Después de algunos minutos de vagar por las grandes colinas del valle de los dragones, Knight Cookie se encontró con una tribu, algo que no podía creer, ¿Por qué alguien querría vivir en un lugar como este?
El se acercó con curiosidad, la tribu parecía ser bastante tranquila, a pesar de que las galletas se vieran tan caóticas, incluso desde lejos. El caballero llegó al lugar, saltando de su caballo,
—¡JA JA! ¿ASÍ QUE, UN INVITADO, EH? ¡BIENVENIDO A LA TRIBU!—Gritó la jefa de la tribu, la cual se acercó rápidamente hacia el caballero, como si hubiera aparecido de la nada.
—El gusto es mío. Su tribu se me hace extremadamente... acogedora.—Respondió el, algo asustado por la repentina interrupción.
—¡MUCHAS GRACIAS! ¡JA JA! ¡VEN CONMIGO, TE DAREMOS ALGO DE COMER!—Exclamó ella, tomando del hombro con fuerza al caballero, llevándolo a una tienda de acampar, donde habían varias cosas para comer.—¡YO INVITO, NUEVO AMIGO!
—¿Nuevo amigo? ¿No cree que es algo pronto llamarme como tal?—Cuestionó el caballero, confundido.
—¡JA JA! ¡NO TE PREOCUPES POR ESO, AMIGO! ¡CUALQUIER GALLETA QUE ENTRE AQUÍ SIN MALAS INTENCIONES, PUEDE SER NUESTRO MEJOR AMIGO!—Exclamó la líder.—¡Mi nombre es Mala Sauce Cookie! ¿Qué tal de ti, eh?
—Knight Cookie, caballero de la corte real del reino de Hollyberry.
—¿Ah, un caballero! Muy bien, muy bien... ¡Come todo lo que quieras, amigo!—Mala Sauce le dio unas palmadas en el hombro al caballero, apuntando con su otro brazo hacia la comida. Su fuerza era superior a la normal, e incluso Knight Cookie sintió como si sus huesos fueran a romperse por la fuerza, pero él aguantó el dolor, sirviéndose algo de comida.
—Muchas gracias.—El caballero toma un plato de sopa y toma un sorbo, casi escupiéndola de inmediato, estaba picante, MUY picante. Su cara estaba roja, parecía que iba a estallar en fuego de un momento a otro, la sopa parecía estar hecha con lava ardiente y picante.
—¿Que pasó? ¡NO PUEDES AGUANTAR EL PICANTE?! ¡JA JA JA! ¡TRANQUILO AMIGO, NO TODOS ESTÁN ACOSTUMBRADOS A UN POCO DE PICANTE!—Rió ella, dándole otras palmadas en la espalda.
El caballero traga con dificultad, tosiendo inmediatamente, buscando con la mirada algo para tomar, agarrando una jarra llena de bebida, tomándola inmediatamente, solo para casi escupirla, ya que era casi igual de picante que la sopa. Su acompañante casi se se cae de la risa, sin ningún tipo de filtro en su forma de actuar.
Una vez salieron de la tienda, el caballero aún con la cara roja, le dieron algo de comer al caballo y el resto de la tribu lo recibió con los brazos abiertos, junto con muchos apretones fuertes de mano y más palmadas en la espalda. El caballero nunca se quejó, después de todo, probablemente no vería a esa tribu nunca más, así que por qué se preocuparía. Una vez la tribu estuvo reunida para el anuncio del día, el caballero decidió que era el mejor momento para preguntar.
—Disculpen, se que hemos tenido un buen rato aquí y todo pero... ¿Saben donde puedo encontrar al dragón que vive en este lugar?
Completo silencio. Todos dejaron de hablar y reír al instante, y lo único que se podía escuchar era la lava bajo las rocas y el fuego ardiendo, hasta que una galleta habló.
—¿Por qué querrías ir a un lugar como ese? ¡Ese dragón no le tiene piedad a nadie, ni siquiera a nuestra tribu!—Exclamó el.
—Quiero que mi reino esté a salvo de él, ese es el por qué de mi viaje, combatir contra el dragón y hacer que nunca más toque nuestras tierras.—Respondió Knight Cookie. Ahora la tribu volvía a hablar, pero en susurros, hasta que Mala Sauce habló.
—Yo puedo guiarte hacia su guarida, pero tienes que estar muy seguro de tu decisión, amigo.
El caballero se quedó en silencio por un momento. El momento que tanto había esperado estaba a punto de convertirse en realidad, volvería a casa y la princesa estaría orgulloso de él... La princesa.
El caballero recordó una viva imagen de la princesa, tomándolo de la mano llevándolo a una de las tiendas del mercado para comprar ropa y accesorios nuevos, mientras él cargaba con sus bolsas y ambos reían como si fueran niños. Su sonrisa hacía que su corazón latiera con fuerza, y esperaba que la princesa se sintiera igual por el, aunque lo dudaba mucho. Él recordaba cuando apenas la conocía, antes de convertirse en un caballero, ambos muy jóvenes, los cuales se hicieron amigos casi de inmediato, como si hubieran estado destinados a estar uno al lado del otro, quizás por eso lo eligieron a él como su guardaespaldas...
—Estoy muy seguro, y no hay más tiempo que perder.—Dijo el caballero, poniéndose de pie y alejándose del grupo, volviendo donde su caballo.—Hey amigo... ¿Recuerdas que te dije que hicieras si es que algo salía mal?
El caballo relinchó.
—Muy bien... Solo te lo recordaré una vez más. Si es que yo... si yo grito "vete", en medio de la batalla, quiero que te vayas corriendo de este lugar, volver sobre nuestros pasos y regresar al reino, donde dejarás que revisen tus bolsas, ¿Si?—El caballo relinchó una vez más. El caballero lo acarició, con lagrimas saliendo de sus ojos.—No vuelvas por mi, ¿Okay?
Mala Sauce Cookie siguió al caballero, preguntando por si quería continuar con su viaje ahora, él respondió afirmativamente y subió a su caballo, dándole unas palmadas en el cuello, haciendo que este avance. Ambos siguieron a Mala Sauce Cookie, que parecía haber drenado toda su energía emocional cuando Knight Cookie tocó el tema de su viaje, pero no protestó para que él volviera sobre sus pasos.
Ambos llegaron a un camino de rocas en la colina, deteniéndose.
—Hasta aquí puedo llevarte, amigo. Más allá de este sendero, el dragón reclama su territorio.—Dijo ella.
—Entiendo perfectamente.—Contestó el caballero.—De igual manera, muchas gracias, Mala Sauce Cookie, me has sido de gran ayuda.
Ella sonrió, despidiéndose con su mano y volviendo sobre sus pasos. El caballero pausó un momento, tomando un respiro, intentando ordenar sus pensamientos. La adrenalina lo invadía, quería terminar esto cuanto antes, pero solo quedaba esperar a la batalla.
—Princesa, lo haré por ti.
ESTÁS LEYENDO
Once Upon a Different Time
FanfictionUn dragón, en contra de un simple caballero... Una historia ya conocida por muchos, pero encontré un escrito totalmente diferente, pero se que no es verdad, ¡No puede ser verdad! ¡Yo mismo conocí a la princesa, y su caballero sigue fresco como recié...