Daemon Targaryen hablaba con su hermano, el rey Viserys el consejo quien tenía un nuevo copero, Laera Hill,hija bastarda de Jason Lannister quien también no paraba de mirar al príncipe canalla.
-En serio crees que voy aceptar que me cases con esa perra de bronce,hasta la bastarda que tienes como copero es mejor que ella-dijo con desprecio nombrando a lady Rhae Royce pero su mirada lujuriosa sobre la chica era algo que en ella la hacía sentir como se mojaba con solo verlo.
-No me importa lo que creas es por tu reputación-dijo Viserys algo enojado y sonriendo a Laera como se señal que se puede retirar a lo que Laera hizo una reverencia saliendo de ahi y Daemon la siguió con la mirada.
-Sabes que, jodete Viserys-dijo levantándose enojado y siguiendo a Laera hasta su cuarto pero antes de que llegue la tomó de la mano y la atrajo hacia el pegandose en la pared.
-Príncipe Daemon-susurro sorprendida y algo excitada al sentir su mano en su cintura.
-Vi como me mirabas con esos ojos traviesos-dijo pasando su mano por su cabello apartando un mechón de cabello dorado y posando su mano en su barbilla levantando su cabeza ligeramente.
-No sé de qué está hablando-dijo la bastarda haciéndose la loca y apartando la mirada.
-Claro que lo sabes cariño, solo no quieres admitirlo tienes esa mirada de una leona a punto de cazar-dijo Daemon soltando una pequeña risa a lo que ella tambien sonrio.
-No es cierto mi príncipe-dijo Laera sonriendo de costado de una forma picara.
-Si lo es, en el fondo lo sabes-dijo Daemon sonriendo de lado mientras tomaba la cintura de la Lannister mientras ella posaba las manos en el cabello platinado del príncipe.
-Tal vez sí, tal vez no-exclamó la bastarda mientras el Targaryen subía las faldas de su vestido y subía su mano hasta su intimidad que quedó expuesta a lo que ella jadeo al sentir su mano fría sobre su clítoris, empezó a dar vueltas con su pulgar sobre el. Laera soltó un pequeño gemido mientras sonreía a lo que Daemon intensificó sus movimientos e introdujo un dedo en su entrada haciendo que esta soltara un gemido más fuerte mientras este seguía con sus movimientos.
-Al final del día todos caen ante los encantos de un dragón-mencionó Daemon sonriendo al ver a la bastarda en ese estado, el cabello revoloteado y gimiendo el nombre del Targaryen, así estuvieron hasta que Laera soltó un fuerte gemido retenido por la otra mano, corriendose sobre los dedos del Targaryen sonrió.
