VENDETTA | MINSUNG

4.4

William despertó con un horrible dolor de cabeza y sus ojos le punzaban.

Levantó su mano para tocar el costado de su cabeza, al hacerlo sintió mucho más dolor y al ver su mano había rastros de sangre, intentó limpiarse con su brazo a pesar del dolor.

Aún no entendía lo que pasaba, vio a su alrededor y se dio cuenta de que estaba dentro de uno de los cuartos que servían como bodega, en ese en particular había artículos de limpieza comunes y otros no tanto.

Todo eso lo veía gracias a un poco de luz que entraba por una pequeña ventana.

Estaba oscureciendo y había distintas tonalidades de naranja en el cielo.

Se levantó con algo de dificultad y estaba por abrir la puerta cuando algunos recuerdos volvieron a su mente.

Jisung.

Estuvo cerca de arrancar la perilla de la puerta por la fuerza con la que la jaló, al salir de esa habitación nadie de los presentes lo miró raro, ni siquiera lo voltearon a ver.

Subió por las escaleras para llegar a las habitaciones del segundo piso.

Nadie vigilaba la puerta del mellizo y eso no pudo asustarlo más.

Fue rápido para llegar hasta ahí y abrirla.

Jisung no estaba.

"Carajo" dijo bajo.

Salió de nuevo topándose con otro guardia y lo tomó del cuello de su camisa.

"¿A dónde llevaron al hijo de Cesar?" se sentía desesperado.

"El jefe lo llevó a la habitación de Kate"

Mierda. William lo soltó y ahora fue en dirección con Kate.

Intentó abrir la puerta pero estaba bloqueada, la maldita habitación tenía un scanner y código.

"¡Mierda!" gritó frustrado "¡Jisung!" susurró fuerte contra la puerta aún así no hubo respuesta.

Volvió a bajar al primer piso para buscar alguna herramienta para romper la puerta, se estaba arriesgando mucho.

Encontró un pequeño mazo sobre una mesa de madera.

"¿Para qué vas a usar eso William?" un hombre que encontró en las escaleras le preguntó entre risas, pero el pelinegro solamente lo ignoró.

Siguió con su camino y grande fue su sorpresa al ver a Mark saliendo de la habitación de Kate.

"¿Qué piensas hacer con eso?" habló burlón Lee, sus ojos brillaban con orgullo "Si quieres puedes entrar. Su hermano traerá a Minho, así que tenía que despedirme de él. Tú puedes hacerlo también pero que sea rápido, no tardan en llegar nuestros invitados".

Mark se hizo a un lado y se alejó mientras reía.

William dejó caer el mazo y abrió la puerta, aunque le dolió lo que vio, había esperado una escena peor.

La habitación no tenía más que una cama al centro, cortinas blancas sobre la ventana y una mesa pequeña.

Jisung estaba abrazándose a si mismo en una esquina.

William corrió hacia él y se hincó para ayudarlo a levantarse.

"¡No!" el mellizo gritó entre lágrimas rogando para que no lo tocara "¡No me toques por favor!".

William no entendía qué le había hecho Mark, no tenía ninguna marca o golpe.

"Jisung escúchame" habló más bajo sin tocar al menor "Tu hermano vendrá hoy, viene por ti".