Wolf Pack +21

03

Jungkook

Estábamos afuera listos para partir, solo teníamos que ir transformados en lobos, solo los humanos viajan en transporte.

Irene se ubica a mi lado después de haberse despedido de sus padres, mi madre soltó su abrazo y asintió, fue entonces cuando mi Omega y yo decidimos partir. Primero iremos a la manada de Park Jimin, que queda al este para luego ir al norte y terminaremos en el oeste.

Nos fuimos a toda velocidad, era más rápido que ella, por una parte me molestaba el hecho de que ella no pudiera seguirme el paso, pero debía recordar que ella no es mi mate por lo tanto aunque la quiera, no es la pareja hecha para mí, suspiré y me detuve para esperarla.

—Perdona, amor, es que eres muy rápido y sabes que me canso rápido —dice telepáticamente.

—Si quieres descansamos un poco aquí, descansa 10 minutos antes de seguir —ella asintió.

—Gracias —es lo único que ella me dice.

Algo que nunca me ha gustado de Irene es que me obedece en todo y es muy callada, no me da reto y pues me gustan los retos, creo que acepté más por nuestros padres, quiénes son amigos desde cachorros, solo quisiera saber cómo me sentiré yo si consiguiera a mi mate.

—¿En qué piensas, Alfa? —la miré con enojo.

—En nada que debas saber —ella solo calló y volvió a cerrar los ojos.

Comencé a caminar por los alrededores, cada vez hay más nieve a medida que miraba al norte, menos mal que la temperatura de nuestro cuerpo nos mantiene caliente y al ser Alfa me vuelve aún más caliente, puedo sentir como mi lobo se vuelve inquieto.

—¿Qué sucede Matt? —le pregunté.

—Siento un olor familiar venir del norte, quiero ir al norte Jungkook —puedo ver sus ojos volverse más rojos.

—¿Sientes que algo te llama? —él asintió— Tranquilo, iremos después de ir a ver a Jimin.

Lo escuché gruñir y solo reí un poco ante lo testarudo que es, pero entiendo su urgencia, yo también siento algo que me llama desde el norte.

Llegamos ya en la noche debido a detenernos tres veces para dejar que Irene descansara, al llegar Jimin ya está allí, nos saludamos con un abrazo y palmadas en la espalda.

—Pero si es Jeon Jungkook —me sujetó por los hombros para mirarme bien— Cómo has crecido, pulgoso.

Me reí a carcajadas, él siempre me llamó así, nos conocimos una vez cuando su padre fue hasta mi manada y se lo llevó a él, su lobo y el mío comenzaron a buscarse telepáticamente y fue cuando comenzamos a hablarnos.

—¿Y está hermosura? —la tomó de las manos dejando un beso en ellas, debido a que no es mate, no siento la urgencia de los celos que he oído que nos sucede a los machos cuando su hembra es tocada por otros.

—Soy Bae Irene, Alfa —ella se inclinó cortésmente.

—Un placer, Omega líder, que la diosa los bendiga con muchos cachorros —ambos asintieron.

Y como es costumbre, Jimin nos llevó hasta dónde había colocado la mesa para cenar, afuera en el patio de su casa, estaba la enorme mesa con comida en su mayoría carnes.

Jimin es otro hijo de Alfa líder y tuvo que entrenar como yo para poder ser el siguiente líder y vaya que lo logró.

—Así que ya tienes a tu mate...

—No es mi mate, pero le dedicaré mi vida —le interrumpí.

—No sé cómo le haces, yo de verdad deseo esperar a mi mate, aunque mi consejeros me presionan para que busque una loba y poder tener cachorros, pero aún estoy jóven y tengo la certeza de que la encontraré —su sonrisa me contagió las ganas de hacer lo mismo y esperar por mi mate.

—Con todo el respeto, Alfa, pero amo a Jungkook con o sin la marca de mate, le juré a la diosa que le daría cachorros a Jungkook y estos serán fuertes y poderosos —Jimin le sonríe.

—Estoy seguro que si, Omega líder.

El resto de la cena pasó todo normal, charlamos para podernos al día, pero al final Jimin me llevó a su despacho para hablar de macho a macho.

—¿Así que al final decides escuchar a tu madre? No la amas, te gusta pero no la amas, la diosa no estará feliz con ello, sabes que no eres un lobo normal, tú otra mitad te debe estar esperando, solo tenías que buscarla, de hecho, mañana caminaremos por la aldea antes de que te vayas, así podrás ver si tu mate está aquí o no.

—Cada vez tenemos más ataques de humanos y sé que a tí también te han atacado, por eso decidí no esperar más, sabemos que la vida del Alfa siempre peligra y que podemos morir en batalla, así que quiero dejar descendientes.

—Te entiendo completamente, pero no quiero engañarme ni a mi lobo, por cierto ¿Cómo está el tuyo? ¿Aceptó a Irene?

—No, de hecho, la odia y a su loba también —me reí— Está molesto, me sigue diciendo que ve nieve y unos ojos azules, creo que me quiere decir que mi mate está en un lugar con nieve y sus ojos son azules.

—¿Y por qué no lo escuchas? Ellos son parte de nosotros, son nuestros espíritus guías dados por la diosa y a veces saben lo que es mejor para nosotros.

—Él tiene razón —escuché la voz de Matt.

—Matt está de acuerdo contigo —embozó una sonrisa.

—Mi consejo es este amigo, utiliza esta excusa perfecta para revisar las aldeas y así comprobar si tu mate está por allí.

*

A la mañana siguiente me levanté antes que Irene y comencé a recorrer la aldea junto a Jimin, pero sin rastro de su mate, suspiró cansado y volví junto a Irene.

—Fue un placer tenerlos a ambos aquí, espero que la diosa Luna les enseñe el camino.

Irene se inclinó cortésmente y solo asentí para disponernos a salir ahora hacía la manada Norte.

¿Me pregunto que cosas me esperan allá?