Aegon se quedo observando a la hija de Alys Rivers, Melys, al tomar Harrenhal le perdonaron su vida excepto la de su madre, porque había cautivado al rey y al príncipe tuerto.La chica pelirroja recogía frutas en el campo para el desayuno de Aegon y la reina Helaena luego de eso llego con la frutas al comedor donde comían donde solo se encontraba Aegon, este empezó a coquetear con ella estos ambos les gustaba aunque a esta se sentía mal por la reina.
-Como esta la mujer más hermosa-dijo Aegon abrazándola por atrás y dándole besos en el cuello.
-Aegon alguien puede llegar-dijo Melys volteándose y al instante llego Helaena con sus hijos haciendo que esta se apartara y siguieran atendiéndolos hasta que Helaena se tuvo que junto a sus hijos.
-Eres muy hermosa, lo sabias?-dijo Aegon mirándola con deseo y algo de lujuria.
-Supongo que si mi rey-menciono Melys y este la agarro de la cintura apegandola a él para luego juntar sus labios en un beso en eso un guardia entro.
-Señorita Melys el príncipe Aemond la busca-dijo el guardia y se retiro.
-Lo siento mucho mi rey, pero necesito atender las necesidades del príncipe-dijo separándose y retirándose del lugar para llegar al dormitorio de Aemond.
-Melys acércate-dijo Aemond quien estaba sentado frete a la chimenea.
-Que sucede mi príncipe-dijo Melys sentándose sobre sus piernas.
-Porque estabas tan cerca de Aegon-dijo mientras acariciaba su cintura.
-Nada solo pasaba tiempo con el rey-dijo sonriendo mientra tomaba a Aemond de la mandíbula.
-Estas segura porque eso no fue lo que me contó el guardia-dijo mirándola.
-No le hagas caso-dijo besándolo y empezó a acariciar el cabello de Aemond, empezó a bajar sus besos hasta llegar a su cuello.
-No piense que voy a dejar pasar eso-dijo Aemond apartándola con una sonrisa burlona en su rostro.
Aemond la volteo dejándola apoyada contra el escritorio de su dormitorio y este empezó a penetrarla Melys gemía fuerte haciendo que el ego de Aemond aumentara aunque a este no le importaba su esposa lo ubico que quería y lo complacía era su Melys.
Aegon paso por ahí escucho gemidos y gruñidos del dormitorio de su hermano donde él se puso celoso al saber que aquella persona que gemía era Melys
