Leonie Grace: La Cazadora De Fantasmas./Anthony Lockwood.

La música es igual a perdición.

Capitulo 4

-Parece que esta no es de las mejores ideas que he tenido- digo mientras atravieso a un fantasma con mi espada.

-¡Tu crees!- exclama George, que sostiene unas cadenas de plata.

-Creo que no es un buen momento para discutir eso- habla Lucy, que tiene dos sombras a su alrededor.

-Leonie, es momento de que nos muestres lo que puedes hacer con el violín, ya atrajimos a los fantasmas del parque, como pediste- dice Anthony.

-Okey, solo denme un momento- hablo con nerviosismo, George me fulmina con la mirada.

Leonie concéntrate, recuerda tu valentía, saco el violín de su estuche y ríspidamente compruebo que siga afinado.

Háblenme fantasmas, hagan música para mi.

Respiro y cuento.

1… el tiempo se hace mas lento.

2… los fantasmas me miran.

3… comienzan los sonidos.

4… cierro los ojos, la melodía viene a mi, con quejidos y murmurios.

Tocar el violín siempre se ha sentido como respirar, me ha hacho tener empatía por los muertos, la mayoría no quiere ser olvidados, otros solo quieren descansar en paz.

-¿Por qué se detuvieron?- habla la otra mujer del grupo refiriéndose a los fantasmas.

-¿Creo que es la música?, ¿los escuchan verdad?, nunca los había oído, el sonido esta en todas partes, entre cada nota, ¿lo escuchan?- pregunta el joven de traje viendo a los demás vivos del grupo con una sonrisa en el rostro.

-Realmente es asombroso y todo eso pero un fantasma casi toca a Leonie, esta como en un trance o algo así, ya es tiempo de irnos si no queremos que mas fantasmas nos encuentren- habla el de lentes.

-Tienes razón George, Leonie- siento que me mueven- Leonie, hay que irnos-  Anthony voltea a ver a George- no responde-.

-¡Leonie!- alguien me sacude.

Cuando la música se detiene los fantasmas se alejan de nosotros.

-¿Qué?, ¿Qué paso?,¿Quién murió?- veo a los fantasmas- no contesten lo ultimo, ¿están todos bien?- se me quedan viendo- eso si contéstenlo por favor-.
-Estamos todos bien, ¿Cómo estas tú?, parecías un poco perdida- me contesta Lucy.
-Es un efecto de escuchar tantos sonidos, seguramente a ti también te ha pasado, no suelo tocar algún instrumento cuando estoy sola, ya vieron lo que puede pasar, una persona cercana a mi siempre decía que la música era mi perdición, en el sentido literal y metafórico-. Los veo- creo que es tiempo de irnos, no me fio de haber dejado a Moira sola-.
George y Lucy asienten, comenzando a caminar hacia la casa, yo me quedo atrás un momento guardando el violín en su estuche.

-Eso fue asombroso- una voz me sorprende haciendo que suelte el estuche y este callera al suelo- Lo siento, no quería asustarte es solo que nunca había visto algo así-.

Anthony me estaba esperando.

-Gracias- hacemos contacto visual- fue raro cuando me di cuenta que yo no escuchaba la música o los fantasmas como lo hacían los demás, mayor fue la sorpresa cuando me mi di cuenta que podía mostrarle a otros, hacerlos escuchar lo mismo que yo, eso hizo que no me sintiera tan sola-.

-Gracias- lo miro extrañada- gracias por mostrarnos, ahora puedo ver que no es tu tema de platica favorito- le sonrío y aparto la mirada.

Comenzamos a caminar para alcanzar a los otros.

-Y ¿Cómo es eso de que nunca habías escuchado algún ente?- le miro curiosa.

-Oh olvide decírtelo, lo mío es ver, ya sabes, cualquier brillo o rastro que deja la muerte-.

-Interesante, supongo que ha de ser molesto, ver destellos por doquier, al menos controlo un poco cuando quiero o no escuchar algo, ¿tú lo puedes controlar o el resplandor se muestra siempre?- le pregunto.

-Algunas veces lo controlo, algunas veces es demasiado fuerte como para poder hacerlo-.

Nos quedamos en silencio.

Unos minutos después siento que me mira, volteo a verlo y sonríe-.
-¿Que sucede?- le pregunto al no saber descifrar sus expresiones.
- Ahora somos un equipo ¿no? Podrás tocar mas el violín y  nosotros cuidaremos tu espalda-explica- En nombre de todos los miembros, te doy oficialmente la bienvenida a la Magnifica y Sorprendente Agencia Lockwood- dice mientras hace una reverencia.

Rio.
¿Como no hacerlo?.

-Creo que tu y yo seremos grandes amigos- el pone cara seria ante lo que digo.

-Yo pensé que ya lo éramos-    dice para luego reír.

Su cara enserio me había preocupado, pensé que había dicho algo malo y no llevo ni un día completo con ellos.

-Bueno ya que eres mi amigo, puedes llamarme Leo, solo mis amigos me llaman así- el me ve.

-Entonces tú puedes decirme Anthony, ¿Qué?, ¿Por qué pones esa cara?-.

-Ya te llamaba si en mi mente así que no hay mucho cambio, es mejor si te digo Tony- el pone una cara rara.

-No me gusta Tony-

-Okey… Tony- suelto una carcajada por la cara que puso- tranquilo es un chiste, Anthony será- .

-Te lo agradezco, así que Leo, ¿te han dicho que Leo parece nombre masculino?- le miro.

-¿Te han dicho que no hay que juzgar nombres ajenos?-Contesto.

-¿Te han dicho que es de mala educación responder una pregunta con otra?-habló el.


-Si en algún lado lo he oído- lo veo y mi rio- contestando a tu primera pregunta, realmente no me importa lo que piensen de mi o mi nombre, hace un tiempo una mujer que admiro mucho me dijo “el si suena como nombre de hombre o no, no lo decide quien lo escucha sino el que lo usa”, me entiendes- el asiente- Leo me recuerda a los Leones, lo fuerte que son y lo fuerte que yo puedo ser, no importa si suena masculino-.

-Chicos vamos, parece que son tortugas, si no llegan ahora les voy a cerrar la puerta con llave y yo tengo la copias de Lockwood-.

-¡Ya vamos George!- Le grita Anthony- se pone gruñón cuando tiene sueño o hambre o esta estresado-.

-Créeme que lo entiendo, será mejor que nos demos prisa, no quiero quedarme a fuera en mi primera noche-.

Terminamos de subir los escalones, entro a la casa y comienzo a buscar a Moira con la mirada, la encuentro restregándose en las piernas de Lucy que se encuentra a mitad de las escaleras, detrás de mi Anthony cierra la puerta.

-George dice que esta muy cansado para cocinar, que en la cocina hay galletas y té- me mira- también dijo que no te salvarías y en la mañana le contarías por que tu noche fue difícil, el piensa que tuvo algo que ver con al parque al que fuimos-.

Ese chico si que es perspicaz.

-No tengo mucha hambre, así que me iré a dormir, que descansen chicas, las veo en la mañana- habla Anthony al aire.

-Que descanses-,-Hasta mañana- hablamos Lucy y yo al mismo tiempo.

Nos quedamos en silencio, volteo a ver a Lucy a los ojos.

-¿Té y galletas?- le pregunto.

-Té y galletas- acepta ella.

Lucy, Moira y yo nos dirigimos a la cocina en busca de nuestra deliciosa cena.

-¿Limón, Menta o Naranja?- pregunta Lucy señalando las estantería de tés.

-Limón por favor, soy alérgica a la naranja-.

-¿Coco, Vainilla o Mantequilla?- le pregunto señalando los botes de galletas apilados en otra estantería.

-Mantequilla- le sonrió.

-Ahora me agradas mas, las de mantequilla son mis favoritas, usualmente me molestaría compartir, pero haré una excepción contigo , además yo no las compre- Lucy me observa divertida.

La tetera que colocó hace unos minutos comienza a silbar, acercó las dos tazas con sus respectivas bolsas de té y después sirvió el agua.

-¿Prefieres miel o azúcar?-

-Una cucharada de miel esta bien- le contesto y me entrega la taza caliente.

Nos quedamos en silencio durante unos minutos cada una sumida en sus pensamientos, hasta que decido hablar.

-¿No eres de Londres verdad?- levanta la vista para hacer contacto visual.

-No, soy de un pueblo cerca, ¿Qué me delato?- me sonríe.
-Lucias un poco perdida cuando salimos esta tarde, no te preocupes, yo me sentía igual- la miro- tampoco soy de aquí, mi pueblo esta a un par de días de aquí en tren-.

-¿Qué te hizo venir hasta acá?, Londres es un gran cambio para cualquiera-. Me observa intrigada.

-Le prometí a la chica que amé tanto como a una hermana que saldría de ese estúpido pueblucho, me di cuenta de quería un cambio, sentía que me ahogaba, necesitaba salir de ahí, después de todo no tenia nada que perder… ¿y tú?, ¿Qué te trajo a Londres?-

Se queda unos segundos en silencio antes de responder.

-Tengo a una mejor amiga, nos entrenamos juntas para poder ser agentes, desde que nos conocimos congeniamos, armamos un plan, nos graduaríamos y vendríamos a Londres a formar parte de una gran agencia… eso no paso y  ahora yo estoy aquí por las dos-.
Le aprieto la mano levemente por encima de la mesa.

La entiendo, Emma no logro conocer Londres ni nada fuera de aquella plaza donde estaba el orfanato, la única vez que tuvo la oportunidad de hacerlo, el camino que siguió la llevo a la muerte.
Me siguió a mi.
Yo la lleve a su muerte.

-Por ellas- levanto mi taza- por nosotras-.

- y por todo lo que nos falta por vivir- agrega Lucy.

Esa noche dos chicas brindaron en honor a las que ya no pueden acompañarlas.

Aquellas confesiones dolorosas quedaron entre Lucy, Leonie, el té y las galletas.

-Puedes llamarme Leo- Lucy me ve extrañada por interrumpir el cómodo silencio.

- Mis amigos me llaman Leo, estoy segura que tu serás una gran amiga y mi instinto nunca falla- le sonrió.

-Te diría que me llames de alguna forma pero no tengo ningún apodo- le miro y pienso.

-Lu-

-¿Qué dijiste?-

-Lu, ese será tu apodo, ¿o prefieres Lulú?- le digo mientras muevo las cejas de arriba hacia abajo.

-Me quedo con Lu- Contesta rápidamente.

-Muy bien, Lu-
-Muy bien, Leo-

Poco después cada una se fue a dormir, mi nueva amiga Lu al ático y yo al sótano acompañada de la gata roba galletas.

Creo que venir a Londres no fue tan mala idea.

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Si ustedes fueran fantasmas ¿Con que cancion se expresarian?

Dejen su respuesta en los comentarios. :)