Minis Historias || _____ X Lectora || Concluida.

✨ Elita-1 ✨

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Debo aclarar antes que nada que desconozco bastante la historia o el trasfondo, por lo que será un capítulo corto con quizás incoherencias.
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«

culposa admiración»

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❁•—•❄︎❀ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑐𝑜𝑟𝑡𝑎❀❄︎•—•❁

    Había estado en aquella tumba nuevamente, Orion fue desactivado hace tantos años que pensé que Ariel lo habría olvidado, en especial ahora que mi vieja amiga ya no se llamaba de la misma forma y ahora era su jefa en el grupo femenino encargado de robar la energía a Shockwave, ese maldito Decepcticon.

   Volví mi mirada a las espadas en mis costados para poder practicar un poco, no esperaba que aquella dama de montura rosada se apareciera de la nada en mi lugar privado.

— Aquí estas Tn, ¿Quieres que practiquemos juntas? — mi mirada se posó sobre su rapados hombros, de seguro recuerdos de la última misión que tuvimos.

— Ja, si quieres quedar como puré — me cruzó de brazos, mi mirada se posó sobre ella con una sonrisa algo arrogante, pero no me pueden culpar, son los nervios.

— ¡Jo! Tranquila, planeaba no hacer que mordieras polvo aún, pero- — no la deje terminar cuando salté con daga en mano — que predecible eres.

— ¿segura? — sonrío al ver como desvía mi ataque, le empujó un poco con mi cuerpo para patear su rosado pecho.

— estas llena de sorpresas cariño — se burla e inmediato me paralizo, su golpe llegó de lleno haciendo que tambaleara.

— Desearas no haber hecho eso bonita — gruñó molesta, odio perder por sobre todas las cosas.

   Tomé una de mis armas favoritas que se encontraban en el suelo para con ayuda de mi propio peso balancear esta cerca de Elita-1, tomé su cuerno derecho para poder crear un desequilibrio, ella se giro para safarse quedando cerca de mi rostro.

— tranquila Retoño, ¿no estas algo tensa? — trata de hablar pero de un solo movimiento la arrincono contra el suelo.

— Gané — sonreí llena de orgullo notando finalmente la cercanía de rostros, no me molestaba quedarme así por unos minutos.

— ¡bien hecho! — aplaude algo cansada dejando ver el boche en su hombro izquierdo.

— te advertí — me limitó a decir mientras busco a una de las chicas para que le ayude luego — ve a sacarte eso.

— No quiero, es mi recordatorio para no volver a hacerte enojar — me sonríe.

   Me alejó algo apenada sin dejar de burlarme de su comportamiento tan poco entendible, un sonido agudo se filtra en nuestras radios anunciando la nueva misión.

   Nos miramos para ir juntas al taller principal, el techo estaba lleno de partes viejas que causaban ciertas náuseas, estoy que voto mi aceite por mis agujeros faciales, miro nuevamente pero ahora con una sonrisa arrogante digna de mi ansiedad.