Una joven princesa se encontraba tirada en el suelo, sus sollozos se escuchaban en toda la vacia habitación.
- ¿Por que ya no me quieres? - agarró la ropa del mayor - ¡¿Es porque no soy jennette!? ¡¿Es por no soy ella!? ¡Yo y athanasia estuvimos m...
Una jovencita peli - morada se encontraba tirada en el suelo mientras sus sollozos se escuchaban.
— ¡Por que ya no me quieres! — agarro la ropa del mayor — ¡¿Es porque no soy jennette!? ¡¿Es por no soy ella!? ¡Yo y athanasia estuvimos más tiempo contigo que ella! — en su rostro se veia la desesperación.
— Párate ahora athonella — el peli dorado y de ojos azules enjollados le hablo fríamente, ese hombre que ante ala miraba con cariño y adoración ahora la observaban con aborrancia.
— Por favor papá, dime porque ya no me quieres, antes me mirabas con amor y cariño ¡porque ahora solo me miras con desprecio! — más lágrimas caían de su rostro.
— Ingenua, nunca te llegue a amar, no eres más que un error para mí — sus crueles palabras resonaban en la cabeza de la menor.
Retiró sus manos temblorosas que agarraban el pantalón de su padre.
Claude Alger Obelia emperador de este mismo, antes era profundamente amada por el y ella iba logrando que su padre aceptara a su hermana menor: Athanasia Alger Obelia.
Pero todo eso que con tanto esfuerzo construyó cayó cuando apareció Jannethe Margarita "La princesa Encantadora" Ella lo arruinó todo, no solo se llevo la atención y amor de su Padre si no que también se acostó con su prometido : Callisto del reino vecino.
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— Q-que — la princesa se desplomo en el piso, no solo la habían enserrado en el palacio Esmeralda, si no que también habían asesinado a su querida hermana menor que habia sido mandada ejecutacion por su propio padre.
— N-no, es no puede ser cierto — desde que se despertó ya llevaba un rato echandose la culpa de la muerte de su hermana — escuchó como tocaban la puerta, se limpió la cara y acomodo su cabello para luego dar un "pase"
— S-su majestad el emperador, solicita su presencia ¿Princesa esta segura de ir? — ella no quería perder a su princesa, a la cual había visto crecer.
— Si voy a ir, no te proucupes por mi Eva, estare bien — una vil mentira.
Se dirigió hacía la habitación de su padre, si es que merece seguir llamándolo así.
Por más raro que se le hacia el echo de que la llamara eso sólo facilitaban las cosas que estaba por hacer, paro un momento pues queria ver por última vez a su amado.
— Envíale este mensaje a lucas — realizó un echizo provocando que saliera una luz dorada de su cuerpo, ese hechizo gastaba gran parte de su mana más el echo de que se encontraba debil.
