El cortejo había empezado muy bien. Jungkook estaba encantado conociendo al alfa. Seguramente años atrás se habría enojado consigo mismo por confiar tan rápido en un alfa, pero no pudo evitarlo.
Flores, postres, lindos detalles, interés de uno hacia el otro. Era como siempre lo había soñado (claramente no en este punto de su vida), el alfa era un caballero, olía muy bien y se sentía protegido a su lado.
Justo en ese momento el omega se encontraba nervioso, el alfa le había comentado que tenía tres hijos: un alfa siendo el mayor, la del medio una alfa, y por último un omega. Los tres hermanos siendo hijos de la misma omega con la que el alfa años atrás estuvo enlazado.
Más que nervios, tenía miedo. ¿Y si no lo aceptaban? ¿Y si se negaban a que su padre nuevamente se enamorara de un omega?
De una forma u otra quería la aceptación de los hijos de ese alfa, que rondaban entre los 18 a 25 años. Tenía terror de que estos lo despreciaran. En su vida a penas le importó la aceptación de sus padres, y ahora quería la aceptación de tres extraños. Aunque no eran cualquier extraño, eran los hijos de su -posible- próxima primer pareja.
Jungkook era totalmente inexperto, a penas ellos se tomaban de las manos, pero no habían compartido un beso pues aún se encontraban en medio del cortejo.
Así que, llegado a su destino, el omega se bajó de su auto, con las manos temblando y rogando a que todo saliera bien en esa cena a la que había sido invitado.
Se había echado inhibidor de olor para que no olieran sus nervios, llevaba el postre que él mismo horneó (después de quemar tres en sus intentos anteriores; porque sí, dedicó su tarde en eso) y había elegido lo más cómodo pero casual que pudo encontrar.Pantalones de tela y una camisa de abotonar blanca, llevaba un abrigo porque la noche no era especialmente cálida y sus manos estaban heladas (también por los nervios).
Detenido en la puerta no sabía si tocar o no, pero una voz lo interrumpió.
"Sólo toca el timbre" vio a un joven hablando desde la ventana y sintió su rostro arder.
¿Ese muchachito había visto todo el debate mental que tuvo desde que se parqueó frente a la casa?
Tímidamente tocó el timbre, su lobo le daba apoyo moral, habían afrontado miles de dificultades pero esta parecía de las más complicadas.
Tras escuchar pasos, la puerta por fin se abrió revelando al alfa que lo tenía echando corazones por los ojos.
"Hola, alfa" sonrió al verlo, tan cálido como siempre, su olor acogiéndolo dentro del hogar. "Traje postre, no me sentía cómodo viniendo con las manos vacías, aunque me dijiste que no trajera nada".
El alfa le sonrió. No podía evitar sonreír al verlo, hoy especialmente más tímido de lo usual.
"Muchas gracias, precioso. Pasa adelante, la noche está helada y no quiero que te resfríes" antes de que el omega pasara, el alfa lo acogió entre sus brazos, queriendo enterrar su nariz en su cuello para encontrar la glándula de olor, pues su aroma estaba tan débil que su lobo rogaba por sentirlo mejor. Pero se contuvo, aún no había terminado el cortejo. Su difunta madre siempre le dijo que necesitaba terminar el cortejo para que el omega le concediera el honor de aceptarlo como alfa y así poder olerlo desde del cuello si el omega lo permitía.
Jungkook, por otro lado, se encontraba sonrojado. Los abrazos no eran frecuentes entre ellos, pero siempre era agradable sentir cómo los brazos fuertes del alfa lo acogían y lo impregnaban poquito de su olor.
"Los estamos esperando" una voz femenina se escuchó desde dentro, haciendo que ambos señores se apartaran avergonzados.
Por fin el omega y el alfa decidieron entrar.
"Hijos, él es el omega del que les comenté, Jeon Jungkook".
A Jungkook le temblaban las piernas al ver a los tres jóvenes, altos, saludables y hermosos, sin duda con un gran parecido a su padre alfa.
Se esforzó en sacar su mejor sonrisa e hizo una pequeña reverencia, siendo correspondida por los tres menores.Kim HyungByul, Kim MinJun, Kim SooMin.
Eran los nombres de los tres hijos del alfa. Se habían presentado cada uno y luego pasaron al comedor, donde los alimentos ya se encontraban servidos, sólo esperando que el tan ansiado invitado llegara.
Los hijos de Taehyung estaban ansiosos de conocer al omega que había traído de regreso la felicidad de su padre; aunque, no iban a negar, estaban algo recelosos con lo acontecido. Su madre había muerto en un accidente de tránsito, dejando tres pequeños cachorros y un alfa a la deriva. Fueron años difíciles y, aún así, su padre lo dio todo de sí para sacarlos adelante. Pero la ausencia de su madre fue demasiado evidente, viendo a su padre sobrellevar él solo con tres hijos y un lazo roto, un lobo enfermo y la economía del hogar que era difícil de mantener. Extrañaban a su madre, pero ver a su padre reluciente los hacía felices.
"Entonces... ¿están saliendo?" Decidió Soomin por empezar la plática, el menor de los tres con sólo dieciocho años.
El alfa algo avergonzado sonrió un poco, viendo que su futuro omega levantaba la mirada de los alimentos para prestarle atención a su hijo. "Aún nos estamos conociendo, pero ese es el plan".
"¿Estás interesado en mi padre? ¿Cuáles son tus intenciones?" Dijo la alfa, viendo directamente al omega, no queriendo intimidarlo pero logrando justamente eso.
Jungkook había conocido a muchos alfas, pero los jóvenes eran los que más le intimidaban, con actitudes prepotentes, modas desconocidas para él y frases que aún no comprendía. Posiblemente las barreras generacionales.
"Min" habló su padre, serio al ver que el hombre a su lado se encogía un poco en su asiento.
"Estoy enamorado de Taehyung-ssi. Él ya me lo ha dicho una vez y estoy totalmente de acuerdo, quiero un futuro con él. Ya no somos jóvenes, pero aún con nuestras limitantes estamos seguros de lo que queremos llegar a ser. Ya hemos hablado al respecto". Taehyung derramó miel al verlo. Escuchar al hombre a su lado le hizo sonreír demasiado, y aún más cuando éste le regresó la mirada.
Ambos en su burbuja, viendo cada detalle entre ellos, su ojos, labios que deseaban probar, líneas de expresión marcadas y algunas manchitas por la exposición al sol.
Los tres jóvenes sólo observaron la escena, dándose cuenta que su padre estaba en buenas manos. Se encontraba feliz junto al otro omega y eso era suficiente para ellos.
El resto de la noche se dedicaron a conversaciones más llevaderas y amenas, el omega mayor destensando sus hombros al sentirse más cómodo, el olor del alfa a su lado envolviéndolo inconscientemente.
Terminaron viendo una película a petición del menor de todos los presentes. Y, después de ese agradable momento, el omega se retiró a su casa aunque recibió muchas peticiones para quedarse a dormir, pero le dio pena y mejor desistió.
Aunque finalmente, se sentía feliz por ser aceptado en la manada del alfa.
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Al pasar los años ! Taekook
FanficJungkook es un omega de 45 años, soltero, sin hijos, su vida amorosa siendo tan decepcionante como sus esperanzas de que su familia deje de molestarlo por su soltería. Siendo sincero consigo mismo, se siente solo, pensó que algún día llegaría su am...