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"Yo estoy aquí"
ɴᴏᴍʙʀᴇ: ʟᴀʟɪ ᴘᴀʀᴇᴊᴀ : ɪʙᴀɪ
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Sus piernas corrían todo lo que podían tratando de alejarse de aquella tormentosa situación, por más que trataba de alcanzar más velocidad pareciera que iba cada vez más y más lento, viendo como aquel hombre de gran altura y vestimenta blanca estuviera apunto de alcanzarla
Su voz salía de su garganta la cuál ya dolía de tanto gritar en busca de ayuda, pero simplemente nadie venía a su rescate, pareciera que el lugar estaba completamente solo
Solo ella y aquel hombre persiguiendola
Cuando giro su cabeza hacia atrás pudo mirar como aquel hombre estaba cerca de ella y estiraba la mano tratando de tomarla de alguna parte de su cuerpo o su ropa
La pelirroja sentía su corazón al mil por hora, podía sentir como este saldría de su pecho en cualquier momento y podía incluso escuchar como retumbaba fuertemente. Las saladas lágrimas corrían cada vez más rápido por sus mejillas cada vez acumulandose más y más en sus ojos nublandole la vista por completo hasta que cayó al suelo en un golpe seco
— ¡Lali! —Ibai grito exaltado al ver a la pelirroja levantarse tan de repente de la cama con su rostro lleno de lágrimas y temblando de una manera impactante—. Cariño...
La chica paso sus brazos por el cuerpo de Ibai buscando que estos la reconfortará de aquella pesadilla que siempre la atormentaba. Odiaba aquel sueño, odiaba que cada noche su trauma la atormentara en sus pesadillas pero más odiaba tener que preocupar a su novio cada noche
— Amor todo está bien, aquí estoy yo —el hombre pasaba su mano por su espalda haciendo pequeños círculos tratando de transmitir calma—. ¿Fue lo mismo de siempre?
Asintió
— Perdón —murmuro, algo que no se hubiera escuchado en pleno día gracias a los ruido generados en aquella casa por algunos objetos al contrario de ahora, que todo estaba en silencio—. Perdóname
— Ya hemos hablado de esto, te prometí que siempre estaría aquí para ti en cada noche que sucediera esto —acomodo un mechon de cabello de la pelirroja y dejo un beso en su frente—. No tienes que pedir perdón por eso amor
Los brazos de la chica se aferraron cada vez más al cuerpo de Ibai, quien recibió aquel abrazo más fuerte, amaba con él alma a su chica. Haría cualquier cosa por ella inclusive si eso tenia consigo desvelarse hasta altas horas de la noche solo para saber que ella estuviera bien y no fuera atormentada por sus pesadillas
Lali agradecía cada día, cada noche, cada hora y cada segundo por haber encontrado a su persona ideal, a la persona con la que quería pasar el resto de su vida pues aquel hombre lindo siempre la trataba como una princesa, siempre buscaba la forma de hacerla feliz y siempre estaba en cada noche para calmarla y esperar hasta que volviera a dormir cuando sus pesadillas se presentaban
— El mounstro ya se fue, el está corriendo y huyendo —Ibai sintió como su novia acomodaba lentamente su cabeza en su pecho justamente en dónde ella podía escuchar sus tranquilos latidos del corazón, una melodía para los oídos de ella, tambien posaba una de sus manos en su mano derecha del hombre entrelazando sus dedos buscando un agarre seguro que no la soltaría. Ibai acariciaba con su pulgar la mano de su novia mientras con su otra mano hacia círculos en la espalda de la chica—. Y yo estoy aquí, mi preciosa chica
Susurró lo último antes de dejar un casto y lento beso en la comisura de los labios de la pelirroja antes de que ella pudiera conciliar el sueño nuevamente
