El Fuego Del Rey (Resubida)

Capitulo IX: El Difunto Emperador.

Frente a nosotros había una raíz de descomunales proporciones que tocaba el estanque en donde residía la caída de la cascad que provenía de la enorme montaña flotante, desconozco como cae agua de algo que no está conectado al suelo pero mejor no le hago cerebro, el enorme lago estaba atestado de juncos y nenúfares encima de los cuales crecían flores que parecían un loto de cristal rozado, eran simplemente hermosas, me quede embelesado viendo la escena de todo este ambiente embobado, parecía un lugar que se describiría en una novela de wuxia o similares, las nubes de neblinas que rodeaban la montaña flotante le dan un aura como sagrada, impoluta, divina, simplemente es magnífico.

Volteo para ver a Kali, pero ella tiene una mirada apacible y normal, mientras ve las flores de cristal, este tipo de escenas deben de ser normales para ella que ha estado aquí toda su vida, caminamos hasta estar es una pequeña montaña normal que esta justo detrás de la enorme raíz buscando un lugar para descasar. Nos quedamos en una caverna desocupada, no detecte ningún olor o presencia cercana, no hay peces en el lago, no hay aves ni insectos de ningún tipo, Kali me dice que ningún ser jamás se acerca a esta montaña porque da una sensación fea, y que de no estar yo con ella ni siquiera voltearía en esta dirección, la verdad no se a que se deba, ha de ser cosa de Keiren.

Parado afuera de la caverna contemplo la larga subida y me percato de que está a más de 800 metros de altura la cima, y ni de chiste podría llevar a Kali hacia haya y menos con el equipaje que llevamos y la distancia a subir combinado con las corrientes de aire a esa altura no debe de ser tarea fácil para mí y mucho menos para Kali, así que solo llegue a la conclusión de que tengo que subir solo.

—¡NO! —

Claro está, que no me esperaba esto.

—Kali escuch- —

—¡No! ¡Aron no ir solo! ¡Peligroso! — dijo en un tono increíblemente emocional.

—Kali entiende solo yo puedo subir, hace mucho frio arriba y te cansaras antes de llegar a la sima, además tienes que cuidar las cosas, es mejor que te quede aquí mientras yo subo— dije lo más convincente posible, entiendo su preocupación, desde que nos conocemos no me ha visto hacer más que locuras y terminar peor que un alfiletero (y apenas llevo poco más de una semana aquí wey...) debe de ser muy duro para ella.

—p-pero Aron solo... y si hay cosas grandes, y si muerto miente, y s-si...— su voz se quiebra a medida que habla.

La tomo por los cachetes y la fuerzo a mirarme, no nos conocemos desde hace mucho, pero se preocupa mucho por mí, esto no debería, pero me hace feliz.

—escúchame atentamente, nada va a pasarme, voy a subir, buscare a Keiren, volveré a bajar y después nos iremos de aquí a ver que hay más haya de este bosque, ya llegué hasta aquí y cruce muchos peligros, no hay nada que temer, nada me impedirá volver con mi compañera, eso tenlo por seguro— dije mirándola a sus ojos, ha esos hipnotizantes ojos color miel.

Kali me miro y asintió lentamente, acerco su cara a solo unos milímetros de la mía, tengo que verla hacia arriba ya que es más alta que yo por un margen bastante grande, su cara se enrojeció y sin esperar me beso de manera cálida, lenta y delicadamente mientras me abrasaba con fuerza, esto sigue desconcertándome, pero ya se me acabo la resistencia en su contra, de verdad soy un malnacido...

Después de un momento bastante... sexoso sin ser sexoso, nos separamos ambos con mirada de embriagues. Sacudí la cabeza, para despejar mi mente y con la cara igual que un semáforo en rojos me di media vuelta y salí corriendo hacia el lago, vi la enorme raíz que tenía raíces más pequeñas entrelazadas con ella y miré hacia arriba con expectativa.

Empecé a trepar lentamente, pero esta cosa es algo correosa, a unos 20 metros me resbale y caí, soy imbécil... tome con mis manos la enorme raíz intentando parar la caída, pero me detuve justo a la mitad, después de un suspiro de alivio me percato de que mis dedos están clavados en la superficie de la enorme raíz, al sacar mi mano quede estupefacto, mis uñas eral en doble de largas, gruesas, afiladas y en punta, vi mis pies descalzos y están de igual manera las uñas de mis pies.