Alessia Pardo.
Su nombre no te intimida, ¿verdad? Bueno eso es por que seguramente aún no la conoces. Hay muchos sobrenombres para la melliza de Roberta, demasiados, loca. Es uno de los más comunes, "este pequeño" apodo es compartido con su querida...
Gracias a dios, Alessia pudo escapar de su madre. Y eso le dio tiempo para saber todo lo qué pasó mientras estaba con Teo y luego con Diego. La verdad es que se había perdido de mucho, y un poco más cuando decidió tomarse el día para reponerse pro completo de lo qué pasó el día anterior. Se la paso todo el día, tarde, y noche durmiendo. La verdad es que la ayudo mucho, no tuvo que soportar nada, aparte de que Luján, Roberta, y Lupita le llevaban comida y también aprovechaban para ver como estaba. Ahora se encontraba todos reunidos en un salón. Esperando por la progenitoras de las mellizas. Alma Rey entro como si hubiera sido llamada.
— Voy a ir anotando las parejitas que se han formado, ¿okey? — No muchos estaban emocionados, si no que todos. — Por lo que veo no han entendido la dinámica, ¿verdad? — Al escuchar la voz de su madre Alessia quiso echarse a llorar. No estaba de ganas para una fiesta, ni para lidiar con su madre. Estaba bastante irritada, no quería tener que lidiar con nada de esto. Le molesto lo del diario de chismes, justo cuando pensó que nada podía ir peor, todo se volvió en contra de ella. — Muchachos falta una hora para la fiesta y no tienen pareja, nadie se mueve de aquí si no tiene su pareja, ¿okey?
"Entonces me quedare a vivir aquí." Pensó Alessia, tomo asiento en uno de los puffs y cerro los ojos.
— ¡Ya se! Ahora lasa chicas van a invitar a los chicos, a ver si así corremos con más suerte, ¿no? — Ninguno de los jovenes le respondió. Así que se volteo para ver a Mauro. — ¿No crees? — Los chicos empezaron a hablar entre si. Alessia no pudo escuchar lo que dijo su madre después, nada más que... — ¡Nos vemos muchachos! — Escucho como todos se despidieron de su madre. La chica resoplo cuando escucho a Mauro asegurar lo que dijo Rey. Se levanto y se acerco a Roberta, Luján, y Lupita.
— Oigan, yo lo único que quiero es entrenar.
— Y yo dormir, pero vamos a tener que conseguir a alguien, por que de aquí no hay manera de salir sola. Mi madre es lo más terca que existe, después de nosotras obviamente. — Giovanni llego y tomo de la cintura a Roberta, esta lo alejo.
— Oye, llegas justo a tiempo Giovanni. Por que fíjate que Luján, te iba a pedir que si eras su pareja para hoy.
— ¿¡Que?! ¡No, no, yo no dije nada! — Se apresuro a decir Luján pero ya era tare por que Giovanni la había jalado. Para que luego se fueran.
— Roberta eres de lo peor. — Dijo Lupita divertida.
— Ay, perdónenme que no les consiga un galán niñas, pero tengo que asegurar el mío. — Alessia sonrió cómplice.
— Tendrán unos hermosos hijos, iré a encontrar la manera de salir de aquí, nos vemos niñas. ¡Invítame a la boda! — Se burlo la menor. Poco a poco veía como el salón se estaba vaciando. Localizó a Teo y se acerco a el. — Hola, perdón por lo de ayer, es que después del favorsote que le hice a Miguel me quede agotada. — Saco una paleta de la bolsa que cargaba y se la metió a la boca. — ¿Quieres una?
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