Cuatro

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El primer día trabajando en la mansión Satur fue duro para Barcode pues había mucho que hacer en el trabajo atrasado, ya que entre Mali y su sobrina apenas habían podido realizar todas las tareas domésticas y atender al alfa y los dos betas.

Con el pasar de los días, poco a poco este se fue acostumbrando a sus quehaceres y a vivir sin noticias de sus padres.

También se acostumbró a tan solo hablar con Mali y a sentir la fría y penetrante mirada del alfa sobre él, en las escasas veces que se lo cruzó.

A pesar de que le producía algo de miedo, Barcode adoraba arreglar el dormitorio del alfa y guardar su ropa, la cual muchas veces olfateaba buscando el aroma de este.

El pequeño omega lo hacía por instinto, sentía que eso lo hacía feliz y sorprendentemente lo tranquilizaba, haciéndolo sonrojar algunas veces e incluso soñar despierto.

Dejaba su imaginación volar y soñaba con cómo sería tener un alfa, en cómo sería pasar un celo juntos, en tener su propia familia algún día.

Entre tanto Jeff aún seguía pensando en que Barcode se cansaría y suplicaría por volver a su casa aunque estaba sorprendido de su aguante.

Cada noche, Mali le informaba a su llegada de todo lo que el moreno omega había hecho sin rechistar y cómo sonreía feliz, oliendo apacible y encantadoramente tranquilo, olor que todavía estaba impregnado por toda la casa.

...-Mali, llama al pequeño a mi despacho, quiero hablar con él-ordenó este una noche tras cumplirse un mes.

Mientras esperaba, el alfa se sirvió un whisky y se sentó en su sillón pacientemente hasta que unos minutos después golpearon la puerta, entonces dio paso y apareció el sonriente omega.

-¿Quería verme, señor?

-Si ven... siéntate, quiero hablarte de un asunto.

Barcode se acercó y obedeció tímidamente, entonces esperó a que el alfa la hablase, el cual lo observó detenidamente en silencio.

-Usted dirá

-¿Quería saber cómo te va?, ¿Cómo te sientes?, ¿Y si extrañas a tu familia?

El omega sonrió con algo de tristeza pero todo su miedo desapareció de repente pues había creído que este iba a regañarlo pero el alfa no olía a enfado, por lo que respondió sin problema.

-Claro que extraño mucho a mi familia, ¿cómo no voy a hacerlo?, los amo más que a mi vida pero me comprometí a trabajar para saldar la deuda y eso es lo que estoy haciendo.

Jeff chasqueó la lengua.

-He de confesarte que pensé que no resistirías ni una semana-admitió- pero reconozco que eres tenaz y responsable con tu compromiso, eso me gusta.

Ante sus palabras, el alfa vio un leve sonrojo en las mejillas del pequeño omega y entonces sonrió de medio lado.

-La verdad es que me gusta trabajar aquí. Es un lugar tranquilo y bonito y Mali cocina muy bien, Incluso he engordado -rió el moreno omega mostrando su pequeña panza.

El alfa lo escuchó embobado, mientras le habló, hasta que la encantadora risilla de Barcode se hizo presente y una corriente que revolucionó todo el cuerpo de Jeff.

Además de eso, cuando el pequeño dijo lo de que había ganado peso con la comida de su empleada, el alfa no había podido evitar reparar en él y se dio cuenta que era verdad pues su cara estaba más llenita, al igual que sus brazos y sus muslos.

Este ya era hermoso de por sí pero con sus carnes más torneadas, el moreno omega lo estaba mucho más y eso provocó que el alfa sintiese un calor que lo quemó sin preaviso y que su alfa interior se removiese hambriento de posesión.

Confuso recordó que ya su celo estaba cerca y parecía estar dándole un intenso aviso.

-Otra cosa...emm... ¿Qué hay de tu ce-celo?, ¿tomas algún tipo de su-supresor?-balbuceó conteniendose.

El omega negó con la cabeza.

-Mi celo lo tuve poco antes de venirme aquí y nunca tomé nada porque mis padres no podían pagarse ni siquiera los de mi mamá.... Lo pasé encerrado en mi habitación con mis hermanos, teniendo que aguantar el dolor para no despertarlos... fue horrible.

Jeff resopló y pensó en lo duro que debió ser para el pequeño pues sabía que el primer celo del omega era muy doloroso y si aún por encima no podía desahogarse gritando, ni autocomplacerse, seguro había sido un tormento.

-Está bien, e-entonces le diré a uno de mis betas que mañana te los co-compre.... No queremos que te vu-vuelva el celo y no estés protegido.

-Gracias, señor

-Bu-Bueno nada más, puedes irte ya a seguir con tus obligaciones-dijo Jeff agarrándose con fuerza a los reposabrazos de su sillón.

-Si -asintió este sonriendo, aunque algo extrañado por el nuevo e intenso olor del alfa y su raro comportamiento.

Mientras salía, el alfa pudo apreciar mucho mejor las curvas de este, al igual que su redondo y hermoso trasero, por lo que su corazón empezó a latir más fuerte, sus manos le picaron intensamente y el calor aumentó haciendo que su miembro creciera y palpitara en el interior de sus pantalones.

-Es im-imposible, aún falta tiempo-se dijo agarrándose la entrepierna-...Nunca a-antes se me había a-adelantado tanto.

El rico olor del omega que había quedado impregnado llegó de pleno a las fosas nasales del alfa y eso lo volvió aún más loco de deseo.

-Cá-Cálmate- se dijo a sí mismo- ...tú no eres un s-salvaje, aunque intentes aparentarlo.

Unos minutos más tarde, este decidió salir de la mansión para no cometer una locura con el pequeño omega pues jamás se lo perdonaría si le pasase algo, por lo que cogió uno de los deportivos de su colección y se fue al local de su buen amigo Champ.

Allí nunca había tenido problema para satisfacer sus deseos pues siempre había encontrado con quién acostarse.

-Hola Jeff, no te esperaba por aquí.

-Hey...si emm..he venido porque mi jodido celo se me ha a-adelantado.

-¿Y eso?, ¿Nunca te había sucedido?-preguntó este con el ceño fruncido

-Pues no n-nunca-balbuceó este ya con cuerpo y su mente nublados.

Su amigo lo miró sonriendo y luego le dio una palmada en la espalda.

-Viejo amigo no quisiera importunarte pero...¿no será que tú omega destinado anda cerca?

Jeff chasqueó la lengua incrédulo pues a parte de sus mismos empleados de la empresa y la casa, tan solo había hablado con Barcode.

Creí que el moreno omega era hermoso pero no podía creer que fuese un omega para él pues era demasiado joven, humilde y sin apenas estudios.

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7. JeffBarcode: Dulce omega - Omegaverse- Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora