Odio

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Lo hablaron y tras varios meses decidieron que por fin iban a contarlo. Contarían que estaban saliendo, pues durante aquel tiempo no habían dejado de insistir a Enid para que contase quién le gustaba.

Debían decidir como contarlo, y lo más lógico quedó en comenzar a confesárselo a las amistades más cercanas, y dejar que poco a poco lo supiera más gente, estaban ansiosas por poder sujetarse la mano en público, y no tener que esconderse para besarse.

Eugene fue el primero en saberlo, que se alegró de la noticia, aunque también se desilusionó ante la idea de no poder salir con Enid, y sin embargo, lo aceptó con rapidez.

A partir del momento en el que se lo contaron a Yoko, y ya eran conscientes de ello, la noticia se extendió a una velocidad increíble, no había alma viva o muerta en la escuela que no hubiese escuchado aquel rumor.

Miércoles y Enid no se esperaban que se supiera tanto, y en parte se sintieron asustadas por las miradas, bueno, Enid se sentía asustada, pues a ella le importaba muchísimo lo que otros pudieran pensar, su compañera estaba completamente indiferente, y trató de transmitirle esa tranquilidad a Enid.

El tiempo pasó y la situación se calmó un poco, y de repente algo volvió a estropearlo todo. Alguien había comenzado a comentar el blog de Enid con fuertes insultos.

La chica se sentía intimidada, y no quiso decírselo a Miércoles, no quería que pensara que estaba avergonzada de su relación, Enid amaba a su novia por encima de todo, pero también apreciaba sus amistades.

Cada día estaba más triste, su felicidad se fue apagando, Miércoles notaba eso, pero trató de darle su espacio, y un día no pudo más.

– Enid, ¿que te ocurre? –peguntó Miércoles con un tono suave

– ¿Que.. a mí...? ¡Nada, nada...!

– No me mientas, se que te ocurre algo, ¿es por nosotras?

– ¡No! No es eso, es solo que... –Enid se quedó callada, sin saber que añadir o que responder, realmente le costaba entenderse hasta a ella misma.

– ¿Qué ocurre?

– Bueno, ahora todo el mundo nos mira distinto, todos saben que estamos juntas, y nada es lo mismo.

– Sé que es difícil, pero nosotras decidimos dar el paso, aquellos que no nos acepten como somos son simplememte imbéciles, y desde luego no merece la pena fijarnos en ellos.

– Si... –añadió Enid no muy convencida.

– No es solo eso ¿verdad? Hay algo más que te atormenta, lo veo en tu mirada –dijo Miércoles, que con un dedo levantó la barbilla de Enid y le alzó la mirada, que hasta entonces estaba fija en el suelo.

– Desde hace un tiempo... alguien nos ha estado... me ha estado criticando en los comentarios de mi blog, y... ya a penas me quedan seguidores –respondió tímidamente su compañera.

– ¡¿Qué?! Déjame ver.

Enid le mostró su blog, y los muchos comentarios ofensivos que había.

Miércoles los leyó, y sintió un profundo odio por quien quiera que fuese aquella persona, quería descubrirlo, pero estaba más que sabido que ella no era una gran informática y no sabía como mirar el perfil.

Cosa se acercó cauteloso por detrás, y apartó a Miércoles de la pantalla, cogió el teclado, estiró sus dedos y se puso a teclear sin parar.

No mucho después, de alguna forma, había logrado averiguar el correo al que correspondía la cuenta, y no fue difícil percatarse de que aquel correo pertenecía a Ajax.

Miércoles fue enfurecida a su cuarto y abrió la puerta de un golpe. Ajax estaba escuchando música en su cama mientras miraba el móvil. Nada más verlas puso cara de asco.

– ¡¿Qué haces comentando tu odio en el blog de Enid?! –gritó Miércoles con rabia, mientras Enid se asomaba detrás suya.

– ¿Qué estás diciendo psicópata de las narices?

– Psicópata vale, pero de narices estoy segura de que no quieres hablar Ajax –replicó Miércoles en tono burlón.

– ¿Qué quieres? –preguntó molesto el chico mientras se giraba suspirando y frunciendo el ceño hacia ella.

Miércoles le acercó el móvil de Enid donde aparecían todos los comentarios.

– Yo no he comentado nada en su blog.

– Pues esa cuenta está hecha con tu correo.

– Es cierto que os odio, pero yo no he hecho nada, ya arderéis vosotras solas en el infierno –añadió Ajax con indiferencia, volviendo la mirada hacia su móvil.

– Lo dice la gorgona, descendiente de una especie de despiadadas protectoras de la entrada al Infierno –recitó Miércoles viendo como asomaba el rencor en su rostro.

– ¡Yo no he escrito ningún comentario en su estúpido blog! Ni siquiera me he metido en toda la semana –Ajax le tendió el móvil a Miércoles para que lo revisara, y esta se lo pasó a Cosa, que confirmó lo que decía el chico.

Enid le susurró a Miércoles que se fueran, que no hacía falta encontrar al culpable.

– Vale Ajax, pero como yo me entere de que dices una sola mala palabra de Enid le cortaré la cabeza a esas serpientes que llevas como pelo.

Se marcharon, y aunque Enid no quería encontrar al culpable, Miércoles le dijo a Cosa que siguiera recabando información sobre aquella cuenta.

Cuando volvieron a su habitación, Cosa las dejó solas y se marchó a otra sala a investigar. Miércoles consoló a Enid entre dulces besos. Enid insistía en que no hacía falta encontrar al culpable, que ya lo había bloqueado y no le afectaba en absoluto.

Durmieron juntas esa noche, caricias, besos... estaban cansadas, así que no llegaron a mucho más.

En mitad de la noche Cosa volvió y le dijo a Enid el culpable, al parecer Xavier había metido el correo de Ajax para no levantar sospechas y así fomentar su odio y su resentimiento.

Miércoles se vistió y dejó a Enid acurrucada entre las sábanas, se dirigió directamente al bosque, a la galería de Xavier.

Al entrar, encendió la pequeña bombilla, y comenzó a tirar todos los lienzos, desparramar la pintura, romper sus dibujos... lo destrozó TODO.

Y en la pared del fondo escribió en grande con su pintura un mensaje: "Como vuelvas a hablar mal de Enid, te corto la lengua"

No hubo más comentarios odiosos.



Se que este capítulo no ha sido tan dulce

como otros, pero quería representar el odio

que a veces sufren las parejas solo por amarse.

El próximo capítulo será mejor, prometido.



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Wenclair Love, sin ti no soy nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora