poco ronca.

-Estas muy borracha hija, no deberías tomar tanto.

- Mhmm...

Se sentó en la cama un momento mientras miraba a un punto cualquiera en la habitación. Supongo que pensando en lo que hizo esta noche. Se repasó a si misma con la mirada poniendo una pequeña mueca de asco al sentir la fina capa de sudor que tenía.

Hizo un ademan de levantarse pero se detuvo al mismo tiempo que ponía una mueca, como si acabase de ver a una fantasma.

La sujete por el brazo para que notara que había empezado a preocuparme. Lo que dijo me dejo descolocada por un momento.

-¿Y mi sexy morenito? ¿Dónde está?- preguntó con la misma preocupación con la que preguntaría alguien por su mamá hospitalizada.

Sexy morenito... buen sobrenombre.

Si... tampoco se me pasó por alto esa parte.

-¿Qué?- solté cómo una idiota.

-¿No había nadie más en la habitación cuando llagaste?

Con mi mejor cara de enfado le dije que terminara con sus tonterías y se vistiera rápido.

Rezongó un poquito mucho pero al final lo hizo.

Salimos al pasillo y me sorprendió ver que ambos chicos estaban esperándonos.

El rubio con su celular y el moreno tenia cara de preocupación, cabe aclarar que todavía llevaba el pecho al descubierto pero parecía ser el último de sus problemas.

Notaron nuestra presencia y se acercaron hasta donde estábamos.

Kim se percató de eso e intentaba arreglar un poco su maquillaje estropeado por las lágrimas.

POR MI Y PARA TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora