Hi there! What's up? I hope that you enjoyed the first chapter.
This story is very tiring for me, mainly because of the language, so I ask you to be patient if you find mistakes. Anyone who wants to correct me, I'll be open to advice.
Let me know what you think in the comments.
Thank you very much to everyone who will read this story, to those who will vote for it and to those who will comment on it.Let's go!
Abrió los ojos lentamente y no había nada más que penumbra a su alrededor. Se sentía débil y las mareas le daban la impresión de tener la cabeza pesada. Se puso de pie con mucho esfuerzo, se arrastró hacia la salida de esa maldita cueva apoyándose en las rocas. En la playa no había ese niño y la lluvia había comenzado a caer de manera más persistente. Raquel miró a su alrededor, desorientada, era la misma playa que antes, pero había algo diferente. Caminó hacia las escaleras de piedra que conducían a la calle.
Cuando llegó a la cima no encontró a nadie, el coche de Mónica no estaba allí y tampoco su amiga.- ¡Mónica! - gritó ella buscándola con la mirada -Mónica! - llamó más fuerte, hasta que se lastimó la garganta.
Nada, su amiga no estaba. El corazón comenzó a latir más fuerte y comenzó a sentirse desorientada, sola y completamente fuera del mundo. Buscó con sus ojos cualquier punto de referencia, un coche, una casa, un restaurante, una pizzería, un lugar donde pedir una llamada telefónica.
Se acordó de su móvil, probablemente estaba en su mochila. Luchó contra el frío que estaba empezando a hacer que se pusiera la piel de gallina y buscó en su bolso para coger su móvil.
Sin embargo, cuando lo tomó, se dio cuenta de que la batería estaba baja y la pantalla se apagó inmediatamente.
MIERDA.
La lluvia era fina como alfileres pero golpeaba el cuerpo de la inspectora de manera consistente, su vestido de primavera se había convertido en un fino lienzo transparente que se le había pegado al cuerpo. Se quitó el pelo húmedo que le caía ante los ojos y buscó con la mirada un lugar donde llamar a su amiga o pedir ayuda. Perfeccionó la vista para mirar en el horizonte un edificio que tenía la apariencia de una pizzería, un restaurante, una casa, un motel, pero no vio nada solo hierba alta y senderos fangosos. Comenzó a caminar en una dirección imprecisa, sin saber a dónde ir, dejando que el instinto eligiera. Cuando volviera a ver a Mónica, le diría que tenía razón, la maldita Muxía no era un buen lugar. ¿Cómo es posible que no haya nada, ni siquiera la sombra de una casa, en un radio de 200 metros? Sin embargo, Raquel recordaba haber visto algunas pequeñas pensiones para quedarse.Las voces acaloradas y los ruidos inexactos llamaron su atención, Raquel vio a tres hombres huyendo de otros dos individuos, cuando vio lo vestidos que estaban, su boca se abrió de asombro. Los dos hombres llevaban pantalones grises y chalecos rojos con dos bandas blancas cruzadas en el abdomen, tenían un andar rígido, similar al de los soldados y ridículas pelucas blancas con cola de caballo. Raquel los vio apuntar sus armas a esos tres muchachos y disparar. El sonido del disparo se extendió en el aire y ella se asustó. Afortunadamente, los tres desaparecieron en el bosque. De hecho, habían disparado.
Con la boca medio abierta, vio esa persecución surrealista ante sus ojos, luego los tres hombres desaparecieron en el bosque junto con los dos casacas rojas. Raquel se miró las manos.
Uno, dos, tres, cuatro.... Nueve y diez.
Sí, los dedos estaban allí.
Pensó que iba a ser alguna serie de televisión, esos eran actores disfrazados y estaban haciendo algunas escenas de acción. Donde había actores habría un grupo de técnicos, de personas a las que podría pedir ayuda.Caminó en la misma dirección que aquellos cuatro o cinco desconocidos, con la esperanza de conocer al equipo cinematográfico lo antes posible.Las hojas daban refugio de la lluvia que seguía cayendo sin ser molestada por el cielo gris, su fino vestido blanco se había vuelto transparente, tenía el pelo pegado a la cara y su aspecto debía ser horrible. Caminó esquivando ramas que sobresalían y la hierba alta le aguijoneaba los tobillos desnudos. Los volvió a ver, esos casacas rojas, esta vez se detuvieron un segundo. Raquel también se detuvo, apoyó una mano en el cortejo de uno de los árboles y los miró mejor: los uniformes rojos, los pantalones grises y las largas armas a un lado. Era el uniforme de las fuerzas inglesas.
Uno de los hombres se cruzó con su mirada, y Raquel se asustó. Luego apuntó el arma de fuego y disparó, una bala astilló la corteza junto a la cabeza de la inspectora que se agachó y sostuvo un grito.
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𝑬𝒏 𝒕𝒐𝒅𝒂𝒔 𝒍𝒂𝒔 𝒗𝒊𝒅𝒂𝒔 - 𝚂𝚎𝚛𝚚𝚞𝚎𝚕 𝙰𝚄
FanfictionRaquel Murillo es una inspectora de policía que después de una pelea con su marido abusivo, Alberto, se refugiará de Mónica, una amiga suya. Durante una excursión a una cueva en la playa de Muxía, Raquel será atraída a la "cueva de las brujas" que r...