12🦉🐬

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Annabeth pensaba en lo mucho que quería a su querido sesos de alga, mientras lo veía dormir, se sentía afortunada por tenerlo a su lado.
Nunca en la vida pensó que se enamoraría tan perdidamente como lo está de este chico.
Pensó en todo lo que habían vivido juntos tanto malos como buenos y mereció la pena cada uno de ellos, aunque en unos momentos lo habían pasado mal. No pudo aguantarlo le acaricio su mejilla y el sonrió como un tonto enamorado ¿podría vivir ahora sin el?, la respuesta es la siguiente no, ahora vivían en Nueva Roma ya que iban a la universidad allí pero en verano iban a su hogar que era el campamento mestizo, aunque eso no quitaba que también veían a demás familiares.

Juntos habían aprendido muchas cosas del uno del otro y habían aprendido a convivir juntos aunque eso no fue difícil para nada.

Habían hablado de boda de toda usa vida juntos, de hecho percy hace menos de dos semanas le había propuesto matrimonio y tenían pensando casarse cuando acabarán la universidad, algunos pensaba que era una locura y otros estaban contentos, bueno Atenea y Poseidon no mucho pero era lo que tocaba si querían ver felices a sus dos hijos.

Annabeth había en ocasiones tenido muchas dudas sobre el amor o con las relaciones sexuales, aunque lo había se sabido llevar como buena hija de atenea, había intentado aprender todo para estar con su chico.

Ella volvió a abrazar a él y el correspondió dándole un beso en la frente, esta reflexión que estaban teniendo los dos acerca de cómo había sido las cosas les daba más alegría y amor, sentían cositas en el estómago y sentían que querían llorar de felicidad.

Los dos abrieron los ojos y se dieron los buenos días, que dichosos eran y que envidia tenían algunos.
Después de su reflexión siguieron durmiendo un poco más y siendo un poco más felices.

Percabeth One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora