CAPÍTULO 1: LA DESPEDIDA

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Siempre creí que la magia existía de cierta manera, pero lo que me sucedió fue algo más irreal. Nunca pensé en descubrir todos los sentimientos que hoy conozco. Yo descubrí que hay veces que es mejor dejar lo que se ama, y seguir adelante.

La magia cambió mi vida, mi destino, y nunca lo olvidaré. Hay personas que cubren el abismo de la soledad en nuestras vidas, y es tan difícil sacarlo de nuestras vidas que...pensamos que es mejor la muerte que alejarnos de ellos. Y la ansiedad por tenerlos a nuestro lado ocultan la razón de nuestra verdad, y realidad; pero todo acaba. El perdón de su adiós acaba. Acaba la forma de su silencio, y mi razón con su despedida infinita.

En la vida hay tres tipos de amores: El primero, esa persona a la que llamas "Amor de tu vida", aquella a la que le regalas tus más oscuros secretos y rechazos. Esa persona que recorre un paseo por toda nuestra alma, y nos dibuja la sonrisa en nuestro ser. Aquella a la que le regalas tu corazón sin pedir nada a cambio, y luchas por conquistar el mundo entero para aquel. El segundo es nuestro "Verdadero amor", esa persona que siempre estuvo a nuestro lado, amándonos, callándose sus tristezas para darnos alegrías, y ofrecerse a entregarse sin contrato. Respiras sus sentimientos al estar a su lado, sin maldades ni llantos. Él simplemente es el ideal; y, por último, nuestro "Amor verdadero", ese ser que apreciamos por amarnos, tocarle el rostro y pintar un arcoíris en nuestro labio. Él, que te mira e intercambian los regalos de sí mismos. Ese que amas su compañía, y te hace comprender que amar es más que besar. El amar es entregar el alma, la pasión y la razón; y cada respiro de su ser, te hace sentir aquel sentimiento incomprensible dentro de ti.

Cuando lo sientes y no sabes qué es, sabrás que es tu amor verdadero.

Miré sus ojos color lunar, y el brillo entre nuestras miradas rompió la lógica entre los dos.

Él me regaló su sonrisa, una vez más, esa sonrisa pérdida que se agranda cada vez que se llena de felicidad. Aprender a amarlo fue el mayor logro que hice en mi vida. El estudio a su amor fue mi mayor logro, y preciado diamante para mí.

Después de tanto tiempo de espera, logramos estar juntos. Y es que, cuando el amor es verdadero ni las barreras ni los tropiezos romperán ese lazo.

Lo recuerdo todo como si hubiese sido ayer. Sí, el descubrimiento de mi nueva vida empezó así...

*******

Nueva York, junio 25, 6:58 p.m., tren 1 retrasado 10 minutos por mantenimiento.

En medio de una crisis de vida. Las calles de Manhattan y sus brillosas paredes de luz no habían cambiado mucho desde que caminé la última vez por ellas, la semana pasada. Bryan Park y la Quinta Avenida me saludan desde lejos, mientras camino una vez más por ellas y para ellas.

No hace muy lejano me había mudado a la gran manzana, y a diferencia de lo que muchos pensarían, vivía en un cuarto en Uptown de Manhattan, cubierto básicamente por el gobierno. Un cuarto medianamente grande para estar localizado en Manhattan.

Conseguí un trabajo en Queens Plaza, irónico para alguien que vive en la isla de los trabajos más importantes del mundo

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Conseguí un trabajo en Queens Plaza, irónico para alguien que vive en la isla de los trabajos más importantes del mundo. Hay que sobrevivir me digo a mí misma todos los días, salario mínimo por hora, horrible localización y administración. Hay que sobrevivir, me repito otra vez. Respiro suavemente, y lo expulso con brusquedad volviendo a la realidad.

Me matriculé en Daruch College, 15 créditos en el primer y segundo semestre. Sin embargo, fue el primer semestre en que decidí que iría de intercambio en este tercer semestre. Y aunque había muchos países a escoger tales como Australia, Nueva Zelanda, Italia, entre otros países de primer mundo; escogí por el indispensable para mí. Reino Unido.

La inscripción fue bastante burocrática, y la entrevista ridículamente larga, ni siquiera tengo idea como quedé aprobada, si soy bastante mala para ello. Suerte de algún santo, yo creo.

Mis clases empezaban el 18 de setiembre, pero yo ya había renunciado a aquel trabajo infeliz y desastroso. Me iría unos meses antes a Inglaterra para ordenar mi nueva vida; pero antes, me iría de vacaciones a Perú; ansiedad enorme de ir a Machu Picchu, por supuesto. Y de allí, me iría directamente a Londres.

Hice una hoja con todas mis necesidades:

1. Dos pasaportes en mi cartera de mano.
2. Cargador de celular.
3. Laptop.
4. Llaveros de Nueva York (Regalos para la familia y amigos).
5. Ropa lista para el invierno.
6. Documentación para migración.

Todo listo para el viaje.

Luego de 7 horas y 56 minutos de viaje, finalmente llegué a la tierra de la buena comida. Mi madre esperaba ansiosa en la sala de espera. Ella me abrazó fuertemente, mientras nuestras lagrimas caían en nuestras mejillas.

Ella detuvo un taxi que nos llevó a la casa en 35 minutos, esa es la lejanía de mi casa al aeropuerto. Todo valió la pena, me sentía tranquila en la vida, y eso era importante.

Cusco, Ica, Iquitos, Tumbes, y finalmente nos divertimos en el lugar que me vio nacer, Lima.

Lima, la capital de Perú, nos recibía con un gran brillo de sol por todos lados, nuestra piel estaba roja por la intensidad de aquella estrella.

Después de comer, decidí tener una pequeña siesta.

Una casa de aspecto tétrico se veía desde lejos, mientras más me acercaba, mi corazón latía mucho más. Un sentimiento de déjà vu se presentó ante mí; sin embargo, no recordaba de donde conocía aquel lugar tan negativo de aura.

Me acerqué lentamente hasta llegar a las pequeñas rejillas de madera que tenía en sus afueras, toqué su superficie y mucho polvo saltó a mi alrededor. Un estornudo, otro más, me tapé con mi brazo y se detuvo mágicamente. Mi alergia no me dejaba en paz ni en mis sueños.

Una voz masculina me nombró de lejos.

—Stephanya...

Di muchas vueltas para encontrarlo en mi alrededor, pero no había nadie. Todo estaba seco y vacío. Sentí un fuerte golpe, y salté a mi realidad. Mi mamá se había quedado dormida conmigo, pero se levantó con torpeza, debido a mi brusquedad al levantarme.

—¿Estás bien?
—Sí, tuve un mal sueño, nada más.
—Yo también.
—¿Que soñaste?
—Vi una casa muy antigua, estaba muy maltratada, y daba cierto miedo.
—¿Una casa negra con algunas rejillas de madera?
—Sí,¿Como lo sabes?
—Yo me soñé con la misma casa, es raro, ¿No? ¿Qué crees que signifique?

Mi madre se quedó pensativa, pero no dijo nada más. Se acomodó para seguir durmiendo, y de eso no se volvió hablar más por muchos años.
                                                                                                ****

El día para dejar el país llegó; el día en que viajaría a una nueva tierra, llegó, otra vez. Otra vez, la mudanza y sus pretextos para molestarme durante todos los primeros días de preparativo.

Mi madre fue la única persona que me acompañó al aeropuerto, y para ser honesta, es la única persona fiel que voy a tener en mi vida, ella es lo único que necesitaba este día.

—Ven, échate. ¿Qué haces echándote en la ventana?, el taxi es bastante incómodo.

Me apoyé en su brazo, y me di una supuesta siesta, algunas lágrimas cayeron en mi rostro, como la primera vez que me despedí para Nueva York.

Al llegar al aeropuerto, hice mi registro de vuelo, dejé mis cosas, y subimos al segundo piso para comer. Allí elegimos una pollería, y pedimos medio pollo a la brasa; y aunque fue más difícil conseguir una mesa para comer que una visa para Australia, logramos conseguir una.

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⏰ Última actualización: Apr 27, 2023 ⏰

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Stephanya Rodríguez: El descubrimiento de  un nuevo mundo(Spanish Edition)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora