broke whatever you want 'jesse x walter | breaking bad

he uses me for no reason

Walter no es nada sin él y él no es nada sin Walter.

No sabe si debería admirar u odiar el rostro de Walter, altanero pero perdido, agitado pero satisfecho y listo para revolcarse en su propia gloria, dejándolo a él sin un rumbo ni una vida fija pero planeando un próximo ataque que lo involucre a él.

Es decir, ¿Walter lo era todo para él?.

Cruelmente la respuesta puede ser un si rotundo, realmente no duda del hombre que lo sostiene en sus brazos con fuerza, tratando de calmar la poca cordura que le queda en su mente, la claridad sin ser una verdad a la vez. Walter le dijo que él no puso la ricina, Walter lo ayudo a buscar ese cigarrillo después de apuntarle a la cabeza con un arma y decirle cosas que de no ser por el enojo, nunca habrían salido de su boca.

Walter lo abrazo.

Walter es bueno.

¿Cuántas veces se derrumbó y cuántas otras le tomó convencerse de que eran solo Walter y él contra el mundo?, estaba claro, su antiguo profesor no era él culpable, solo estaba envuelto en una sucesión de desafortunados hechos que siempre apuntaban a él, pero él no era realmente el culpable, solo otra víctima.

Él agarre de Walter fue fuerte, un abrazo que se sintió bien cuanto menos, por un momento, posó su cabeza en el pecho del hombre mayor y se quedó en silencio, disfrutando de la serenidad de Walter, extrañamente aún con esa situación tan tensa que acababa de pasar, aún podía encontrar tranquilidad en su rostro y en sus brazos, como si nada hubiera pasado.

Algo en su interior comenzó a andar mal después de un tiempo, cuando el negocio con Gus acabó y con ello trajo su muerte un tanto violenta y sospechosa, le helo la sangre recibir aquella llamada de Walter, después de todo, él era quien se ofreció a hacer el trabajo sucio, sin peros o titubeos, solo ideando las maneras y acudiendo a él como los socios que eran antes, pero nunca imagino que la violencia de Walter llegaría tan lejos, tan fuera de si, que aún no sabía decir quién era él tipo frente a él.

Luego vino otra sacudida, cuando Walter y Mike se juntaron a medias, pero al fin y al cabo se juntaron, para seguir con el dicho negocio con él que Walter insistía. Dos fuerzas colisionando, dos hombres con la mano dura que no se daban a torcer en ningún momento trabajando estaban juntos. Jesse los veía como dos autoridades, pero no sabía muy bien a cual acudir, hasta que su propio interior le dijo que debía ser Walter al que le debía su presencia, después de todo, Mike solo quería irse y solo colaboraba en él negocio por puro compromiso y los enfrentamientos con Walter aumentaban, lo que le dejó pensar que en su mente estaba eligiendo lo mejor, lo más estable para él.

Aún que Walt nunca lo mencionó, Jesse estaba debatiéndose en si estaba bien perdonarlo.

Entonces es Jesse le dió ese reloj, uno que eligió con cariño, tomando en cuenta el estilo de hombre y tratando de recordar el más mínimo detalle sobre sus gustos o algún reloj que haya usado en su presencia.

Mike intento convencer al chico de irse varias veces, pero Jesse no sabía que vida le esperaba afuera si no estaba Walter a su lado y nunca lo dijo en voz alta eso, ni le dijo que si eso llegará a pasar, era porqué uno de los dos estaría muerto entonces.

El robo en el tren salió bien, hasta que un niño se cruzó por su camino y uno se los supuestos fumigadores que encubrían el negocio lo mató a sangre fría. Ah, ya lo recordaba, su nombre era Todd, un chico casi de la misma edad que él, en realidad él lo odiaba, no sabía porqué Walter y Mike lo habían considerado para hacer esto junto a ellos, en especial Walter, algo en su interior se removía con un odio enfermizo cada vez que pensaba al hombre eligiendo a este tipo para su plan, no necesitaban a Todd y él tenía razón, era un animal.