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Las luces rojas, moradas y rosas son lo único que iluminan el lugar, esta sentado en una silla sobre la plataforma frente al largo tubo de metal.
Una melodía que es total sensualidad combina con el ambiente.

Mira a su alrededor y no hay nadie, solo él. Esta realmente confundido no entiende que está sucediendo.
Y esta por levantarse de la silla cuando lo ve.

Unas piernas largas y torneadas aparecen al frente, al inicio de la pasarela, sube su vista por las bellas extremidades y jadea un poco al distinguir el liguero que aprieta los muslos descubiertos, una pequeña falda negra de encaje hace su función de tapar lo que debe. Siente el impulso de levantarse de la silla y correr hasta el bello omega pero se controla.

Ve el tatuaje de mariposa resaltar en su abdomen perfectamente plano.
Hay un pequeño top cubriendo su pecho, de encaje al igual que la falda y por último un antifaz. El mismo que llevaba la vez anterior. La curiosidad crece en el, quiere ir a su encuentro y tocar cada parte descubierta de su piel, que luce tan blanca y apetitosa a su vista.

Y se reprende.

Por qué él no es el tipo de alfa que hace este tipo de cosas; no acostumbra a frecuentar este tipo de lugares y omegas y ahora, está ahi, frente a ese bello omega que se ha metido en su cabeza.

Ese bello omega que ve avanzar hacia a él.

A paso firme.

Louis se siente hechizado bajo el bello danzar de sus caderas, su cintura lo llama a tomarla entre sus manos y apretar lo suficiente mientras lo besa.
Pero nada de eso pasara, al menos no por ahora.

El omega baila un poco a su alrededor, su respiración se atasca al momento de sentir la pequeña mano posarse sobre su entrepierna. Baja su mirada y sus bellos ojos azules se encuentran con los suyos.

"Omega..."

El omega niega y lleva su dedo índice a los labios de el alfa. Se levanta un poco y se inclina en un costado.

"Shhh..." Dice en su oído.

Louis siente un escalofrío recorrer su espina y sus pantalones apretarse ligeramente.

Se pierde en su mirada y no reacciona hasta que lo ve de pie de nuevo pero ahora frente al poste metálico.
Se mueve bajo su atenta mirada, invitándolo a seguir sus movimientos.
Y lo hace.

No despega su vista de él.

El omega trepa por la superficie metálica y se desliza sobre esta sin apartar su mirada, provocando al alfa, queriendo que solo lo mire a él.
Todo lo que hace es con un fin; provocarlo, seducirlo.
En un instante, el omega de aroma desconocido está encima suyo. Louis aprieta sus caderas con una mano y con la otra acaricia su espalda y cintura. Su piel es suave tal cómo lo imagino, es tan blanca que lo anima a dejar marcas en ella para que todos se enteren de que ese omega le pertenece. Sus muslos abrazan los costados de el alfa, apretados, regordetes y también quiere morderlos.

Cruza su mirada de vuelta.

Y alza una mano para quitar el antifaz negro que cubre el rostro de el omega pero este niega, sostiene la mano de Louis y deja un beso en ella para después morder las yemas de los dedos de el alfa y chupar ligeramente de ellos.
Louis contiene un gemido.

Quiere hacer más pero siente que no debe de hacer más.

"Señor..."

Frunce su frente ligeramente al ver al omega hablar, pero su voz le parece conocida.

"Señor..." Repite.

"¿Si?"

Los labios de el omega se extienden en una sonrisa. "Señor..."

Mi c♡razón es tuyo |L.S.| |Adaptación|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora