Mi primera cita con Jinnie, fue lo primero que pensó Jeongin apenas abrió los ojos el lunes por la mañana, con el rostro de Hyunjin pegado al suyo y su mano sobre la cintura ajena, narices y cuerpos rozándose tímidamente. Desde ese momento (y presentía que por el resto de su vida, o al menos del día) lo acompañó un cosquilleo en el estómago, un calorcito esparciéndose en su pecho y muchísimas ganas de sonreír todo el tiempo sin parar. Tenía la cabeza en las nubes, casi como si flotara... ¡y no era para menos, si estaba a punto de tener su primera cita con Hyunjin!
(Claro que para eso tenía que esperar a que Hyunjin despertara primero, pero mientras tanto no le molestaba esperar, no si podía hacerlo acostado a su lado, abrazándolo).
Una vez que Hyunjin se despertó, y luego de desayunar lo que quedaba del pastel, se tomaron su tiempo para prepararse, y poco después del mediodía estuvieron listos para salir. A pesar de que Jeongin no sabía cuál era el plan, pues Hyunjin seguía con eso de la cita a ciegas misteriosa, la idea era pasar toda la tarde juntos hasta que fuera hora de que él tomara el tren de regreso hacia Busan. Que el itinerario del día fuera sorpresa, y todo eso del secretismo hacía que Jeongin se sintiera realmente emocionado e intrigado, las expectativas de esa primera cita por las nubes, y un poco más alto. Claro que no dijo eso en voz alta, no quería que Hyunjin se sintiera presionado ni nada de eso.
Entonces finalmente salieron del dormitorio y comenzaron a caminar por aquella mini ciudad que era el campus de la universidad. Hyunjin iba un paso adelante, guiando la marcha a la vez que le contaba a Jeongin distintas anécdotas de sus primeras semanas en el campus, como todas las veces que se perdió tratando de volver de clases, o lo sorprendido que estuvo cuando descubrió que tenían tiendas dentro del complejo, o una oportunidad en la que llegó al campo de deportes cuando pretendía ir a la biblioteca. Sin embargo, unos minutos después Hyunjin se detuvo de golpe e hizo que Jeongin, distraído, se chocara con su espalda al alcanzarlo.
—¿Ocurre algo? —inquirió, confundido—. ¿Por qué paraste?
—Por esto —respondió Hyunjin, extendiendo la mano frente al rostro de Jeongin.
—¿Qué...?
—¿No me vas a dar la mano? —preguntó Hyunjin, socarrón, aunque luego la sacó para frotarse el cuello, visiblemente avergonzado—. No es que debas, pero pensé que... ¿te gustaría?
Jeongin estaría mintiendo si dijera que no sintió cómo el corazón se le ensanchaba un poquito en el pecho, creciendo dos o tres veces su tamaño de siempre para poder guardar todo el cariño que sintió en ese preciso momento por Hwang Hyunjin. Conmovido, sonriendo, y probablemente un poco sonrojado, buscó la mano del pelinegro y la tomó con fuerza, entrelazando los dedos de los dos, y entonces el chico sonrió también en respuesta, y comenzó a caminar balanceando sus manos juntas. Así siguieron caminando por las calles concurridas de la nublada Seúl, moviendo las manos como si estuvieran bailando al ritmo de la conversación sin fin que mantenían rumbo a... a alguna parte, pues Jeongin no tenía idea.
—Lo único malo es que la cafetería no abre a la madrugada, que es cuando la mayoría tomamos más café —concluyó un relato Hyunjin, risueño, y luego se volteó a mirarlo—. ¿Tienes hambre, Jeonginnie?
—Un poco —admitió él, asintiendo con la cabeza—. De tanto hablar de comida me diste hambre...
—Lo siento, nene, pero igual eso tiene solución —dijo el mayor, socarrón, y luego de girar en la esquina, se detuvo—. ¡Ya llegamos! Bienvenido a mi hamburguesería favorita.
Jeongin balbuceó un torpe "oh", y asintió con la cabeza de nuevo, esta vez mientras observaba el lugar en el que acababan de detenerse. Aunque a simple vista parecía un establecimiento sin nada extravagante y más bien pequeño, se sintió atraído de inmediato a aquel local ante la mera idea de que era un lugar que Hyunjin frecuentaba y disfrutaba; le intrigaba descifrar qué tenía de especial para el chico. Se le hizo muy simpática la decoración con mesas largas, butacas altas de madera e imágenes de personajes de dibujos animados enmarcadas en las paredes, pasando de Snoopy a Pororo, y Jeongin aprovechó para observar algunos de los cuadros en lo que Hyunjin pedía la comida en la caja. Se aseguró de fotografiar el de Dooly y mandar al grupo de kakao un "Minho, qué haces aquí?" que recibió risas de todos y un emoji enojado del aludido.
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Sorry, Wrong Number! (HYUNIN)
RomanceA Hyunjin le dieron un número equivocado. • HYUNIN [Hyunjin x Jeongin] • Mención del minsung, Changlix chanmin • Formato de chat + redes sociales • Adaptación de Sorry, Wrong Number (Vhope) • Historia original de @Pralim_