Cap. 01

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Los ojos de la criatura se enfocaron en la oscuridad, miró el tragaluz que había en la cueva y la ira lleno su sistema. Nunca iba a perdonarle a Armand Malfoy esta ofensa. Por como su vida inmortal lo juraba, nunca iba a perdonar a ningún Malfoy esa humillación.

La Casa Malfoy debía caer, hasta su último descendiente.

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Draco soltó un suspiro al ver que la última clase del día había terminado, esperaba poder desastrezarse admirando el cielo sentado en la torre de astronomía después de la cena.

Hace rato sus nervios se habían disparado sin entender el por qué, tal vez era porque recién iniciaban las clases, pasar a quinto año era genial, mucho más si contaban con lo del año pasado, la muerte de Diggory fue una pena pero no era algo por lo que debía lamentarse demasiado, de todas formas no conocía al Hufflepuff.

-Iré a la torre- anuncio Draco antes de llegar a las mazmorras.

Sus amigos asintieron, comprendían el sentir del Malfoy al querer estar solo, después de todo siempre fue alguien que amaba la soledad.

-Cuídate- fue lo único que dijo Pansy a su compañero antes de desaparecer por los pasillos con los demás.

Draco comenzó a caminar una vez los perdió de vista, esperaba no encontrarse con el celador y mucho menos con esa gata metiche. Con pasos suaves y silenciosos se dirigió a su destino, al llegar pudo respirar en paz ya que encontraba reconfortante ese hecho. Se sentó en una esquina donde pudiera admirar el cielo y al mismo tiempo estar escondido en las sombras.

A veces se ponía a pensar que deseaba ser libre, ya que con lo del Lord Oscuro y su padre siendo partidario ya no encontraba calma en su hogar, mucho menos ahora que prácticamente parecían haberse quedado de manera permanente en su casa. Deseaba poder tomar sus decisiones, no quería convertirse en un Mortífago y ser una marioneta de esa quimera, pero si no obedecía sus padres podrían salir lastimados, cosa que no deseaba y hasta que no se le ocurriera otra cosa debía acatar las órdenes sin dudar.

Miró hacia las fronteras del bosque prohibido, notando de inmediato un pequeño movimiento que nadie normal podría haber hecho. Draco nació con el privilegio de tener una vista aguada y perfecta como la de un halcón, su vista veía a grandes distancias y eso era lo que le gustaba, podía estar advertido de cualquier peligro sin problemas cuando estaba en los bosques o en sus clases.

-¿Potter?- cuestionó confundido al ver como la cabeza de Harry aparecía flotando mientras miraba a sus alrededores.

No entendió porque lo hizo y luego volvió a desaparecer, curvo una ceja al ver tan innecesario acto si es que buscaba que nadie lo descubriera. La curiosidad lo consumió y se quedó a esperar para ver si el Potter volvía a aparecer en el campo de visión. Le tomó más de dos horas regresar y adentrarse en el castillo, ladeo la cabeza pensando en las mil cosas que podría hacer el impertinente Gryffindor en ese lugar.

No era que le importara mucho pero podría ser una distracción para la horrible dirección que estaba tomando su vida.

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Harry sintió un cosquilleo en la nuca, con incomodidad se giró para notar que era Malfoy quien no le quitaba los ojos de encima. Frunció el ceño y lo miro de manera amenazante, lo vio hacer una mueca y luego se dio la vuelta para no volverlo a ver.

-¿Qué pasa compañero?- pregunto Ron al verlo con mala cara.

-Nada, simplemente olí algo que no me gusto- respondió señalando un ingrediente que necesitaban para la poción que estaban haciendo.

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