EL ITALIANO ( Matteo Esposito)

Capítulo 4

Todos salen y quedo con Zara, ella me dice —, por favor doctora, cuídela y ámela como su hija, que mi beba no tiene papá, por qué eso fue una noche de copas y no lo puede encontrar a duras penas, lo reconocería. Solo recuerdo su cabello negro y ojos verdes, aceituna era muy alto y me dijo palabras en italiano, es lo único que recuerdo de él—, en eso tocan la puerta, entra el abogado, el director del hospital, Robert y la visitadora social, el director del hospital habla con Zara le explica la situación que está dejándome como madre de su hija.

Zara dice —, soy consiente de lo que estoy haciendo y es mi última voluntad—, el abogado procede a darnos los papeles firmamos nosotras y los otros de testigo, ella dice ahora si me puedo ir en paz. ¡Cuida mucho a mi princesa, dile que siempre la llevaré en mi corazón! —, me aprieta las manos y me dice—, no tiene nombre, esa será tu primera tarea como madre, gracias—, y hay comienza a entrar en paro, la atendemos, pero nada ya se ha ido salgo corriendo llorando de esa habitación.

Llegue a la capilla del hospital y me arrodille a llorar hasta que alguien me abrazo y era Robert me fui calmando poco a poco y él me dijo —, Kate hay una beba esperándote—. 

Asentí con la cabeza y caminamos en silencio al llegar fue que entendí que ahora tenía esa responsabilidad inmensa con esa pequeña. Que soy madre llegue a ella, la revise, le tome la manito y ella apretó uno de mis dedos y sonreí, es tan hermosa. 

Princesa tengo que colocarte un nombre guao mi mamá se va a volver loca ahora somos las 3 contra el mundo Elisabeth ese será tu nombre vamos a luchar juntas tu abuela te va a amar salgo de la habitación y voy a llamar a mi mamá.

Mami por favor necesitó que vengas al hospital, tráeme 2 cambios de ropa y 2 uniformes, aquí te explico, pero estaré muchos días en el hospital sin ir a casa, mi madre dice—, está bien hija, ya voy para allá—.

 Voy a mi consultorio, me recuesto en la silla a pensar como va a ser mi vida de ahora en adelante, es un cambio que no me esperaba cierro los ojos hasta que tocan doy el pase y entra mi madre—,

¿Hija, como estas te pasa algo, te preocupa?—, la observo madre como me conoces, ella ríe y dice—, ¡eres mi hija!—,

Mami hay algo importante que debo decirte, ¡eres abuela!—,

¿Hija, como es eso estás embarazada?—,

No mami, ya te explico, le cuento todo a mi madre y terminamos llorando las dos, ella me ofrece todo su apoyo y dice que es una labor muy bella la que estoy haciendo.

 Salimos para que mi mamá conozca a la beba cuando llegamos, mi mamá llora por lo hermosa que es y me dice —, hija se parece a ti de beba, ¿cómo la llamaremos?—, y le digo Elisabeth enseguida llora y me dice —, que bello, hija ese era el nombre de mi abuela. Sé que por eso llora de emoción, mi mamá se va y yo me quedo al pendiente de mi hija.