CAPITULO 7

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Me debato en una lucha interna de que hacer. Decirles la verdad a mis amigas no ayudará en nada, ellas no podrán salvarme pero por lo menos lo sabrán y hay esta el otro punto, lo sabrán, sabrán qué mi cuerpo se volvió en mi contra, que muero y que cada día estoy más cerca de caer al vacío, mas cerca de no volver a despertar. Y me duele, me duele más qué la importancia de no poder hacer nada.

"-Es demasiado arriesgado tratar de sacarlo, el cerebro es demasiado sensible para tratar de abrirnos paso y tratar de retirarlo. Lo siento. -"

Eso fue lo que dijo el doctor y la traducción es clara y sencilla: voy a morir sin importar qué. Y luego trato de convencernos de que aun había esperanza, ¿cómo se atreve? La quimioterapia no me va a salvar, tal vez me alargue la vida pero no será mucho y solo causaría mas dolor. Y quiero muchas cosas pero eso no, quiero que sufran más por mi. No merecen esto y no voy a reventar su pequeña burbuja de felicidad, por lo menos aun no, no quiero ser tratada con lastima o dolor o cómo si en cualquier momento me fuera a romper, no. No quiero más lastima, no quiero tener qué tratar con la mirada de dolor a cada pasó del día, si bien no me puedo salvar en mi casa con mi familia, no quiero tener que hacerlo con mis amigas también. Ellas no tienen qué saber aun, aun no tienen porqué saber. Aun no.

Con forme pasa el tiempo, el miedo va creciendo en mi. No quiero ir a casa aun, estar alejada es como... como antes, es como si nada fuera real y la idea de morir no existiera. La paz y la ignorancia de antes de saber que la muerte estaba muy cerca de mi, esa tranquilidad de que aun tenia un futuro por delante era presente aquí, era como una burbuja y a cada minuto estaba mas cerca de reventar. De explotarme en la cara y enviarme de nuevo a la realidad. Y me horrorizó, tenia miedo de volver a casa. Quería aferrarme a mi pequeña burbuja, agarrarla y quedarme dentro de ella por todo el tiempo que fuera posible. Y en ese momento una idea pasó por mi cabeza, sin pensarlo mucho y por mas patético y malo qué sonará me aferre a ella cómo un chaleco salvavidas a mitad del océano.

-¿Quieren ir a mi casa? - sabia su respuesta antes de preguntar y lo usaba a mi favor. Utilizaba a mis amigas para evitar caerme de mi burbuja, ¿qué clase de amiga soy? Una llama de odio se prendió en mi pecho, odio hacia mi misma. Las estás utilizando. Recalco.

Cerré los ojos y suspire. Pero ya lo había dicho y el alivio era mas grande qué mi odio en esos momentos.

-¿En serio? ¿nos estas invitando a ir a tu casa? - la voz de Luz sonó sorprendida y alegre. Abrí los ojos y asentí.

-Si, es en serio, ¿quieren ir? - un poco de miedo me golpeo de pronto, ¿y si no querían ir?

-¿Tus hermanos van a estar ahí? - dijo Luz. Fue más una afirmación qué una pregunta y me alegre cuando el alivio llego a mi.

Sonreí -Bueno si, si van a estar ahí, ellos viven conmigo, ¿recuerdas?

-Agh -puso ojos en blanco -sí, si lo recuerdo, cómo también recuerdo que tienes una piscina y yo perdí algunos kilos y me puse mas curvilínea...- Rous emitió un gruñido que la interrumpió

-Ignorarla es lo mejor, solo quiere coquetear con tu hermano.

-Claro que no. Solo quiero lucir este cuerpesito y si se da la casualidad de que Cris me vea y se dé cuenta de que esta profundamente enamorado de mi...-suspiro profundamente. Sus ojos brillaban llenos de amor por mi hermano. Pero era tan normal en ella que ya me había acostumbrado. Sonreí.

GO: ANTES DE IRME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora