-Un billete a Alemania, por favor- le dije a la azafata
Me disponía a montar en el avión y notaba su presencia acompañandome en esta soledad, soledad de notenerla a mi lado. Me pase todo el vuelo pensando en ella y en cómo hacerla feliz.
Llegue a Alemania, Maria me estaba esperando en la puerta y nada mas vernos ambos empezamos a correr para darnos una abrazo, fue un encuentro precioso. Nos besamos, mientras miles de pasajeros pasaban a nuestro alrededor arrastrando sus maletas. Fue un momento increíble, nuestro mejor reencuentro. Maria me pidió perdón por haberse ido sin consultarme nada, y yo como muestra de perdón, la dí la mano y ambos caminamos hasta su casa actual. Llegué a su nuevo hogar que por desgracia era un décimo, pero menos mal que había ascensor.
Entramos en aquel pequeño y viejo ascensor que nos ahorraría subir 10 pisos. Echaba tanto de manos a Maria... Que decidí parar el ascensor. Nos abrazamos, mientras nuestros labios se unían, pero se separaron cuando Maria me los empezó a morder, con sus ojos llenos de pasión. Nos dimos el ultimo beso y, Maria dio de nuevo al botón para continuar el trayecto. Aquel viejo ascensor, no seguía subiendo, ya que se había roto. Y el pánico se apodero de mí, me empezo a faltar el aire. Y Maria empezó a gritar pero por desgracia nadie nos oía.... Estábamos uno para el otro.
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Las lagrimas de Alejandro
RomantikEsta es mi historia. Mi nombre es Alejandro, tengo trece años y hace poco tiempo me detectaron cáncer. Empecé a ir a terapia en grupo, donde conocí a Maria, la chica de mis sueños. Pero nosotros lucharemos contra nuestro cáncer huyendo a París...