Annabel, El señor Karim y Los tapones para oido.

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Escucho un pitido constante.
Abro los ojos, una luz blanca intenta cegarme.
Parpadeo un para de veces hasta que mi vista enfoque.
Huele a desinfectante, hay aparatos para controlar mis vitales y tengo una bata de unicornios puesta.
Estoy en un hospital.
Los recuerdos comienzan a llegar a mi mente como ráfagas de viento.
La casa se quemaba.
Lucy y Anthony tomaron mis manos.
Saltamos de un acantilado.
Quizá eso ultimo no fue así.


-Esta despierta- habla una enfermera moviendo una cortina para poder verme-
Entra la señorita junto a un doctor.
-Que bueno que despertó, llevaba unas horas inconsciente, se encuentra bien, no tiene heridas graves, sin embargo debe cuidarse los oídos, sus tímpanos se encuentran inflamados, no se exponga ruidos fuertes, tampoco haga mucho esfuerzo, no queremos que sus tímpanos se revienten- me ve- la enfermera Anna le traerá unos tapones especiales, no encontramos ninguna identificación con usted, dele todos sus datos a la enfermera- el hombre dice y luego se retira.
La señorita se acerca a mi.
-¿Cuál es tu nombre?-
-Leonie- me observa.
-¿Leonie que?-
-Leonie Grace-
-Edad y Genero- habla seria.
-17 y ¿femenino?- asiente mientras escribe en un archivo.
-¿alérgica a algo?-
-A las naranjas y…- entre cierra los ojos- ¿Habla de medicinas?-no contesta- no, no soy alérgica a ningún medicamento-
-Número telefónico de algún padre o tutor-
-No creo que sea necesario, ¿o si?- le sonrío nerviosa.
-Debemos avisar a alguien que estas en el hospital, es protocolo- habla mecánicamente.
-Esta bien pero ¿puedo hablar yo? A mi tutor no le gusta hablar con desconocidos- se encoje de hombros.
-Sígueme-me levanto de la cama y salimos hacia el pasillo.
Nos paramos delante del teléfono.
Marco el número de la agencia.
Espero que George conteste.
-Hola, Agencia Lockwood ¿en que puedo ayudarle?-bingo.
-Señor Karim, que bueno que contesta-
-¿Leo eres tu? ¿Dónde estas? ¿Lucy y Lockwood están contigo?- cuestiona rápidamente.
-Soy yo, creí que Anthony y Lucy ya estaban en la agencia, el doctor dijo que estuve inconsciente un par de horas- veo con nerviosismo a la enfermera que me observa fijamente.
-Espera ¿doctor? ¿Estas en el hospital?-
-Eh si, estoy en el hospital  pero estoy bien, la amable enfermera que me atendió- le sonrió- insistió a que llamara a mi tutor para avisar que estoy bien, llegare lo mas pronto que pueda-
-¿Qué fue lo que paso en la casa? Y ¿Cómo terminaste en el hospital?, espera alguien abrió la puerta- la voz suena lejana.
-George, ¿quien entro?¿llegaron los otros?-
Nadie contesta.
A lo lejos escucho la voz de Lucy.
Suspiro, es un alivio saber que ya estas en casa.
Alguien toma el teléfono.
-ya regrese- informa George- ¿puedes llegar sola a la casa?, voy a esperar a que llegue Lockwood-
-Si, no te preocupes, me iré de aquí en cuanto pueda-
Anthony aun no aparece.
-Y Leonie ten cuidado- cuelga.
El puede cuidarse.
No me debo de preocupar.
-¿Qué te dijo?-
Me exalto, olvide que la enfermera  seguía aquí.
-¿Van a venir por ti?-
-Eh, no, tomare un taxi a casa en cuanto digan que puedo irme-

Regresamos a el área donde desperté.
La enfermera me entrega unas orejeras.
Tomo mis cosas que estaban en una silla.
Me cambio la bata de hospital con unicornios por la ropa medio quemada que traía cuando llegue, le doy las gracias a la enfermera y salgo de ahí.

No tenia dinero para un taxi, así que camine hasta la casa.
Subo los escalones y toco la puerta.
Se siente como un déjà vu.
-Leo por fin llegas- me observa- pareces una rata sucia y esponjada-. Sonríe.
-Gracias Georgie, eso es lo que cualquier chica quiere escuchar después de una noche difícil-
Se hace a un lado para que pueda entrar.
Moira se acerca a mi.
Dejo mi espada y la levanto con cuidado.
-¿Cómo están los otros? ¿Ya llego Anthony?- pregunto en voz alta mientras acaricio a la gata.
-Están bien hasta donde se, Lucy fue a su cuarto con toda mi investigación y Lockwood se fue a dormir, ninguno ha hablado conmigo- menciona con seriedad- esperaba que me explicaras que paso y el por que tienes esa cosa en la cabeza-
-Me duele todo el cuerpo y mi cabello huele a quemado, pero hay una forma de que me convenzas-
-hay galletas de mantequilla y té en la cocina- responde rápidamente.
-Excelente, vamos y tú me vas a contar todo lo que descubriste investigando-
-¿Cómo sabes que descubrí algo?- habla el confundido.
-es que tienes esa cara, ya sabes la cara de yo se algo que tu no- nos reímos.




Estuvimos alrededor de una hora platicando.

-Resumiendo, el señor Hope no era el fantasma de la casa si no una mujer, rodaste por las escaleras, Lucy casi cae por ellas, Lockwood me culpo por no llevar cadenas, el fantasma casi lo mata, la casa se comenzó a quemar y ustedes saltaron del segundo piso para huir del fuego- habla George y yo asiento- después hablaste con tu mentora muerta y ahora tienes que usar esas cosas para las orejas y ¿el doctor te dijo que podías seguir yendo a misiones?-.
-Esa es la versión resumida pero si, ahora voy yo- tomo un trago de mi té.
-llegaste tarde ya que descubriste que el señor hope no era el único fantasma de la casa, una actriz de los 80s que desapareció vivía ahí, así que nosotros descubrimos el cuerpo de esa mujer y después quemamos cualquier evidencia posible que nos ayudara a comprobar nuestra versión- me rio- que rara noche, ahora que ya sabes que paso iré a tomar una ducha y después dormiré unas horas, si alguien se esta muriendo me despiertas-.
Salgo de la cocina.
Veo la puerta del cuarto prohibido entre abierta.
Me acerco y la cierro.
Se lo que es querer mantener algunas cosas en privado.
-¿Qué haces?-
Volteo.
-La puerta estaba un poco abierta, solo me acerque a cerrarla- el rostro de Anthony se suaviza -¿Estas bien?- le pregunto.
-Si, es solo que fue una noche larga- me da un intento de sonrisa.
-Uf, dímelo a mi, si necesitas hablar, la oferta que te hice ayer sigue en pie- le sonrío.
-Gracias- habla con sinceridad- ahora ve a tomar una ducha, toda la casa huele a quemado-
Hago un saludo militar.
-Enseguida, jefe- bromeo.
-No me vuelvas a llamar jefe- ríe.
-Algún día encontrare un apodo para ti-
-No vas a desistir ¿verdad?-
-Esa palabra no esta en mi vocabulario- niega con diversión.
-Te veo a la hora de la comida, George va preparar mi platillo favorito-
-Ya veremos si pueden despertarme, siento que voy a entrar en estado de hibernación-. Dije mientras bajaba las escaleras al sótano.
Tomo un cambio de ropa y vuelvo a subir.
Me dirigía al baño cuando veo que George sale de ahí con una cara rara.
Entre y veo a Lucy sentada la tina llena de agua con su ropa puesta.
-Lucy ¿Estas bien?- me agacho a su lado.
-Si, es que, no he dejado de pensar en la mujer de anoche, pude conectar con ella, me estaba pidiendo ayuda ¿entiendes?- pregunta con precaución.
-Lo entiendo, ¿Qué te parece si sales del agua antes de que tomes un resfriado?, puedes ir a cambiarte de ropa y en 10 minutos voy contigo para que podamos hablar- tomo una toalla que la estantería y se la ofrezco.
Acepta la toalla y se va.
Parece que este día tampoco va a ser normal.
¿Pero quién quiere una vida común?
Yo no.



Estoy sentada en la cama de Lu.
Me conto todo lo que sintió mientras estuvimos en la casa.
Me mostro el anillo que “tomó prestado” de la mujer y después hablo de su sueño.
Y me entere que también estuvo en el hospital, al menos fue mas lista que yo y huyo antes de que el doctor llegara.
Le hable del ruido y como sonaba el ambiente cuando el fantasma estaba cerca, fue como escuchar cantar a Édith Piaf  una versión de lamentos y traiciones de La Vie en rose.
Decidimos hacer una pijamada.
A mitad de la noche comenzó a hacer mucho frio.
Me desperté con el sonido de la voz de Lucy.
-¿A quien le hablas?- murmuro sin abrir los ojos.
Se escucha un fuerte grito que hace que caiga de la cama.
Abro los ojos.
La mujer, Annabel era su nombre, flotaba en la habitación  de Lucy.
Salimos corriendo.
Lo único que se me ocurres es buscar a Anthony.
Entro a su habitación seguida de Lucy.
-¡Anthony!- me acerco, lo tomo de los hombros y lo sacudo un poco.
El se sobresalta.
-¿Qué ocurre?- nos ve.
-¡esta aquí!- exclamo.
-¿Quién?- pregunta el.
-El fantasma de Annabel Ward- responde Lu- rápido ¿Dónde esta tu equipo?-.
-Abajo- contesta levantándose de la cama.
¿Qué tienen estos chicos con dormir con poca ropa?
Me acerco a su armario bajo su atenta mirada, tomo un playera cualquiera y se la lanzo.
El la atrapa y se la comienza a poner.
-Tomen esas botas- nos dice.
Lucy toma un par y yo otro.
Comenzamos a lanzar las botas hacia la puerta de George.
-¿Por qué no lanzan otra bota para hacerme enojar mas?- cuestiona con ironía.
-¿Quieres que te regale pantalones para tu cumpleaños Georgie?, parece que te hacen…- comienzo a decir pero Anthony me interrumpe.
-No es momento para esto- me ve- el fantasma de Annabel vino- comunica.
-Eso es imposible-
-No, no lo es- susurro.
-¿Por qué mentiría?, estaba en mi cuarto-.
-Ese fantasma no sabe lo que es la privacidad- digo afligida.
-Okey, veinte segundo- ve a Lucy- no es en sentido figurado-.
Entra en su cuarto y cierra la puerta.
Veo el reloj de la pared y cuento veinte segundos.
Ni un segundo mas, ni un segundo menos Georgie sale por la puerta listo para la batalla o casi listo.
-¿No te pusiste pantalón?- habla con confusión Anthony.
-Es que son para los debilites- George sonríe.
George comienza a subir las escaleras, agarro mi espada Anthony se adelanta y sube detrás de el.
Los sigo.
-No percibo nada- dice el chico sin pantalones.
-Yo no veo nada- responde Anthony.
-Estaba aquí, lo juro- aclara Lucy.
-Esta aquí- voltean a verme- la puedo escuchar-. Hablo tapándome las orejas con las manos.
Estoy sensible.
Tal vez debí hacerle caso al doctor.
Sin dejar de avanzar, a paso lento Anthony se coloca a mi lado, saca algo de su bolsillo y le lo entrega.
Tapones para oído.
-¿Por qué tenias esto en tu bolsillo?- le susurro.
-George menciono que estas lastimada- responde sin dejar de ver hacia la puerta.
No supe muy bien que responder.
Le agradezco en voz baja.
Entramos a la habitación en silencio.
























 






















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Leonie Grace: La Cazadora De Fantasmas./Anthony Lockwood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora