My Strange Life

El Descubrimiento

Recuerdo que los problemas empezaron cuando entré a la secundaria, anteriormente tenía unos amigos a los que quería más que a nada, a cada quien le tocó en clases separadas así que empezamos a perder contacto.

Los primeros días nos reunimos en los periodos libres, pero al pasar el tiempo eso cambió, supongo que habrán conocido a otras personas y se olvidaron de mi, no me afectó tanto ya que me ha ocurrido con anterioridad. Ya estoy acostumbrado al sentimiento del abandono.

Me quedé solo, durante un año estuve más solitario que nunca antes, rodeado de personas que conocía desde hace años y aún así sentir que eran extraños para mi.

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Llegó el siguiente curso y la primera mitad fue igual al año pasado. Pero en la segunda conocí a dos chicas, Dariana y Susan, que se volvieron mi más querida posesión, no digo que eran mías porque no son objetos, pero al menos me sentía querido; un sentimiento que ya no recordaba.

Pero aunque estaba feliz por haber encontrado gente con la que me llevaba bien; por dentro me sentía triste, pues extrañaba a mis antiguos "amigos", en especial a uno que quería más que a nada y supongo que debí sospechar en ese momento, pero no le di mucha importancia. Mi ignorancia me dio un poco más de tiempo para tener una vida normal.

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De nuevo avanzamos al último grado de secundaria y como siempre iniciamos mientras yo moría de los nervios, soy una persona que se preocupa mucho por todo; incluso recuerdo que casi me da un infarto por eso, pero me estoy adelantando a la historia, en mi vida no pasan muchas cosas interesantes así que de nuevo avanzamos a la mitad del curso. Cerca del mes de marzo me encontré con una foto de él, ese chico que tanto extrañaba, Grace es su apodo, una oleada de recuerdos invadió mi mente, me hizo pensar en cómo me sentía en esos antiguos momentos y entonces apareció una donde estaba sonriendo, inmediatamente al verla me sentí feliz y después en mi cara se formó un gesto de desagrado. En esa foto no estaba él solo; había una chica a un lado, sentí la rabia apoderarse de mi y seguido del calor y el dolor que sentía en mi pecho, impacté mí puño sobre el escritorio. Eso logró despertarme de mi trance, me hizo reaccionar y asustado me pregunté: "¿Por qué ocurrió eso?". No sabía qué pensar ni qué contestarme, porque sí, hablo solo y conmigo mismo, lo único que pude articular fue un: "No sé, pero eso no puede ser", porque en mi mente había llegado a la conclusión de una desviación de mi orientación sexual. Era lo más lógico y explicaba cosas como el que se me hiciera más fácil estar con mujeres que con hombres o simplemente la forma en la que actué con anterioridad.

Decidí que era tiempo para irme a dormir, tal vez en mis sueños se aclare todo. Y así fue, soñé en cómo sería mi vida con él, era hermosa y tan feliz que me desperté ; agitado por la emoción no conseguí conciliar el sueño, además eran las cuatro de la madrugada, sólo faltaban dos horas para que me levantara para ir al colegio.

En esas dos horas estuve pensando en qué haría ahora, no había aceptado ser gay y mucho menos que me gustara Grace, mi vida sería diferente si eso sucedía. Ya estaba lleno de problemas y desastres como para agregar uno más a la lista, no podría con la presión que me generaría.

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Llegó el momento que no estaba esperando, tenía que ir al colegio y como ahora tenía una amiga que es como mi hermana, llamada Alex, e irónicamente era una de las mejores amigas de Grace, era muy probable que me lo encontrara durante el día.

Todo iba bien, estábamos en el periodo libre y ni siquiera recordaba mi sueño; pero como yo tengo la suerte de un ciego caminando descalzo sobre vidrios rotos, Alex llegó a hablarme acompañada de su amigo; no la culpo pues ella no sabía nada, pero fue difícil estar ahí con él frente a mi y cuando podía desviaba la mirada discretamente para poder verlo.

Cuando se fueron casi se resbala una lágrima por mi rostro; lo acepto, soy gay y me gusta, por más que odie la idea. A partir de ese día sufrí internamente cada vez que lo veía, pero al menos el dolor por tenerlo cerca es mejor que sentirlo por estar apartado de él.