La tribu del té.

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Después de terminar de escribir, Knight Cookie se recostó en su silla, exhausto. Estuvo por unos 2 minutos de esa manera, más o menos, hasta que alguien tocó a su puerta.

—"Señor, nuestro líder quiere verlo, dice que es un asunto que debería abordarse lo más pronto posible."—Dijo un guardia del otro lado de la puerta, con una voz serena y tranquila.

—"Dígale que voy en unos minutos. ¿Tiene alguna idea del por qué quiera verme?"

—"Los asuntos del líder son, la mayor parte del tiempo, privados, como guardia no puedo saber el por qué se sus desiciones, solo sigo órdenes."

—"Hm, está bien. ¿Como te llamas, amigo?"

Hubo un pequeño silencio después de esa pregunta, hasta que la voz volvió a escucharse:

—"Oolong Tea Cookie, señor, más conocido como Blue Tea Cookie."—Está vez la voz sonaba un poco más desconfiada, pero intentando mantener esa voz simple y segura de su misma.

—"Es un gusto conocerte, Oolong Tea. Salgo en un momento, no te preocupes."

Oolong Tea Cookie hizo un pequeño "Hm" con su boca, de forma afirmativa. Knight Cookie se estiró y se colocó su armadura lo más rápido que pudo, para luego abrir la puerta y encontrarse de frente con el caballero que lo esperaba, una galleta alta y con una armadura de un tono azul oscuro, su caballo desordenado y con unos ojos marrón oscuro, el cual le sonreía. Oolong Tea Cookie le indicó con su mano al caballero que lo siguiera, este comenzó a caminar en dirección a una casa más grande que el resto, el caballero lo siguió, observando su alrededor, saludando a las galletas que seguían mirándolo con curiosidad, las cuales nerviosamente le devolvían en saludo con una pequeña reverencia o un suave movimiento de sus manos.

Cuando ambos caballeros llegaron a la puerta de la gran casa, Oolong Cookie tocó 3 veces, esta se abriera inmediatamente de forma automática. Ambos pasaron adelante, se encontraban en la recepción del lugar, la cual tenía un olor intenso a té. También en este lugar se encontraban dos pequeños gatos de crema, los cuales miraban a Knight Cookie con desconfianza, pero decidieron solo recostarse en el suelo al ver que Oolong Tea Cookie lo acompañaba. Al salir de la recepción, se encontraron con una sala con varias puertas, cada una con un cartel en ella, indicando que se encontraba detrás de una. La primera puerta de la derecha decía: "Oficina de Black Tea Cookie.", Oolong Tea Cookie abrió la puerta.

—"Señor, el caballero del que le hemos hablado."—Indicó este, dejando a Knight Cookie entrar.

En la habitación había un escritorio algo grande, con una lámpara y varios papeles, delante del escritorio se encontraba una silla vacía, la cual se veía recién limpiada, y en las paredes habían cuadros, la mayoría desgastados o arrancados en partes específicas. La galleta detrás del escritorio tenía cabello oscuro, ojos de un color violeta oscuro, vestido con una traje negro sin corbata. Este levantó la mirada de sus papeles, mirando a las dos galletas, para después hablar con un tono de voz amable.

—"Muchas gracias, Oolong Tea Cookie, puedes retirarte por hoy si es que lo deseas."—El sonreía amablemente, aunque no se podría decir lo mismo del guardia.

—"Señor, no necesito un día libre por hoy, no se preocupe, estaré en afuera de su hogar, esperando a nuestro invitado, tenga buenos días."—Oolong Tea Cookie se despidió, saliendo de la habitación, cerrando la puerta detrás de él.

—"Oolong Tea Cookie se toma muy enserio su trabajo, ¿No crees?. Siéntate Knight Cookie, quiero hablar de algunas contigo antes de que decidas irte."—La galleta seguía con ese tono amable, pero al mismo tiempo sonaba autoritaria, por lo cual Knight Cookie aceptó su petición y se sentó delante de él.—"Muy bien, muchas gracias por venir temprano, realmente no tengo mucho tiempo en las tardes... Como sea, ¿Provienes del Reino Hollyberry, me equivoco?"

—"Si señor, se encuentra en lo correcto."—Respondió Knight Cookie, con un tono de voz neutro, tratando de no mostrar ninguna debilidad.

—"Muy bien. ¿Sabes? Nuestra pequeña tribu tuvo una temporánea amistad con el reino, pero con el paso del tiempo esa amistad comenzó a olvidarse, gracias a la desaparición de un gran guerrero proveniente de nuestras tierras: Tea Knight Cookie, debes haber escuchado de el."

—"Wow, ¿el proviene de por aquí? Debe ser un total honor que sus tierras hayan dado luz a tan reconocido caballero... ¿Pero me puede aclarar el por qué me citó usted aquí?"

Black Tea Cookie suspiró, para después contestar.—"Nuestra tribu está pasando por momentos de debilidad, hay saqueos como si fuera el pan de cada día, y nadie parece saber quien los emplea o como lo hace, no tenemos pruebas de nada, las cosas de valor solo desaparecen de un día a otro... además, también robaron grandes cantidades de comida de las reservas, dejando al pueblo casi sin comida... Una ayuda nos sería de mucho agrado."

—"Entiendo perfectamente señor, los ayudaré con sus problemas, me encargaré de informar al reino a través de una carta sus deseos, ya que en este preciso momento me encuentro en una misión importante fuera de este, y no puedo volver sin mi objetivo completado."—Respondió el caballero, asintiendo, lo cual iluminó la cara de Black Tea Cookie de alegría.

—"¿Enserio harías eso? ¡Muchas, pero muchísimas gracias por tus buenas intenciones, señor!"—Black Tea Cookie casi salta de su silla al escuchar esto, al poco tiempo controlándose y volver a su posición en su silla.—"Cambiando de tema... ¿Que tan importante es su misión? Quiero ver si yo o mi gente podría ayudarlo, en forma de agradecimiento."

—"Verá... Mi misión es enfrentarme a un dragón..."—Black Tea lo interrumpe, sin creer lo que acaba de escuchar.

—"¡¿Enfrentarte a un dragón?! ¡¿Tu solo?! Santo Earthbread... tienes idea de lo que peligroso que es eso? Es como si... fueras con la idea de quedar en pedazos..."—Black Tea Cookie cambió su expresión de amabilidad a una preocupada.—"Debe haber alguna forma de poder ayudar... ¡puedo enviar a alguno de mis caballeros a acompañarte!"

—"Señor, agradezco su preocupación, pero esta es una misión que debo abordar por mi cuenta. A pesar de que su idea no sea mala, debo rechazarla por el bien de su propia armada, creo que ellos deberían quedarse aquí a atender los problemas es sus tierras."

—"Comprendo... bien, espero que tu aventura no termine en desgracia... ¿Necesita que lo acompañe a la salida?

—"No hace falta señor, agradezco su amabilidad."—El caballero se levantó de la silla, dirigiéndose a la salida, dando un último adiós hacia el jefe de la tribu con su mano, el jefe solo asintió con su cabeza.

Knight Cookie se dirigió a la salida de la casa, encontrándose con Oolong Tea Cookie, para luego dirigirse a su lugar de estadía. Al entrar y despedirse del guardia, este ya tenía su mente resuelta, saldría de lo tribu mañana por la mañana.

Once Upon a Different TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora