Capitulo 2

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Después de dos semanas llendo a las sesiones decidí acercarme a ella para confesar todo lo que sentía por ella. Mientras me acercaba muy inseguro a ella note como nustras miradas se miraban de tal manera pensando que algún día estaríamos juntos, pero a lo mejor por desgracia ya nos habría matado nuestra enfermedad. Me confese ante ella y se sorprendió bastante pero por suerte apareció en su cara una enorme sonrisa, pero solo fue eso y por un momento me arrepentí de haberlo echo. Y aprovechando fui al baño a tomar esa pequeña pastilla que me alargaba la vida. Me asuste porque se abrió de repente la puerta y oí un "soy yo cari" y vi que era ella, Maria. Me beso mientras mis manos y las suyas se unían con tanto amor, que me deje llevar por la emoción del momento, solo porque la amaba y la quería solo para mi y ella me lo demostró también cuando me mordió los labios con tanta pasión que la abraze como si en ese momento me estuviera muriendo.

Las lagrimas de AlejandroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora