Prólogo

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-Que es este sitio? - pregunto Vegetta confundido viendo el lugar iluminado con una luz tenue al igual que los demas, sin embargo se percataron de que un monton de personas aparentemente desmayadas estaban esposadas al suelo.

-Porque nosotros no lo estamos? -hablo Willy.

-Rubius si lo está. - dijo Quackity mirando al peliblanco en el suelo.

-Teneis todos un tres en la muñeca? -pregunto Alex mirandolos mientras pasaba su pulgar por lo que parecia un tatuaje, todos asintieron a su pregunta.

Vegetta miro al híbrido tirado en el suelo, antes de pasar aquel portal de Karmaland los recuerdos de cada uno llegaron, no podia no sentir odio contra aquel chico, le rompió el corazón despues de todo.

Finalmente el ojiverde despertó sintiendo sus ataduras y el suelo frio, no fue hasta que abrió los ojos que entendió lo que ocurría.

-No, no, no, NO! ELLOS NO, ESCUCHADME ELLOS NO ESTUVIERON AQUI LA VEZ PASADA ELLOS NO DEBERÍAN ESTAR AQUI! -grito el chico suplicando que los que vinieron con el se fueran sin embargo solo recibió dos potentes rayos dejandolo petrificado.

-Rabis.. estas bien? -pregunto preocupado yendo a socorrer al menor. -de que va todo esto?

-Solo.. no os alejeis de mi.. -respondio mientras miraba a su alrededor viendo a los demás participantes cuando su vista se topó con un par de niños esposados juntos. -MISSA, QUACKITY DESPIERTEN! -grito lo más que pudo con suerte despertando a aquel par y dejando atónitos a los demás por ver dos Quackitys en la misma sala.

-Rubius? -ambos preguntaron y luego vieron donde estaban.

-Despertar a Shadoune y a Spreen, despertar a todos. -ordeno mientras intentaba quitarse aquellas esposas.

-Rubius te vas a hacer daño. -le avisó Staxx acercandose a el para que dejara de forcejear.

Hizo caso, estaba atacado, nervioso, aterrado y multitud de sentimientos más sin embargo ni uno bueno, una vez todos despiertos las esposas automáticamente se abrieron dejando libres a todos y un hombre con un traje antiradiacion se hizo presente en medio de la sala rodeado de un cristal irrompible.

-Bienvenidos participantes. -dijo aquella voz a la que Rubius no hizo caso, solo visualizaba la sala, viendo como habia unos cuantos cofres, contó doce, fue entonces que lo dedujo, esto seria diferente, los haría matarse por aquellos premios, por lo que poniéndose serio se acerco a los nuevos en aquel mundo.

-Iros a aquella esquina, no pregunteis, solo hacedme caso por una vez y confiar en mi. -suplico, aquello les sonó a todos tan convincente que hasta Vegetta hizo caso, paso después hizo lo mismo con el otro Quackity y con misa mandandolos a la misma esquina.

-Ya sabeis en lo que consiste esto y las reglas, tres vidas, tres muertes, si moris tres veces estáis fuera, sonara una alarma cuando podais mataros y volvera a sonar cuando no podais, si quereis mejorar vuestras armaduras existen los drops y la alta posibilidad de ser asesinados, se pueden hacer grupos solo hasta doce personas pero debe quedar uno en pie, éste tendrá la opción de pedir un deseo, participantes.. que la suerte esté siempre de vuestra parte. -finalizo para despues desaparecer y como el híbrido predijo la alarma sonó.

Amor ExtremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora