Draco trataba de calmarse, caminaba de aquí para allá frente al Potter, quien se mantenía parado y en silencio ante el rubio quien trataba de no irritarse más de lo que ya estaba.
-Bien, comprendo el sentir- bufo el rubio cruzándose de brazos, ya que a duras penas el oji-verde le dijo que la serpiente era su amiga y todas esas cosas.
Incluso le aseguró una y otra vez de que era inofensiva, claro, ¿Cómo que la serpiente más peligrosa del mundo mágico era inofensiva? A veces no comprendía la idiotez y la imprudencia de los Gryffindors, ¿Por qué rayos se acercaba a la condenada serpiente? Ah, claro, porque puede comunicarse con el animal. Créanme que si hubiera sido una cobra ya no decía nada, ¡Pero era un Basilisco! La serpiente más venenosa y letal del maldito mundo.
Harry no sabía porque se mostraba apenado ante el Slytherin, pensó que era bueno que el rubio no haya corrido a quejarse con ningún profesor si no que estaba interrogando lo como si fuera un criminal, eventualmente debía decirle algo si no quería que se diera la vuelta más enojado de lo que ya estaba.
-Esto me está exasperando más de lo que Gordon lo a hecho estos últimos meses- confesó cansado Draco de todo ese teatro.
Malfoy juraba que no había nada más molesto que haber recibido al Lord Oscuro Gordon en su casa, y aunque el nombre era una porquería así se llamaba ese idiota.
Mal día para ser alguien llamado Gordon.
-Bueno, podemos hacer como que no vistes nada- propuso el Gryffindor causando que el rubio quisiera golpearlo.
-Potter- llamó Draco tratando de calmarse.- ¡¡Esto no es nada!!- exclamó irritado y sin mirar a la serpiente mientras la señalaba.
Harry se rascó un lado de su cara, estaba consciente de ello y esperaba que el Malfoy pudiera comprender que no iba a deshacerse de él. Kim se había vuelto su mejor amigo desde que llegó al bosque tratando de despejar la muerte de Diggory, despues de todo pasar las vacaciones con sus horrendos tíos no le ayudaban en el autoestima, y más ahora que el banco de Gringotts exigiendo su presencia con urgencia no sabía que más hacer.
Hasta que se le ocurrió una idea.
-Malfoy- llamó interrumpiendo los pensamientos negativos del rubio.
-¿Qué?- contestó de mala gana.
-¿Vas a hacer algo la próxima salida a Hogsmeade?- preguntó con una mirada inocente, cosa que no le agradó mucho al rubio.
-Nada, ¿Por?- respondió desconfiado, no creía que le fuera a pedir algo grande.
-Me acompañarias a Gringotts- pidió juntando sus manos y mirando al incrédulo rubio que no creía lo que le pedían.
-¿Para?- cuestionó no comprendiendo porque le pedía ayuda a él y no a sus amigos.
Harry sopeso que podía decirle, más que nada porque él tampoco sabía que iba a hacer al banco, no le pedía a sus amigos por el simple hecho de que Hermione estaba estresada por los exámenes que se avecinaban y no quería a nadie cerca si no eran para cuestiones importantes. Y respecto a Ron, apreciaba a su mejor amigo, pero no creía que aceptara y más cuando Umbridge estaba cerca, también porque la señora Molly le había amenazado de que si recibia una queja más lo iba a castigar.
-Quiero ir a Gringotts- confesó a la final.
Draco alzó una ceja y lo miro fijamente, si no le daba una explicación más específica lo iba a mandar al diablo.
-Los duendes solicitan mi presencia por una cuestión de linaje o algo así decía la carta- explicó al ver su rostro frío, como si el Malfoy estuviera listo para mandarlo al demonio.
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Lo Extraño
RandomLos Malfoy poseían una maldición, que se manifestó en el heredero de casa. Ahora Draco deberá enmendar lo que sus ancestros hicieron y salvarse en el proceso. Además, Harry tenía mucho que descubrir también. ¿Cómo es eso de que los Potter no son sus...