The Art Of The Life - Park Sunghoon (ADAPTADA)

Capítulo 21 {1 Parte}

La noche no es realmente tan dura. Sólo cae en su lugar. Me arrastro hacia los brazos de Sunghoon y nos vamos a dormir. Tal vez pueda superar esto, tal vez.

Por la mañana, estoy luchando para prepararme. Quiero lucir perfecta.

Sunghoon solo me mira con diversión. —¿Qué estás haciendo?

—Quiero verme bien —afirmo—. Habrá un montón de chicas bonitas allí y quiero al menos que Jay me note.

—Si está interesado, te notará —dice Sunghoon en voz baja—. Definitivamente yo te noto.

Volviéndome, digo—: Aww, eso es dulce.

Él me guiña el ojo y luego se ríe. —Sabes que es una exhibición de autos ¿no? Irás con un grupo de chicos, verás autos... probablemente nuestra atención esté en los autos. Es una cosa de hombres.

—Genial —me quejo—. ¿Hay un punto en que vaya?

—Sí, porque te quiero allí. No me importan los otros dos. Debes aprender sobre autos.

—Oh Dios —suspiro sarcásticamente—. De todos modos, ¿cómo me veo? —Mis ojos miran hacia abajo a mi traje. Tengo puesto unos pantalones muy bien ajustados y un top de seda—. Creo que me veo bien.

Sunghoon responde—: Siempre te ves bien para mí. Así que, creo que te ves maravillosa.

—Harás sonrojar a una chica —me río—. Quiero que Jay también piense que me veo maravillosa.

Aunque mi mente está más centrada en el hecho de que Sunghoon piensa que me veo bien. ¡Basta Leah! Te gusta Jay, Jay, no Sunghoon, Jay. Preocuparse por lo que Sunghoon piensa es estúpido. No te llevará a ninguna parte.

—Estás poniendo demasiado en impresionar a Jay —dice Sunghoon, sólo mirándome—. De verdad te gusta, ¿eh?

Mi boca se abre, pero no sé qué decir. —Me tiene que gustar alguien, ¿no? —Finalmente pregunto.

Estamos allí por un minuto mirándonos fijamente el uno al otro.

—Sí — Sunghoon responde en voz baja—. Supongo que sí. —Rápidamente mira hacia otro lado—. Si estás intranquila con Jay, tal vez pueda conseguir un par de números.

Con esas palabras, el pecho se me aprieta en un nudo. Mi respiración está en realidad atrapada en mi garganta. Me doy la vuelta y chillo—: Sí, eso sería bueno para ti. No has tenido una cita en mucho tiempo. —Hago una pausa por un segundo y luego digo—: Y probablemente no has llenado esa cuota de besos de la que siempre hablas. Ahora, tengo que terminar de prepararme.

Entro a mi habitación y cierro la puerta. Mis rodillas empiezan a ceder y me arrugo en el suelo. —Basta ya Leah —apenas susurro para mí misma—. Esto es una estupidez.

Mi mente sólo está corriendo. Suspirando, decido levantarme y miro el arte en mi pared. Siempre me ha calmado. Un poco más tarde hay un golpe en la puerta.

—¿Leah?

—Sí —respondo.

—¿Puedo entrar?, O estás desnuda, y entonces ¿puedo entrar de todas formas? —dice Sunghoon desde fuera en el pasillo.

Cruzando los brazos, le contesto—: Tengo la ropa puesta, para empezar, ¿por qué habría de estar desnuda?

—Tal vez estabas cambiándote de ropa, no lo sé. Estaba bromeando. ¿Puedo entrar o estás enojada conmigo?

—No estoy enojada —Suspiro—. Sólo necesitaba tiempo para mí. Puedes entrar si quieres.

Sunghoon abre la puerta. —¿Qué pasa?