Ayer soñé con el; soñé que aparecía en la puerta de mi casa, soñé que corría a el y lo abrazaba. Entonces sentía como si abrazara a mi vida.
Anoche soñaba despierta con verle, con correr a su casa e invitarlo a observar las estrellas conmigo.
En la madrugada, cante canciones de amor al cielo hasta que por fin el cielo aclaro.
Hoy, por la tarde seguramente me sentare a pensar en cuantas veces lo he pensado hoy.
Y quizá por la noche cuando muy cansada me encuentre, cerrare mis ojos y con voz sutil y pensamiento noble, gritare en susurro al mundo, aceptando que me gusta y que me cuesta vivir sin tenerle, pensarle y abrazarle.
A lo mejor antes de dormir me provoque recordarle y palpar sus pequeños detalles.
Puede ser que me de amnesia de malos recuerdos y olvide sin querer porque me moleste el día de ayer.
Puede también, que me de por recordar sus manos protectoras sosteniéndome, sus abrazos asfixiantes o su olor embriagante.
Su manera de mirarme y sus tácticas para sonrojarme.
Pero luego de pronto esa madrugada, la me realidad me golpeo:
''El nunca sería para mi''
Alguien que, ya dejo de gatear y empezó a caminar por el mundo extasiado totalmente por las maravillas de la vida. Con un futuro tentador pero brillante, con muchos sueños por delante y demasiadas ocupaciones de las cuales encargarse.
Tantas... Como para encargarse de un peso muerto como yo, alguien con una mente demasiado abierta y con muchos sueños irreales aun en una cabeza hueca que no sabe nada de la vida.
Él es demasiado bueno para mi. Y yo nunca podría ofrecerle nada suficientemente bueno para satisfacerlo.
Solo inseguridad y nada concreto en si.
Solo con miedo a ser descubiertos...
Y de esa misma manera y con el mismo miedo espere el amanecer... Y luego me resigne. Dispuesta a ser una más del montón, de su montón... Como siempre.
'' Me despierto en la mañana
para verte pasar, y tenerte
en mi mente por el resto del
día... Que vida, la mía. ''