La fatídica noche

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Lo hice, le mandé un mensaje anónimo que decía: "I love you". Tardó unos minutos en contestarme un: "Thanks" a lo que yo respondí: "You're welcome" y así empezó una plática en la que me enteré que podríamos ser la misma persona, nuestros gustos son demasiado parecidos, por no decir iguales; desde el inglés, hasta la mitología, en las que quiero dejar claro que yo le gano, a ambos nos gusta el anime y leer. En algunos momentos él preguntaba por mi identidad, a lo cual yo simplemente negaba, le daba algunas pistas y cambiaba la conversación, la situación era hermosa porque todo lo que me contaba, que yo no sabía porque no soy un acosador, era como decir que estábamos hechos el uno para el otro.

Cada vez se volvía más insistente con mi paradero y me decía que le estaba gustando, pero yo seguía con la misma estrategia de decirle alguna pista y darle un giro a la conversación, debo decir que era pésimo para la decucción o quizás estaba demasiado distraído, porque no conseguía saber quién era, que tierno.

Mis padres entraron a mi habitación y me pidieron que le diera de cenar a mis mascotas, a lo que yo accedí encantado ya que adoro a mis animalitos. Le mandé un mensaje a Grace diciéndole que tenía que hacer algo y volvería en un rato, tuve que correr porque deseaba seguir hablando con él y no quería tenerlo esperando, aunque dudo mucho que lo haga, probablemente se aburra y haga cualquier otra cosa.

Regresé velózmente y lo primero que hize fue tomar mi celular y mandarle un mensaje, para mi sorpresa me contestó en cuestión de segundos, así que reanudamos nuestra plática. Todo seguía de ensueño, Grace no conseguía saber mi identidad, nuestra conversación era entretenida e interesante, seguíamos encontrando temas para hablar. En pocas palabras, todo era perfecto. Es increíble el efecto que una persona puede tener sobre ti y me encanta el que tiene él sobre mí.

Grace continuaba nombrando chicas que conocíamos para ver si alguna resultaba ser yo, pobre, jamás lo iba a conseguir.

Hasta el momento las pistas que le había dado eran: que ya me conocía desde hace mucho, éramos muy amigos en primaria, obviamente que estudiábamos en la misma escuela y por supuesto mis gustos, como los videojuegos, en los que también concuerda nuestro favorito y otros que nos encantaban igual, sin olvidar los ya mencionados. No le había dicho que era una chica, por lo que no estaba mintiendo, simplemente le había ocultado ser un chico. Eso ya no es tan malo, pero no le diría quién era, al menos por el momento eso seguiría siendo un dato que no necesitaba saber. Sólo espero que no me odie si se lo digo.

Al revisar la hora me di cuenta que ya era el dia siguiente, el tiempo pasó tan rápido que no me enteré que era media noche y la plática seguía fresca, no sé cómo era posible que no nos aburriéramos y éso era mágico, o al menos para mí, porque nunca me había ocurrido algo parecido.

Deseaba que esto no terminara nunca, pero era demasiado bueno y estas cosas siempre tienen su fin, así que en un impulso le empecé a dar pistas más obvias esperando que adivinara de una vez porque no sería bueno para ninguno de los dos, esperanzarme con una mentira e ilusionarlo con falsedades para luego destrozarlo cuando se enterara de la verdad.

Al darse cuenta, su reacción fue como si se le olvidara todo lo que hablamos, la felicidad se desvaneció, supongo que intentó ser suave para no lastimarme tanto, pero no funcionó, sus palabras me desgarraban por dentro, simples frases como: "Sé que éramos amigos y te descuidé..." sólo abrían un hueco en mi pecho que ardía como si estuviera en llamas, sin saber que me preparaban para el grand finale: "Nunca sentiré algo por ti"... y me quebré. Después de eso se despidió y la conversación que había empezado como un sueño terminó igual que una pesadilla. 1:00am. y yo estaba sollozando, sufriendo, intentando arreglar las cosas interiormente.

Me llegó un mensaje de Alex diciéndome que habló con Grace y que le contó todo lo ocurrido; sinceramente ya no me importaba lo que ella me pudiera decir, estaba demasiado mal, después de todo, ya no podría pasar nada para mejorar las cosas.

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Llegó el lunes, de nuevo a la escuela, yo tenía migraña, para empeorar las cosas. Sin darme cuenta choqué de espaldas con Grace, le dije un: "Lo siento" por costumbre y no recibí respuesta.

Ya nada sería igual, todo estaba peor que nunca y no se podría hacer nada.

My Strange LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora