Tres

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Los primeros rayos de la mañana entraron por las rendijas de la ventana, en la nueva habitación donde Barcode se despertó y confuso miró a su alrededor hasta recordar que era la casa del alfa arrendatario.

Esta era sencilla pues había una cama, un espejo, un armario, una mesita y un perchero pero aún así, los muebles debían costar mucho más que el sueldo de un año trabajando en la mina.

De repente se acordó de su familia y se estremeció pues tan solo llevaba unas horas lejos de ellos y sentía como que hacía una eternidad que no los veía, por lo que estaba seguro que le iba a ser muy duro vivir allí.

Unos toques en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.

-Buenos días, pequeño...Anda, levántate que hay mucho que hacer, perezoso-dijo Mali sonriendo cariñosamente.

-Si, ahora mismo voy.

Mientras esté se lavó y se puso algo de la vieja ropa que raia en su mochila, la omega volvió a la cocina, entonces escuchó la campanita, así que acudió al comedor donde el alfa se tomaba el café, un zumo natural y sus tostadas con mermelada de fresa.

-¿Llamaba?-preguntó.

-¿Dónde está el niño desnutrido?

-Se está vistiendo, ahora bajará

-Bien...manténlo ocupado. Quiero ver cuanto aguanta, antes de suplicar que lo devuelva a su casa con su mamá.

-Si, así lo haré, descuide.

Poco después, Jeff se fue de la casa hacia su oficina y cuando Barcode llegó, esta le sirvió un desayuno, el cual lo hizo llorar.

-Gra-Gracias, señora Mali pero es demasiado. Yo he venido a pagar una deuda, no a generar más gastos.

Malí negó.

-No digas tonterías, debes alimentarte bien, sino cómo pretendes trabajar aquí. Venga terminatelo todo.

-Esta bien.

La omega sonrió con pesar al ver al pobre chico engullir con un hambre voraz, imaginando la necesidad y carencias que debió subir anteriormente.

-Que bien que hayas venido para ayudarme...La verdad es que ya se me queda todo muy grande y mis huesos no son lo que eran-dijo emocionada.

-¿Y por qué no le has dicho a ese alfa que necesitas más ayuda?, ésta es una casa muy grande para dos empleados. De hecho yo pensé que habría más doncellas aquí.

Mali paró de fregar los cacharros del desayuno y entonces se giró.

-Había muchos empleados aquí trabajando cuando los señores Satur vivían pero al morirse ellos, estos se fueron yendo de aquí. El joven amo tenía diecinueve años cuando eso ocurrió. Él es bueno pero muy caprichoso y se mostró muy cruel en los años que duró su duelo. Tan solo quedamos mi pobre sobrina sordomuda y yo.

-¿Y cómo es que vosotras no os habeis ido?.

-Pues yo me pregunto lo mismo-rió la omega con tristeza- pero es que yo lo crié. Soy su nana y sé que es un buen chico. El poder, el dinero y la soledad lo han corrompido. Aunque también sé que no tiene la culpa de todo, su padre era muy estricto y le exigía fuerza, autocontrol y dominación. Le inculcó conductas muy severas para llegar a ser un alfa poderoso y temible-explico con lágrimas en los ojos- Sé que no quiere fallarle y por eso se comporta así, ¿Sabes?, teníamos la maleta hecha al igual que todos. Estaba cansada de gritos, insultos, reproches y órdenes descabelladas pero...

-¿Qué pasó?, ¿por qué no lo hiciste-Preguntó muy intrigado el omega ante la pausa-...¿por qué no te fuiste?

-El joven Jeff estaba en su despacho y yo fui a despedirme, entonces él se enfureció y me reprochó el que lo abandonara. Me gritó que él había creído que yo nunca le faltaría pero entonces perdió el control y arrojó un objeto que tenía en la mano y este impactó en mi cabeza, haciéndome una brecha...ves aquí- dijo esta señalándole la cicatriz de su frente-...Yo perdí el conocimiento y él se asustó mucho. Me desperté al día siguiente en el hospital y Jeff estaba al pie de mi cama con los ojos rojos de tanto llorar....«Perdóname nana, perdóname», me dijo besándome la mano... Sonreí pues volvía a ser ese tierno cachorro que yo conocía... cuando regresé aquí, me prometió que no volvería a gritar, ni a enfurecerse así, aunque igualmente sigue guardando las distancias. Por ahora lo ha estado cumpliendo pero me apena mucho pues su corazón está helado. Confío en que algún día alguien lo descongele. Yo sé que en sus negocios tiene que imponerse y gritar, aún así, no tuve corazón para abandonarlo, lo quiero como si fuese mi propio hijo.

El pequeño omega la miró asombrado

-¿No tiene omega, ni hijos o novia?

-No- negó esta- ...a veces ha traído algún lío de una noche pero nunca nada serio.

-Es raro que no tenga omega. A pesar de su mirada cruel y su intimidante porte, es un alfa muy atractivo-dijo Barcode anonadado.

-Si, si que lo es pero está tan volcado en el trabajo y en no defraudar a su difunto padre, que se olvida de vivir y de como sentir amor.

El omega resopló.

-Que triste tener tanto y ser tan desdichado. Mi familia y yo no teníamos nada y yo me sentía el ser más feliz sobre la tierra.

-Si mi querido niño-dijo Mali acariciandole la cabeza-...a veces los que más riqueza tienen, en realidad son los más pobres...anda, basta de charla, termina eso y comencemos con el trabajo.

-Si, ahora mismo me lo termino.

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7. JeffBarcode: Dulce omega - Omegaverse- Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora