Mi muerte se acercaba ya.... Y notaba como sufría Maria, en este momento daría lo que fuera para hacerla feliz, pero en mis circunstancias era imposible luchar por algo, porque la muerte se habia apoderado de mi. No tenia miedo a la muerte, solo le temía a dejar a Maria sola en este cruel mundo lleno de cabrones q te hacen la vida imposible. Vino a verme a la UVI, Maria, pero no sola, sino con su madre, la única persona del universo que sabia nuestro romance, ese romance que dependía de un hilo, el cáncer.... La madre de Maria me contó que una vecina suya acababa de morir por azehimer, y que iban a donar los órganos, porque ella lo pidió, y los pulmones de esa maravillosa anciana podría alargar mi vida y yo acepte, y de alguna manera debia agradecérselo y solo se me ocurrió regalarle unas rosas rojas.
Maria fue la encargada de llevárselas, porque yo aun seguía en la UVI. Ya eran las 15:28 y en menos de dos minutos empezaría mi transplante de pulmón. Ya estaba en quirófano y uno de los cirujanos me dijo que me iban a poner anestesia general y que era necesario que contara del diez al uno. Mientras los contaba recordaba los diez mejores momentos de su vida, los de ella, Maria.
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Las lagrimas de Alejandro
RomansEsta es mi historia. Mi nombre es Alejandro, tengo trece años y hace poco tiempo me detectaron cáncer. Empecé a ir a terapia en grupo, donde conocí a Maria, la chica de mis sueños. Pero nosotros lucharemos contra nuestro cáncer huyendo a París...