Traté de matarlo y fallé, pero Naruto Namikaze no alcanzó su arma en represalia. Solo se quitó el cinturón.
Cualquier otro jefe de la mafia me habría metido una bala. Naruto me azotó el trasero desnudo y me ató a la cama. Dice que he sido una niña t...
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Un suave golpe en la puerta alertó la presencia de Iruka. "Adelante." El bulto de mujer en mis brazos gimió y presionó su rostro contra su cuello, como si estuviera tratando de esconderse. Su vergüenza era realmente demasiado linda para las palabras.
"Solo es Iruka, pequeña"
"Él lo sabrá", se quejó, tirando de su falda hacia abajo sobre su parte inferior tanto como sea posible.
Desafortunadamente para ella, el vestido era demasiado corto, y su posición en su regazo dejaba su trasero completamente expuesto.
"No eres la primera niña recién azotada que Iruka ha visto y ciertamente no será el última vez. Deja de quejarte y siéntate quieta.x Un fuerte golpe en su muslo me valió un grito y una mirada indignada, pero ella se tranquilizó de inmediato. "Buena niña." Cambiando su atención, miró a su mano derecha. "¿Qué es?"
"Tienes una visita. Creo que querrás reunirte con él" añadió Iruka.
Aunque no quería dejarla, pero me pongo de pie y llevó a Hinata a un rincón de la habitación dedicado a varios juguetes y actividades.
"Papá tiene que irse un rato, pero volveré lo antes posible. Compórtate con Iruka, pequeña."
Él esperaba una discusión, pero ella solo asintió en silencio antes de arrodillarse con gracia frente a la enorme casa de muñecas. Con un breve asentimiento a Iruka, salí de la habitación y bajé las escaleras.
El detective Shikamaru Nara esperaba en el vestíbulo. Con su traje mal ajustado y un cigarro en mano, saludó a Naruto con su acostumbrado ceño fruncido. "Namikaze."
"Nara. Hablemos en mi oficina."
"Seguro."
No hablamos hasta que la puerta se cerró detrás de nosotros y yo ocupe mi lugar detrás de mi escritorio. Por mucho que confiara en mis hombres, había información demasiado delicada para que cualquiera la escuchara.
"¿Que encontraste?" preguntó sin rodeos, extendiendo una mano hacia el sobre manila que Nara sostenía en su mano.
"Si está pasando algo raro, pero nadie en la organización Hyuga está hablando de eso."
Fue mi turno de fruncir el ceño mientras agitaba el sobre entre ellos.
"Entonces, ¿qué es esto?"
"Dije, nadie en la organización está hablando de eso. Pero ha habido algunos rumores, en la calle. Y en la oficina de policía."
"¿Rumores de qué?"
"Ese Saturobi está cambiando lentamente su, ah, producto de comercio."
"¿A qué? ¿Descubrió algún nuevo tipo de cocaína o algo así?"
"No son drogas. Sino chicas. Y niños ocasionalmente."
El shock me robó la capacidad de hablar durante varios largos segundos. "Tráfico sexual."
