Minis Historias || _____ X Lectora || Concluida.

💀Miguel💀

《Sobrenatural, heroes, amor infantil》

-h.hola- con miedo intente llamar la atencion de un chico, pero fue inutil.

-¿eh?- un chico de melena cafe de rostro muy particular corrio hasta llegar donde mi.

-¿me ves?- pregunte con una chispa de esperanza.

-¿por que no podria?- pregunto con una sonrisa de lado.

-pues por...- antes de terminar de dar mi excelente escusa un chico de tan solo tres años me atraveso.

-¡estas muerta!- grito este llamando ligermente la atención.

-¡No lo se!- respondi igual de histerica.

-¡no de nuevo!- se tomo sus oscuros cabellos con frustración.

-¡no de...espera un segundo ¿de nuevo?,¿como que de nuevo?- pregunte un poco confundida.

-bueno, veras, para esta fecha si robas algo de algún muerto te maldicen, solo debes recibir la bendición de algun ancestro tuyo en la tierra de los muertos- sonrio nervioso.

-eso es extrañamente especifico- le srñale de forma acusadora.

-no es mi culpa que robaras algo a algún muerto- rodo los ojos de forma infantil.

-solo queria comer algo- refunfuñe molesta.

-¿tus padres no te alimentan?- pregunto con curiosidad.

-nop, debo cuidar de mi misma- le sonrio pero este solo agacho cabeza.

-lo lamento- rei.

-niño, no seas lloron, nunca te pedi que te disculparas we- este rio de forma burlesca.

-no soy niño, estoy seguro que soy mayor que tu- sonrio arrogante.

-tengo once años- sonrei victoriosa.

-tengo catorce años chamaca- con una pose totalmente graciosa fue declarado ganador.

-¿como encontramos a mis antepasados?- pregunte recibiendo una sonrisa un poco preocupante para mi ser.

Skip time.

-¡Familia Ta!- gritabamos por las coloridas calles de la tierra de los muertos.

-que eficiente, no creo que por arte de magia lleguen diciendo, "somos nosotros y te daremos la bonificación"- hice gestos.

-es bendición- me corrigio -¿acaso tienes un mejor plan einstein?- pregunto un poco agotado.

-elemental mi querido watson, solo debemos encontrar a la familia más numerosa, chida, de buena voluntad, que sea muy social, en este extraño mundo- sonrei elevando mis manos.

-¡bingo!, ¡apurele wey!- sonrio tomando mi mano para correr, me senti extraña al tocar su mano.

-¿donde vamos?- pregunte confundida con mis mejillas coloradas.

-¡donde mi familia!- sonrio.

...

-ya llegue- abrio la puerta como todo campeon.