Swok - Neteyam Sully [Editando]

3. Pxey

╰─────────➤ Mawey

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El hijo mayor de los Sully había cumplido dieciocho el día anterior, recordaba mucho sus cumpleaños en el bosque con sus amigos y deseaba volver luego de que las cosas se calmaran.

—Ayudaré a Tonowari con la caza de hoy—su padre, Jake, le comentaba a su madre Neytiri sus planes para hoy.

—Ten cuidado, amor—su madre siempre era cariñosa con él, se amaban demasiado y se lo recordaban mutuamente cada día.

—¿Puedo ir contigo, papá?—Neteyam había hablado antes de que su padre saliera del Marui central.

—Preferiría que siguieras aprendiendo las costumbres de aquí, y que completes tareas diarias, que no estemos en el bosque no significa que debes dejarlas—su padre le recordaba con una sonrisa.

Neteyam sabía que su padre contaba con él para aún seguir preparándose para ser el Olo'eyktan del clan Omaticaya.

—Esta bien—a él no le gustó mucho que le dijera que no, pero lo comprendía, aún tenía ese miedo de perderlo pero ya no era tan duro con él y con su hermano Lo'ak como antes.

Luego de que su padre se fuera él estuvo practicando su arquería como cada mañana en el bosque cerca del Marui, pues eso se le había ordenado.

—Hijo, ¿Por qué no vas con tu hermano? Esta en la playa con Kiri y los hijos de Ronal, deberías ir—Neteyam seguía concentrado en el blanco, y al soltar la flecha él dio justo en el centro, ya luego pudo mirar a su madre.

—Pero papá me dijo que siguiera con mis tareas diarias—él siempre le hacía caso a su padre, claro, cuando era algo que le beneficiaría más tarde.

—Ya eres experto en esto, puedes saltartelo e ir con tus hermanos a divertirte, ¿No?—su hijo le sonrió y se acercó a ella para darle un beso en la mejilla.

—Gracias mamá—luego pudo irse a la playa.

Caminaba sin apuros, veía el paisaje y los Marui de los demás, estaban decorados diferentes, pero siempre con tonos verdes y azules.

Caminando vio de lejos a un señor al cual se le cayeron muchas frutas, cuando Neteyam iba a ir hacia él otra persona se le adelanto.

Era Diana quien le había ganado en ayudar al señor, ella se agachó y empezó a recoger la fruta con él, en cuestión de poco tiempo termino y él señor se inclinó un poco ante ella. Podía ver cómo ella decía que no hacía falta esa inclinación.

Neteyam vio desde ese día con otros ojos a Diana, no con unos de amor, sino con unos de admiración, como era e iba a ser una muy buena Tsahik para su clan.