Capítulo III

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-Hola osito. -dijo con una leve sonrisa.

-Tu, que, porque, estoy muerto? Como? -preguntaba a mil por hora confundido, aunque bueno, no era el único, todos estaban igual.

-Soy tú ángel guardián bobo, no iba a dejar que murieras, tienes que cuidar a alguien. -respondió sonriendo, la curiosidad de todos aumentaba, "cuidar a alguien, a que se refiere?" pensaban.

-Estoy en modo, reiniciando Windows. -dijo sin tapujo alguno haciendo reir al azabache.

-Bueno, yo tambien me quede asi cuando casi te suicidas por salvar a quien llamas "pato" -hablo encogiendose de hombros todavia sin soltarle.

-Missa y Quackity.. son también como mis hijos.. no pude dejarles solos hace un año, este no va a ser diferente.. -admitio despacio por si el contrario se lo tomaba mal.

-Lo se, tranquilo, no me parece mal, de echo me parece perfecto, pero recuerda que esto no es un mundo de rosas, si llegas a tu última vida tendras que optar por la opción de volverte el Rubius de Permadeath. -informo a lo que el hibrido asintio, lo sabia, sabia que si llegaba a su ultima vida o a la final de nuevo tendria que volver a ser esa persona.

-Tambien lo se Vege.. no me lo recuerdes. -rio amargamente, ahí fue donde perdio al de ojos morados.

-Y te lo digo enserio Doblas, te conozco y se que sientes algo, algo por alguien que resulta der yo mismo de otro universo, y te lo repito otra vez porque al parecer no te quedo claro cuando te lo dije cuando estaba muriendo, enamórate de nuevo, vive, ama a alguien, prefiero verte feliz que desanimado. -le susurró con una leve sonrisa.

-PAPA?! -el grito de alguien interrumpió el ambiente y ese grito iba directo al Vegetta que sujetaba a Rubius todavía, desde una colina se veia, aquel chico azabache con orejas de oso, quien ahora poseia sus gafas de sol en su mano mientras abria los ojos sin poder creerselo, esos ojos amatistas heredados de su padre igual que el color de cabello, Spreen.

Y de nuevo los presentes tuvieron que sujetarse a algo ya que se caerian en cualquier momento pero cayeron de culo al suelo literalmente cuando dijo lo siguiente.

-Mama! Pero que mierda haces? Papa a tenido que venir a salvarte? Sos boludo? -preguntaba acercandose con el ceño fruncido, quien lo diría, su propio hijo regañandole.

-Si hijo, estoy bien, gracias. -respondió sarcástico mientras se incorporaba para levantarse con ayuda de ambos chicos, paso despues se sacudió la ropa. -Tu padre es literalmente mi angel guardián para algo tiene que servir. -bromeó ganandose una pequeña colleja de parte del azabache.

-Espera espera, estás mintiendo. -hablo Spreen despues de analizar a su padre. -Aqui esta prohibido que te protejan, tu no eres un ángel guardián. -comento haciendo que Vegetta sonriera por aquella conclusión, en inteligencia desde luego había salido a el.

-Eh? -pregunto Rubius sin entender.

-Cada uno teneis un dios asignado para vigilaros.. yo soy el tuyo.. -respondió pausado, sabia que el híbrido se lo tomaría mal.

-Tu eres el que debe acabar con mis tres vidas? -pregunto seco con una expresión sería a lo que el de ojos morados se llevo una mano al cuello incómodo, todos allí sentían pena por el chico peliblanco el cual se enteraba que quien amo era quien debia matarle. -Tu! Tu estuviste el año pasado también verdad? Tambien te tenias que hacer cargo de mi?! -preguntaba enfadado, el contratio no decia nada, tenia razones para estar enfadado, Spreen sabia por donde iban los tiros aquello tambien enfado al hibrido de cabello azabache, por esa vez estaba del lado de su madre.

-Escucha Rubén.. -sin embargo fue interrumpido.

-Por eso me dices lo de Permadeath?! Porque? Hiciste alguna apuesta de quien era mas sádico y tu optaste por mi?! -su voz era alta y clara, mil puñales parecieran que se clavaban en el pecho de Vegetta, porque lo conocia, por desgracia Rubius conocian a quien fue su pareja por años y supo en el momento que no dijo nada que era verdad lo que preguntó. -Eres un gilipollas De Luque -insulto empujandole, un empujon que lo hizo retroceder un par de pasos sin embargo otros dos dioses aparecieron poniendose delante del ojimorado.

-Quieto! -exigio un chico castaño con chaqueta azul, Heberon, se hacia llamar. -Acaso tienes miedo de volver a ser lo que en verdad eras? -pregunto enarcando una ceja.

-Si, Vegetta apostó por tí, que triste que despues de aquella apuesta se terminara enamorando de un híbrido cobarde. -si el otro dios sabia la historia de aquellos dos al principio Vegetta salió con Rubius por una simple apuesta con Herny, terminando enamorado de él y con hijo, aquello hizo que el vaso se desbordara, llegaron al limite de su paciencia por lo que río dejando confundidos a todos menos a su hijo y al amante del morado, sabian lo que pasaría, Spreen esperaba volver a ver a su madre quien tanto le enseño ser de nuevo el mismo y Vegetta esperaba ver de nuevo al chico de quien se enamoró.

-De que te ries? -preguntó el castaño.

-Quereis al Rubius de Permadeath? Tendréis a Rubius de Permadeath. -finalizo para irse del lugar para acercarse a K!Vegetta. -Puedes devolverme mi armadura? -pregunto, este asintiendo se la quito y se la dio, estaba preocupado por el chico, todo enfado se disipó cuando finalmente abrio su mente y dejo que la verdad llegara a el sin negarse.

Sin decir nada a nadie comenzó a caminar lejos de allí camino a la base, mientras su cabeza daba vueltas a toda aquella situación, Vegetta habia tenido la osadia de volver a hacer una apuesta, despues de prometerle que no lo haría, después de tantos años, de nuevo fue traicionado, sentía su sangre hervir, aquellas palabras fueron acertadas, decidió en ese instante que todo le daria igual, acabaria con quien se pusiera delante suya mientras no implicara a aquellos que llamaba familia.

Acabaria con ellos, un plan perfectamente formado en su cabeza, dos deseos para el último que quedara en pie en la arena, dos deseos ya pensados y deseaba poder recitarlo cuando le dijeran que cual era su petición la primera, devolver a todos a la vida y vivir tranquilos sin necesidad de mirar a las espaldas por estar siendo cazado y el segundo, acabar con todos los dioses que los tenian maniatados aun si eso incluia a Vegetta.

No iba a quedarse quieto, no lo volveria hacer, porque... el Rubius de Permadeath a regresado.

Amor ExtremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora