¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La lluvia caía en picado, los dueños de la vivienda y ahora que estaban los amigos miraban al bebé que estaba viendo sus caricaturas favoritas. Cómo era de esperarse, uno de ellos le tocaba cuidarlo, era evidente que la persona que le tocaba era nada más que Sanzu. Tenían un escalofrío, Mikey estaba dudando mucho en dárselo.
- Yo lo cuidare - el peli blanco miro al bebé -
- Sanzu, se que eres un extraordinario subordinado y un buen amigo - Mikey se acercó - pero cuida muy bien Michy.
- Lo cuidare bien - Sanzu tomo al bebé y la pañalera, takemichi al sentir que lo cargaban y más con el echo de que lo estaban alejando de la televisión.
- Espera - Mitsuya detuvo al peli blanco - quédate mientras se calma la lluvia, es malo para takemichi. Sus defensas todavía no son muy fuertes y puede que se enferme.
- Mūtto me presto su carro - Sanzu tomo un suéter muy calientito para después ponérselo al bebé. Este solo miraba con curiosidad a la persona que le estaba poniendo el suéter.
- Oh - Todos se asomaron desde la ventana para ver oanoiertaba abierta de la residencia y vieron un auto.
Sanzu tomo la sombrirlla, lo abrió con algo de dificultad por tener al bebé en los brazos. Camino hacia la salida de la residencia de los Sano's, hoy tenía mucho que hacer con el bebé. Aunque era fácil para él, tuvo que cuidar de su hermana.
Se subió al auto y el chófer arranco el auto, solo miraba como el bebé dormirá ahora en su pecho. Al tener una cara de drogadicto, era muy amable con las cosas muy pequeñas en todo caso con los bebés era un cosa distinta. Aunque tenía que esconder ese lado para que no lo vieran tan débil, pero aún así tenía esa necesidad de cuidarlos y protegerlos, eran unas personitas pequeñas que apenas estaba aprendiendo del mundo, eran tan inocentes que le gustaba mucho mantenerlos así. Lastimosamente la sociedad era una verdadera corrupta, había personas que les metía ideas tan estúpidas que le daba ganas de darles un golpe a esos adultos estúpidos, también tenía sus ideologías, pero una cosa era muy distinto a meterse los a unos niños.
En cualquier caso, no dejaría que ese niño creciera con ideas algo estúpidas. Tenía que dejarlo crecer a su manera y que él mismo tuviera sus ideologías, aunque puede que lo regañen por hacer algunas cosas tontas, en esa vida era así.
Con su mano acariciaba la pequeña cabeza del menor, un día lluvioso le.quedaria bien estar en la cama viendo películas o en todo caso dormir todo el día. Para él no era difícil mantener un bebé dormido.
No tardaron mi 10 minutos cuánto ya estaba en su casa, mirando la residencia donde vive solo le dió un vistazo al chófer, este lo veía desde el espejo retrovisor. Con una asentimiento de cabeza, el chófer salió con una sombrilla y rodeo el auto, abrió la puerta y con la sombrilla lo cubrió. Sanzu salió del auto y tomo la sombrilla para caminar hacia la entrada de su casa, escucho algunos gritos y una que otra maldición.
