Un mundo más amplio

Capitulo 29

"¡Phuu 'ave phoo ve todo el camino! ¡Mmph!"

Harry gime en una extraña mezcla de dolor y placer mientras se despierta lentamente. Su cabeza se siente como si se estuviera partiendo. Tiene una maldita resaca. Pero para ser justos, lo que recuerda de la noche anterior le permite saber que se ha ganado con creces dicha resaca. Y sin embargo... la resaca está retrocediendo rápidamente, incluso cuando el placer proveniente de su ingle está creciendo rápidamente.

Con los ojos revoloteando, Harry lentamente mira a lo largo de su cuerpo. Está en su cama en la habitación de invitados que le asignaron en Titans Tower. A decir verdad, no lo había usado mucho, pasando la mayor parte de sus noches en las camas de algunas de las titanes. Sin embargo, la noche anterior había estado con todos los Birds of Prey y tenía toda la intención de acostarse con todos ellos.

... Pero ya sabes lo que dijeron sobre las mejores intenciones de los ratones y los hombres. Harry se despertó con la sensación de unos labios cálidos y húmedos succionados alrededor de su pene, pero no pertenecían a ninguna de las Aves de Presa. En cambio, mientras su mirada se desliza hacia abajo entre sus piernas, encuentra a dos de las únicas titanes que aún no ha cogido están arrodilladas allí, enfocadas en su polla.

En marcado contraste con la noche anterior, Starfire se ha hecho cargo de las cosas, mientras que Cassie observa a la princesa alienígena tragarse todo su miembro corpulento como una profesional. Parecería que Tamaranean está tratando de darle a su compañero de equipo instrucciones amortiguadas sobre cómo tomar una polla. Por supuesto, dichas instrucciones habrían sido más inteligibles si sus labios no hubieran sido succionados alrededor de la base de su pene, su garganta zumbando y enviando reverberaciones a lo largo de su pene.

Harry estaba descubriendo rápidamente que Starfire era una muy, muy buena mamadora de pollas. Sin embargo, eso por sí solo no explicaba por qué su resaca estaba retrocediendo tan rápido. Después de lo mucho que bebió anoche, no debería haber dudas de que esta mañana iba a ser de dolor. Además de eso, ni siquiera tenía acceso a su magia para curarse a sí mismo.

Al final, lo único en lo que Harry puede pensar es que una de las drogas que Dinah le dio debe haber sido diseñada para hacer que la mañana siguiente también sea más fácil. Porque en este momento... no debería querer nada más que hacerse un ovillo y morir. En cambio, está comenzando a empujar hacia los labios entusiastas de Starfire, sintiendo cada centímetro de su boca y garganta chupándolo y casi rogándole que se corra.

"¡Oh! ¡Estás despierto!"

Cassie se ilumina en el momento en que ve que los ojos de Harry están abiertos. Sus propios ojos se agrandan y la rubia se ilumina como un maldito árbol de Navidad mientras se sienta en la cama. Sin embargo, antes de que pueda decir algo más, Starfire intercede, agarrando a la hija de Zeus por su cabello rubio y tirando de ella para que vuelva a su posición justo en frente de su polla.

"¡Mmph!"

Cassie se sonroja ante el castigo ahogado de Starfire, volviendo a centrar su atención específicamente en la polla de Harry y luchando por no dedicar demasiadas miradas a sus ojos verdes.

"L-Lo siento Star. Quiero aprender, lo p-lo prometo. Sigue adelante..."

Starfire solo gruñe alrededor de su polla, aparentemente dándose cuenta de que sus explicaciones amortiguadas no eran tan inteligibles en primer lugar. En cambio, la princesa alienígena se enfoca en enseñar haciendo. Su lengua cuelga de sus labios fuertemente rellenos, y lentamente se abre camino a lo largo de sus testículos y su mancha. Masajeándolos con el músculo de su boca, ella gorgotea un poco más mientras desliza su garganta arriba y abajo de su polla.

Harry tiene que admitir que es probablemente una de las mejores mamadas que ha recibido. Y eso es decir algo, porque ha tenido bastante buena cabeza en los últimos meses. Hombre... ¿realmente han pasado solo unos meses desde que Galatea cayó del cielo, Voldemort murió y todo esto comenzó? Honestamente, el pensamiento deja a Harry un poco mareado. Ni siquiera ha pasado un año completo desde que todo su mundo se puso patas arriba. Y de alguna manera sabe que la locura también acaba de empezar.