CAPITULO 8-Buscandote

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Toc toc toc

Muy a gusto en los brazos de Alucard el sonido de la puerta me hizo pararme de la pequeña cama.

-Ya voy- grite ...toc toc toc. Abrí la puerta me encontré con el mercader John y el fulano aquel que ayudo a la pareja.

- ¡Mercader John, que gusto verlo! -

-Veo que sembraste la semillas que te di- dijo observando mi hermoso huerto.

-Si, ya quiero ver los avances, pero no se queden ahí pasen- y pasaron a mi casa observando todo a su paso

-No comas ansias muchacha-

-Tiene razón, pero dígame, ¿Qué les trae por aquí? -

-No salgas si quieres seguir con vida- dijo por primera vez aquel fulano.

- ¡Alex! - le reprocho el mercader John.

-Te están buscando- dijo el supuesto Alex.

- ¡Buscándome! ¿a mí? ¿Quién? - pregunte confundida

-Mira que serás bruta, a lo que veo no duraras mucho viva- abrí mi boca con indignación, acaba de llamarme bruta

-Alex, vinimos ayudarla no a ofenderla-

-Pero si es la verdad-

- ¿Cómo me llamaste? - pregunte acercándome a el

-Aparte de bruta es sorda, que le doy dos semanas con vida y luego la encontraremos muerta-

-Encontraran muerto otra cosa a como no te calles- le dije con un tono amenazador, ya me estaba haciéndome enojar y Esmeralda enojada no es buena.

-Ya basta los dos-

-De seguro no tienes novia, con esa actitud nunca encontraras a una mujer que te aguante-

-Ya veo porque estás sola- oh no, el no acaba de decir eso, era hombre muerto, con rabia le di una patada en su ''hombría'' si era que tenía. - ¡Auch! - se quejó agarrándose su parte y rápidamente me oculte detrás de el mercader John como el angelito que era. -Tu, sucia escoria- dijo en un intento de acercarse a mí, pero el Mercader John lo detuvo.

-No te quejes, tu empezaste- le dijo el mercader John, eso mercader John dígale más – Recuerda que lleva mucho tiempo sola. -El tal Alex solo me observaba con ira, le saqué la lengua en señal de paz y y dije entre mis labios – feo- y él lo entendió y volvió acercarse a mí. -Yo le explico y tu mejor te callas-

-Mira niña, aquel guardia que golpeaste te anda buscando como loco, y si te encuentra ya sabes de lo que él es capaz-, así que será mejor que no salgas de aquí por un tiempo-

-Pero...-

- Tranquila mi niña, Alex y yo nos encargaremos de traerte lo que te haga necesario-

- ¿Yo? -

-Harías eso por mí? - le pregunte claramente al mercader John, no a ese apestoso llamado Alex- Lo que menos quiero es volver a ver tu cara apestoso llamado Alex-

-Tranquila que no volveré-

-Si lo harás, de hecho, tendrás que venir en la tarde a traerle algo que le tengo guardado-

- ¿No puede venir usted? -

-Lo siento mi niña, pero no puedo dejar mi negocio por mucho tiempo a sola-

-Comprendo-

-Bien, ya nos vamos, cuídate mucho mi niña- se despidió el mercader John, el apestoso Alex no se despidió y azoto la puerta cuando salió

-Animal- le grite

-Al fin se fueron- dijo Alucard detrás de mí, asustada di la vuelta y ahí estaba el, de lo muy tranquilo mientras yo pasé un mal rato. -Esmeralda- dio un paso adelante – si ese tipo vuelve o cualquiera nadie debe saber que estoy aquí, no pronuncies mi nombre, y si te preguntan no sabes nada ¿de acuerdo?

-Está bien... pero el tal Alex volverá en la tarde-

-Tranquila, no saldré-

.......

Alucard y yo nos encontrábamos degustando algunas frutas en la mesa, el sonido de la puerta nuevamente nos interrumpió, mire a Alucard, le hice una seña que subiera a la habitación, se fue de inmediato mientras la puerta la tocaban cada vez más.

-Ya voy animal- abrí la puerta y ahí estaba el apestoso Alex con una pequeña bolsa

-Hasta que por fin abres- y entro a la cabaña sin mi permiso, ay como lo odio

-Oye, no te dije que podías pasar, que animal eres-

-Al menos mi cabello luce peinado- dijo jalándome el pelo

-Ay que eso duele, suéltame, puedo apostar a que esta sucio-

-Esto es por lo de esta mañana, esto no duele nada comparado al golpe que me diste-

-Como bien dijo el mercader John te lo merecías, eso y más- dije apartando mi cabello de sus sucias manos

- ¿Tienes compañía? - pregunta mirando la losa encima de la mesa-

-No, como crees- dije obviamente nerviosa, no se me da bien mentir, rápido Esmeralda piensa.

-Ah ya se, comes dos veces, con razón estas gorda- de mis labios se dibujó una línea para que no se me saliera un insulto.

-Ah si, eso es, adivinaste-

PAM

Se escucho un golpe de la habitación, es enserio Alucard

- ¿Escuchaste eso? -

-Que? Yo no escuche nada- dije apoyándome de la silla, le di una de mis mejores sonrisas para que no sospechara- Seguro fue una rata-

-Si eso debe ser, si quieres la mato- dijo tomando marcha a las escaleras

-No, no, no –detuve su marcha jalándolo del brazo, el me miro con el ceño fruncido- lo que pasa es que a mí me gusta tenerla ahí ya que a veces me siento sola

-Hmmm bueno me voy y te dejo con tu rata-

¡PAM! ¡PAM! Se volvió a escuchar

- ¿Segura que no quieres que mate a la rata-

-Si, muy segura-

-Bien, adiós- dijo y se marchó, al fin

Subí con prisa las escaleras y entre a la habitación, busqué con la mirada al causante del ruido y cuando lo vi lo empecé a golpear

-Ay, basta Esmeralda- lo jale del pelo- Auch, cálmate mujer- intente jalarle el pelo, pero de nuevo se escuchó la puerta siendo tocada, este definitivamente no era mi día

-Tu quédate aquí y no vuelvas hacer ruido- bajé sin esperar su repuesta y abrí la pueta y ahí estaba de nuevo nuestro odioso amigo Alex.

-Que- dije malhumorada

-Vine a devolverte esto- dijo mostrándome el pequeño bolso- Toma-

-Gracias-

-Ahora sí, adiós-

.......

Abrí la pequeña bolsa a ver lo que tenía, de la bolsa saqué cuatro bonitos vestidos, con una carta sobre ellos

-Esto es para ti mi niña, espero que te guste. Alex te regalo dos, no le digas que te dije- leí

- ¿Qué es eso? - pregunta Alucard

-Mis nuevos vestidos- le respondí mostrándole cada uno

-Te quedaran bonitos, cada uno-

-Gracias- 

🍀☘️🥱 Tardanza, lo sé, muy corto? También lo sé pero la universidad se está llevando mi tiempo así que les pido paciencia 👍

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