Cap. 05

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Draco murmuraba entre dientes, contando a los mortifagos que hacían guardia esa noche en las afueras del límite de la Mansión Malfoy, no entendía porque Gordon se empeñaba en tener mucha vigilancia, pero no criticaba nada al saber que el enemigo de ese idiota era Dumbledore. Razón tenía para tener una exuberante seguridad.

Miro a los hombres sonriendo por lo bajo, alegrandose lo suficiente de tener buen sigilo para comenzar a cazar. En la penumbra de la noche una sinfonía de gritos se escuchó retumbar y el rugido parecido al de un tigre se escuchó posteriormente, lo unico que esas personas pudieron ver fueron los ojos rojos que brillaban en la oscuridad con una rendija en medio de la pupila.

Esa noche fue espectadora de una escena cruel, siendo que los cuerpos quedaron irreconocibles.

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Narcissa y Lucius miraban la carta que había aparecido sobre su cama como si fuera la cosa más aterradora del mundo, y razon habia cuando dicho papel estaba cubierto de sangre dejando huellas de manos. Un escalofrío recorrió las columnas de la pareja y con cierta reticencia decidieron abrir el objeto, el cual recitaba pocas palabras.

"Necesito que vengan a la casa de Gellert Grindelwald, tengo algo muy importante que preguntarles y no necesito que el idiota de Gordon esté enterado. Él estará muy ocupado con la sorpresita que le deje a las afueras de los límites de la tierra Malfoy.

Pidanle a Severus Snape que los lleve o su querido hijo pagara las consecuencias"

Nada más recitaba la carta, ambos se miraron con preocupación, estaban enterados de la desaparición de tres alumnos de los cuales uno de ellos era su hijo. Si era verdad lo que decía la carta debían actuar de inmediato, no sabian que tenia que ver Severus con ese tal Gellert pero no dejaba de ser un sospechoso de conocer tal dirección.

Ambos se miraron y asintieron en confirmación, apenas el alboroto se alzara en la Mansión se irían a buscar a su hijo, asi eso los hiciera ver como unos traidores debían hacerlo.

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Severus miró con una ceja alzada como una carta llegaba a su ventana en la habitación, miró en dirección de su esposo quien le hacía tantas preguntas a Harry como le fuera posible, sonriendo levemente al verlo sonreír de manera cálida a su recién descubierto vivo hijo.

Tomo el objeto y lo abrió sin contemplaciones, notando como la perfecta escritura de Lucius parecía temblar un poco, no era mucho pero al parecer necesita que el estuviera presente en el Caldero Chorreante por un asunto de suma importancia. Debía suponer que se trataba de Draco, ya que su ahijado se a estado mostrando de un comportamiento extraño últimamente, incluso asustando al Grindelwald sin razón aparente.

Dio un aviso a su esposo de que iba a salir, a lo que este asintió mientras lo miraba, dejándole en claro que apenas llegara debía informarle que había pasado, porque Tom si había notado la carta que había llegado.

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-Lucius, Narcissa- saludo Severus una vez estuvo en frente de la pareja que tenía unas capas encima para no ser reconocidos.

La pareja le devolvió el saludo y sin contemplaciones le entregó la carta que le había llegado hace un día.

Severus leyó la carta con una ceja alzada, notando como daban  entender que su ahijado estaba secuestrado y que debían ir a la casa de Gellert, con duda miro a la pareja en busca de explicaciones.

-Apareció sobre nuestra cama sin nada más que eso y un sobre bañado en sangre- respondió Narcissa sin reparos.

-Esta mañana seis mortifagos fueron encontrados muertos sin poder reconocer sus cuerpos en los límites de mi propiedad, lo cual nos facilitó nuestra huida- siguió Lucius cansado de todo lo que estaba sucediendo.

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⏰ Última actualización: Apr 07 ⏰

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