Mi dulce sueño

Capitulo 2-La sopa verde

—De los que querían matarme—

—¿Tienes hambre muchacho— le pregunté para cambiar de tema, no sé si era una de sus bromas, con todo el tiempo que me tome en traer a este muchacho ya me dio hambre, era mejor preparar algo.

—La verdad es que sí, pero si la vas a envenenar para hacer de mi uno de tus experimentos prefiero pasar hambre—

—Ja, si hubiera querido envenenarte o matarte ya lo hubiera hecho cuando estabas inconsciente ¿No crees?—

—Buen punto— dijo regalándome otra sonrisa, Dios; no lo conocía, pero me brindaba confianza, aquella sonrisa me brindó compañía que hace mucho no tenía, Por un lado estaba feliz de traerlo.
Me hipnotizada eran sus ojos, en uno de los cuentos de la anciana me habló de Medusa y de cómo la mirabas a los ojos te volvía piedra, pues yo ya era fiel creyente de Medusa.

—Bueno en el estado que estás será mejor preparar una sopa—

—¿Puedo pedir otra cosa?—

—No, la sopa te hará sentir mejor, cuando estás en estado crítico no hay nada mejor que un caldo de sopa—

—Esta bien, ¿Me diría su nombre?—

—Me gustaría pero no tengo— dije apenada, la anciana nunca me dijo su nombre pero tampoco me dio uno.

—¿No tienes nombre?—

—No, la anciana que me cuidaba solo me llamaba niña tampoco me dijo su nombre—

—¿Y dónde está la anciana?—

—Se enfermo y murió—

—¡Hmmm! — me miro y puso su mano en su barbilla. —¿Le gustaría que esté fiel experimento suyo le diera un nombre?—

—¡SIII!— grité. —Digo sí— dije esta vez sin gritar mirando mis uñas tratando de parecer desinteresada, intentando ocultar mi sonrisa que estoy segura que me llegaría hasta las orejas. No quería parecer una boba ante aquel muchacho, la idea de tener un nombre me agradaba.

—A ver, te llamaré Esmeralda ¿Te gusta?-
¿qué si me gusta? ¡¡me encanta!!

—Esmeralda— dije probando mi nombre, pero sonaba más hermoso cuando lo dice aquel muchacho. —si, pero... ¿Por qué Esmeralda?—

—Por tus ojos—

—Me encanta mi nombre, gracias...pero no me ha dicho el suyo—

—Alucard—

—Con que Alucard, bien iré a preparar la sopa— sin esperar respuestas baje a la cocina y preparar una rica sopa para que se mejore, me emocionaba cuidar de alguien y que ese alguien requiera de mí.

Cuando la sopa estuvo lista busque mi mejor tazón de madera y le serví la sopa, busque dos cucharas de madera. Servi más sopa en otro tazón de madera para mi.
Subí a la habitación y me encontré con un Alucard totalmente dormido. Me acerque a él.

—Hey, la sopa se va a enfriar, despierta — pero este no respondió a mi llamado así que me acerque más a él —Alucard—
Pero en un pestañeo tenía su mano apretando mi pobre cuello cortandome la respiración.

—A...lu-lucard— apenas me salían aquellas palabras, Alucard me miro fijo a los ojos, parpadeó respectivas veces saliendo de su transe y me soltó haciendo que yo cayera al suelo, agarre con mis manos mi pobre cuello y empecé a toser.

—No vuelvas hacer eso— me advirtió

—Solo te cof cof te lla-maba ...para decirte ...cof cof que la sopa ya está lista— me pare del suelo como pude y fui por el tazón de madera y se lo pase.

—¿Esto se supone qué es sopa?—

—Sí—

—¿Por qué es verde?—

—Porque está hecha de verduras, es lo mejor para tu estado y aparte no sabe tan mal como parece. —Alucard observó la sopa sopa por otro rato. —No te va a matar Alucard— para animarlo a que comiera lleve a mi boca la cuchara de madera con el líquido verde, Alucard imitó mi acción. —¿Y bien? ¿Qué tal
está?—

—Nada mal para ser verde— dijo tomando más de la sopa.

—Mañana le haré otra sopa, pero gallina para que repongas fuerzas y energía—

—Gracias, por todo lo que está haciendo por un simple desconocido—

—No eres un simple desconocido, eres Alucard— dije regalándole una sonrisa a lo que él me la regreso y empezamos a comer en silencio.
....

Al terminar la sopa le di un poco de agua  —Bien es hora de dormir, hoy ha sido un día lleno de sorpresas— dije soltando un suspiro, hoy me tocará dormir en el suelo. Fui al pequeño armario y cogí de estas dos cobijas, uno para cubrir el sueño y no dormir tan incómoda en el duro suelo y la otra para arroparme.
Empecé a preparar mi cama improvisada.

—¿Qué haces Esmeralda?—

—Preparando mi cama—

—¿Dormirás en el suelo?—

—Pues es lo que toca, está cabaña tiene dos plantas pero la segunda cuenta con una sola habitación, la cual es esta—

—No puedo permitir que duermas en el suelo— dijo tratando de pararse.

—Y yo no puedo permitir que duermas en el suelo en el estado que estás lo mejor es que duermas en la cama, aparte  ¿No quieres recuperarte rápido?

—Si, muchas gracias Esmeralda te prometo que de alguna manera te
pagaré—

—Esto lo hago por buena voluntad, si estuviera en tu estado me gustaría que hicieran lo mismo por mí, así que no me debes nada y ya mejor a dormir— dije acomodándome en el duro suelo.

—Quiero creer que todo esto es un sueño o eres simplemente un ángel guardián—
O tal vez eres lo que le pedí a Dios está mañana.

—Buenas noches Alucard— dije arropandome con la cobija.

—Buenas noches Esmeralda—