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Nicolás se lamenta mentalmente el haber aceptado el hacerle el aguante a su amigo.

Resumiendo el contexto, estaba en una salida con Paulo y otras dos chicas lindas, buena onda y encima con plata, eran en realidad el estereotipo de pibas que les gustaría a cualquier tincho hetero de 17 y 18 años.

Él era hetero, pero no mucho.

Se podía decir que le hubiera gustado pasar su tarde en el local o dibujando en su casa, muchas opciones no tenía en verdad. Pero era su día libre y su amigo le rogó todo el finde, el lunes y martes, porque no quería ir solo y prefería tener una especie de cita doble que dejar a la amiga como un porta velas.

Entendible, pero Nicolás se sentía de esa forma en estos momentos, un puto porta velas, porque la piba no tenía ni el más mínimo interés en hablar con él, es más, era una obviedad que le quería sacar la cita a su amiga, pero Paulo era medio lerdo para darse cuenta que ambas chicas le estaban tirando los perros.

Estar en la plaza no le daba posibilidad de hacer nada, solo podía mirar al cielo, cebar mate y llenarse de galletitas que compraron para compartir. Pensó hasta en inventarse una excusa para irse, pero tendría que dejar el mate y un miedo que Dybala se lo olvide o roben.

En algún punto las chicas se alejaron un rato, porque querían ir a caminar.

–Podes hablar Nicolás –el de ojos claros lo miró mal– estoy remando yo la conversación

Lo ignora y Paulo lo pone nervioso el ruidito del mate porque significa que a su amigo no le interesa para nada la situación.

–Encima que te consigo un posible algo me tratas así

Paulo dramatisa y Nico se percate de que nunca le dijo a su amigo que no le van del todo las minas, es consiente de que al otro no le va a influir, porque entre ellos, saben que Paulo le mira el culo al de Educación física y para que negar, Nico también.

El mensaje en el celular de Paulo hace que se levante y mientras junta las cosas, lo obliga a levantarse. El porque es que las muchachas están viendo un mini show en el centro de la plaza.

A Nico le es arrebatado el mate, lo agradece igual, se lo tomo casi todo el solo y algo le dice que su baño no va a estar preparado para cuando llegue él.

Se escucha la música mientras se acercan, la melodía de una canción de Soda Stereo sin duda alguna, mucha gente esta en la zona y llegando.

El bajo es notable y la batería también. La guitarra sigue el ritmo fijo como si cantara.

Llegan junto a sus..."amigas" que aplauden al ritmo de la canción mientras cantan, al igual que la mayoría de personas que estaban en la zona.

Nicolas se queda estático, inmóvil y pierde el aliento. Su amigo lo sacude del hombro igual asombrado que él al ver de quien se trata.

Se queda mirando las manos sobre las cuerdas, los movimientos y la alegría con la que canta el de mechones rubios junto a uno todo tatuado alto, sudados y todo se ponen cara a cara gritando la canción.

Aparta la mirada a otro lugar, porque esta seguro que algo se movió en su vientre bajo al ver el movimiento de las manos.

Basta no doy más de trolo.

La canción termina rápido, Paulo no tardo en ir corriendo hacia los músicos dejándolo allí sólo, pues las chicas también lo siguen.

Tagliafico los ve saludarse con un abrazo y hablar a la distancia, se imagina la conversación por la clara emoción de su amigo al ver a Lisandro con la guitarra en las manos, sin hablar de las chicas que parecen fascinadas. Totalmente alzadas piensa él.

Cuerdas de guitarra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora