Un hogar desconocido

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Corriendo como una mona china, y con lágrimas en los ojos que eran una mezcla de felicidad y tristeza, Oveja fue en búsqueda de algún doctor que estuviera de turno. Estaba tan sumido en sus pensamientos y fantasías mientras corría que no se dio cuenta de que se iba a chocar con alguien...

- ¡¡KYAAAAAA!!

Para cuando el pelirrojo volteó ya era muy tarde, pues lo único que pudo ver fue a un enano gordo con un mameluco corriendo a toda velocidad hacia él, ambos terminaron en el piso.

- L...Lo siento m-m-mucho... - levantó la mirada - J-J-J... ¿Jerry? ¡JERRY, TIENES QUE VENIR CONMIGO!

- Oye Oveja, fíjate a la próxima - el general Auroba recogía sus cosas del suelo y se sacudía la bata de doctor - Bueno, ¿qué pasa? ... ¿Es Doom?

- S-s-s-sí... Ya está despierto... P-p-p-pero... - Oveja estaba al borde del llanto.

Oveja y Jerry regresaron a la habitación, al entrar, éste último esperaba que el Dun lo corriera, que le dijera que no necesitaba su ayuda o alguna de sus mierdas pretenciosas, pero para su sorpresa, se le quedó mirando como un niño chiquito, con su cabeza medio volteada. El Jerry era muy parecido a su avatar, y en otras circunstancias Doom fácilmente hubiera reconocido a su archienemigo, pero eso no pasó.

- ¡Hey, Arturito! ¿Cómo te sientes? - dijo con un tono sarcástico.

- que nos conocemos... Entonces, mi nombre es... ¿Arturo?... - miró sus arias y esqueléticas manos - Bien, ya no me duele tanto la cabeza, pero sigo sin saber cómo llegué aquí.

Jerry se dio cuenta de que Doom estaba siendo sincero, cambió de semblante y le dirigió la palabra a Oveja.

- Parece que es un caso de amnesia, es relativamente común luego de una contusión fuerte... Bueno, le vamos a hacer algunas pruebas al Dun, tendrás que esperar afuera, 33 añ- Digo, David... - el Doc trató de contener su risa pero no pudo, ésta era muy contagiosa y Arturo también se rió, mientras que el Free Fire trataba de contener sus lágrimas.

Se fue a la sala de espera y comenzó a jugar Free Fire para distraerse mientras examinaban a su amado. Mientras cargaba el lobby, Oveja pensó para sí mismo.

"Ahora que Doom no recuerda nada, voy a convencerlo para que sea mi novio, qué listo que sos, Oveja, no eres para nada mediocre, sólo mírate, eres el más guapo, tus cómics están muy bien hechos, eres heroico en Free Fire... ¿Quién es el indefenso ahora, eh amo Doom? Serás mío para siempre, comeremos pizza con piña y dormiremos de cucharita todos los dias, y nos casaremos, y me dejarás publicar mi cómic del SexoMuerto para mostrarle al mundo lo malas que son las mujeres con un personaje que para nada es una autoinserción mía, y veremos Evangelion juntos, jijijijiji..."

Comenzó la partida. Oveja se mantuvo en el ranking más alto por un buen rato, ya que el Free era lo único en lo que no era mediocre, pero se aburrió y cerró el juego, acto seguido abrió su lista de contactos y llamó a Skiso, pero no contestó. Entonces llamó a Kalcifrente.

Una voz varonil fingida contestó del otro lado.

- ¿Hola? Se ha comunicado con Cayam Valenzuela.

- Oye Kalcifer... Necesito que me hagas un favor - era la primera vez que le pedía algo a alguien - Lo que pasa es que hoy va a venir... Eeeh... ¡Rapunzel! Sí, Rapunzel, y yo estoy cuidando a Doom, pero... Bueno, tú tienes esposa y sabes de estas cosas, ¿podrías darme consejos para una cita romántica?

- ¿Oveja? ¿Tú... Con una mujer? - el chichón soltó una pequeña risa, puesto que la declaración de Oveja era algo que nunca pensaba escuchar - ¡Felicidades, amigo! Y yo que creí que eras un condenado homosexual, bueno te diré todo lo que tienes que saber.

Una historia pretenciosa y clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora