broke whatever you want 'jesse x walter | breaking bad

long time to die with you

"Déjeme amarlo Mr. White

¿Por qué no puede sentir lo mismo qué yo?.

Usted me gusta mucho, demasiado."

Los ojos de Jesse se abrieron lentamente, tratando de asimilar de a poco uno de los muchos sueños que tenía con frecuencia sobre él señor White últimamente, sueños que se traducían a tormentosos recuerdos que eran manipulados a su conveniencia, de tal forma que todos parecieran un escenario falso de una confesión perfecta para él señor White y él.

En el robo del tren, durante algún día de cocina de meta, cuando le confesó que su esposa lo odiaba o cuando de forma descuidada se transportó con la RV a la casa de Walter en busca de consuelo, completamente necesitado de unos brazos que poco y conocía en ese entonces.

Cada recuerdo era una apuñalada a sangre fría para su mente, su mirada perdida volvía nuevamente a cuando lo único importante en su vida era la aprobación del señor White para encontrar la forma de cocinar meta en paz o sentirse orgulloso de poder aprenderse fórmulas complicadas, aburridas y absurdas para sacar adelante el negocio de ambos junto a sus amigos.

Se movió incómodo y perturbado en una cama que desconocía pero le resultaba tan familiar a la vez, moviéndose de un lugar hacía el otro una vez sus pies tocaron el suelo completamente descalzo y desorientado. La casa de Hank le resultó cálida pero extrañamente solitaria y apagada, de cualquier forma eso era lo de menos mientras su mirada siguiera perdida en una de las paredes de la habitación de colores opacos, en lo más remoto de su mente, regresó al día anterior, a cuando Hank lo encontró.

Suspiró profundamente acompañado de un leve escalofrío al recordar exactamente qué era lo que estaba por hacer en la casa de Walter ayer durante la tarde, el queroseno impregnado en su ropa y en la casa de su profesor, Hank apuntandole con la pistola, luego le pidió que fuera con él, subieron al auto y lo último que sintió fue su cabeza reposando sobre la almohada con miedo y cansancio al mismo tiempo, tanto era en cansancio que ni siquiera había podido asimilar bien que es lo que estaba haciendo en ese momento. Simplemente colapso en el peor momento posible y el impulso lo llevó a encontrarse con él mismísimo cuñado de Walt, que no supo bien ni como y cuando lo encontró, pero era ridículo hasta algún punto que ahora estuviera encerrado en su casa a punto de confesar todos sus crímenes y además los de Walter.

Era cuestión de tiempo antes de que Walter diera con su paradero para asesinarlo. La calma con la que concurrían ese tipo de pensamientos en su mente hasta cierto punto era extraño y aterrador, su mente aceptaba por momentos el hecho de que él hombre mayor sería capaz de tirar del gatillo si él estaba interviniendo con el bienestar de su familia y su ahora anunciada captura de fuga. Él era un problema y lo sabía, que era un obstáculo y que tenía demasiada información importante como para andar por ahí suelto, mucho menos cuando Walter sabía que podía salir mal parado de esta al no tener contacto con él. Estaba entre la espada y la pared, decidiendo que era lo más sensato en estos momentos.

No ha tenido más alternativas que mentir por mucho tiempo, mentirse a si mismo y convencer a Andrea que las cosas estaban bien, pero en el fondo, él siempre supo muy bien por dentro suyo, que Walt siempre estuvo tratando de mantenerlo a raya, como un niño pequeño para que no hiciera travesuras. Eso le molestó y le gustó para que mentir, pero también hubo una breve presión fuerte en su pecho al saber que su relación se parecía más al de un padre y un hijo.

Él nunca necesitó un padre en su vida, ya tenía uno y honestamente, lo detestaba al igual que a su madre.

Tampoco esperó que con el tiempo las cosas se torcieran y ahora fuera un objeto que fue perdiendo valor para él hombre mayor, pero algo era algo y eso lo calmaba, habían avanzado un poco entre sangre y lágrimas, gritos y peleas que terminaban a golpes en la antigua casa, las veces que la cagó y Walter era tan compasivo pero a la vez frío y distante con él. Era un avance, porqué él hombre supo con el tiempo que ni siquiera tenía porqué tratarlo mejor para tenerlo en la palma de su mano y hacer las maniobras más crueles que se pudiera imaginar, hasta desgastarlo completamente como un jueguete, sin embargo, no lo logró del todo, trayendolo a estos mismos instantes de su vida en este momento.